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Caso Lorenzo Somaschini: cuando la pasión y los sueños de los chicos son atacados por todos los frentes

El ambiente deportivo de Santiago opinó sobre el lamentable accidente y posterior muerte del niño piloto de motociclismo y excluyeron a sus padres de la responsabilidad principal.

23/06/2024 06:00 Deportivo
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Caso Lorenzo Somaschini: cuando la pasión y los sueños de los chicos son atacados por todos los frentes Caso Lorenzo Somaschini: cuando la pasión y los sueños de los chicos son atacados por todos los frentes

Es difícil poder imaginar el triste y muy doloroso momento que deben estar atravesando los papás de Lorenzo Somaschini, y más en las circunstancias en las que murió su hijo de sólo 9 años de edad.

Después de sufrir una caída en los entrenamientos en el autódromo Interlagos de San Pablo, Brasil, y de permanecer tres días internado en la sala de terapia intensiva, el piloto que venía participando en la Copa Honda Junior de Superbike 160, no pudo salir adelante y falleció.

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La penosa noticia conmovió e entristeció a todos y a la vez abrió un interrogante sobre la polémica y activa presencia de los chicos de corta edad en los deportes extremos. 

Es sabido que tanto en la Argentina como en todo el mundo, hay millones de niños que practican una disciplina determinada y que los gustos o la elección por un deporte, muchas veces surgen por la influencia de los padres con pasado o presente deportivo, por medio de la amistad o por el mismo fanatismo o pasión.

En el caso de Lorenzo había tomado el ejemplo de su papá que es un apasionado de las motos. Hasta compartían las prácticas y todos aquellos viajes que hacían de un lugar a otro.

Sus padres le daban todo su apoyo y eran conscientes de que Lorenzo estaba metido en un deporte con características riesgosas. 

También estaban al tanto de lo difícil que es esta disciplina es por eso que le habían puesto un entrenador (el ex reconocido piloto Diego Pierluigi) para guiarlo en el arranque de su pasión.

"Lolo" tenía una moto 160cc (de dimensiones no tan pequeña, aunque para su edad parecía excesiva en su tamaño) y que técnica y estructuralmente era la ideal para la categoría en la que corren chicos desde los 8 años hasta adolescentes de 16. Sentía amor por lo que hacía, era feliz y disfrutaba mucho su elección.

Existen disciplinas que son más o menos peligrosas que otras. El motociclismo de velocidad está en el grupo de las primeras y en las que por reglamento y normativa, es más que obligatorio cuidar y proteger a los arriesgados competidores.

Mucho más cuando se trata de las nuevas generaciones que se van aclimatando y que son el futuro del motociclismo de velocidad. Lorenzo era uno de ellos.

Para los que lo tenían cerca daban cuenta de sus notables condiciones técnicas y físicas y del sueño que perseguía que no era otra que ser nada menos que campeón mundial de MotoGP. 

Lo había dicho en reiteradas oportunidades y de manera pública a la prensa cada vez que le hacían una entrevista.

Hoy todavía persiste el dolor y la tristeza por su muerte, pero por detrás de esta desgracia aparecieron críticas y muchos comentarios en contra de sus papás. 

Las redes sociales se llenaron de juzgamientos en medio del dolor y de actitudes tal vez un poco injustificadas y maliciosas de gente que, sin argumentos o conocimientos de lo que es subirse a una moto, opinaron igual y acribillaron a los papás de "Lolo" en el peor momento de sus vidas.

"Para mí era muy chiquito para estar metido en esa categoría. Las motos son muy pesadas y la verdad que no da el físico para un chiquito de nueve años en una caída. Es como un bebé. Recién se está formando, se está estirando, con poca fuerza y los huesos un poco débiles", expresó Carlos "Tatón" Cejas cuando habló sobre el accidente que terminó en fatalidad y le apuntó a la edad y al tamaño de la moto con la que corría el niño rosarino.

Luego agregó: "Es razonable que la gente critique, pero uno no entiende. A nosotros (por su hermano Mario, otro competidor de motociclismo) nos pasó lo mismo cuando éramos chicos, pero con la diferencia que en esos tiempos no existían las redes sociales. Yo también tuve muchos accidentes y casi estuve al borde, no sé si de morirme, pero de tener muchas lesiones graves. Tuve muchos golpes en la cabeza y a la misma edad de Lorenzo".

Cejas recordó que a los seis años se inició con el óvalo de tierra hasta competir en las categorías 250cc, 600cc y por último en la Súper Sport B que es la antesala de la más fuerte como el Superbike.

"Tuve muchas caídas entre una y otra especialidad, pero son a las que uno se expone siempre en el motociclismo. Lo peor de todo sería que las muertes de pilotos se dieran a cada rato y eso no es así hoy", amplió el ex corredor como para aclarar la situación.

"Tatón" también fue por el lado del reglamento y pidió que con el caso Lorenzo se revea el hecho de hacer competir a chicos de corta edad en la categoría que lo hacía Lolo.

"Yo hace muchos años que no corro y desconozco sobre el reglamento actual. Sí puedo decir que se debería rever la edad de los pilotos y las categorías en los que corren. Lo único que queda ahora es acompañar a los padres y creo que tampoco lo hicieron de malo lo que pasó con su hijo. Todos estamos lamentando que se haya ido una vida y en un deporte que amamos", afirmó el ex piloto santiagueño.

Otro de los que opinó sobre lo ocurrido con Lolo, fue Mario Faisal, el papá de Maximiliano, un chico de 12 años que compite en karting y que participa en el Argentino de la especialidad.

"Lo que pasó no tienen la culpa ni el entrenador, ni los padres ni el mismo Lolo. En el deporte motor, por más chica que sea la cilindrada ya sea en el karting o en la moto, el riesgo siempre está. Yo tuve la posibilidad de verlo en el autodromo en abril y era un chico que le apasionaba. Él tenía el apoyo de los padres y era un chico feliz haciendo lo que le gustaba. Incluso sabiendo el riesgo que tiene el deporte", expresó Faisal, un ex piloto que en otras épocas supo abrazar la misma pasión que luego se la trasladó a su hijo.

Para marcar un paralelismo con otras disciplinas, Mario fue un poco más allá y dijo que no solamente piloteando un karting están los riesgos, sino que también pueden darse infortunios tanto en el fútbol como en la natación, por ejemplo.

"En el fútbol, te puede agarrar un ataque cardíaco si estás jugando. En el básquet lo mismo o en la natación si te toca un calambre te puedes ahogar. Físicamente el piloto también está expuesto en una moto, en un karting o en un auto", añadió Faisal.

Cerró su visión diciendo que en el caso de "Lolo", no hay que buscar culpables y puso al destino en el medio del trágico desenlace.

"Él era feliz con lo que hacía. Vi una entrevista que le hicieron y cuando se bajaba de la moto, lo hacía sonriendo y contento por lo que estaba viviendo", completó Faisal.

El bicicross es otro de los que no escapa al peligro. Allí hay muchos niños de poca edad que no le temen para nada a los partidores altos ni mucho menos a las pistas onduladas.

"Los accidentes pasan tanto en el fútbol como en cualquier deporte. Le pasó a Jahir ahora que se accidentó y estuvo con una fractura que lo hizo perder el Mundial y todo a causa del deporte extremo que practica", comentó Paul Elías, el papá de Jahir que el año pasado trajo desde Glasgow, Escocia, el título mundial a Santiago entre los Boys de 8 años. 

Muchas veces los niños se entusiasman con más de un deporte y piden a los padres que les cumplan el deseo de incursionar en otra actividad que no sea la que vienen haciendo.

"Al tema de la moto lo veo muy riesgoso a los 9 años. Casualmente Jahir me dice que ya sabe saltar y hacer maniobras con la bici y que le gustaría hacer motocross. Le negué porque no tiene edad todavía. Mi respuesta fue cómo para ponerle un límite. Tal vez a los 12 o 13 años se podría dar el motocross con las prácticas", puntualizó Elías que fue tajante en su decisión.

El accidente y posterior muerte de Lorenzo golpeó a todos y más cuando el piloto de la ciudad de Rosario tenía la ilusión de llegar bien lejos.

"Le dije a mi señora que no podía creer que tenga semejante moto. No llegaba al piso con los pies. Lo veía como en una moto muy grande para un niño tan pequeño", añadió Elías que marcó un punto de inflexión en este sentido. 

El trabajo de los dirigentes es clave para que los chicos se mantengan motivados y que sientan el apoyo de ellos.

Orlando Garay López es un organizador de eventos con el deporte motor y otro ex piloto de motociclismo que entiende lo que es manejar un vehículo de dos ruedas.

"Realmente le puede pasar a cualquier piloto de cualquier edad. No sólo a "Lolo" por sus 9 años y con la experiencia de su corta carrera de 5 años arriba de las motos . Creo que estaba apto como todos los que se suben a una moto y más en esta categoría con todas las medidas de prevención que existen", aseguró el dirigente que en otros tiempos supo competir en la especialidad de enduro.

También fue en contra de las personas que cuestionaron a los padres de Lorenzo y hasta el propio entrenador Diego Pierluigi.

"La culpa no fue de su entrenador, ni de sus padres ni de Lolo. Hubo una situación que lamentablemente se cobró la vida de un chico con mucho futuro", concluyó.

LA MIRADA DE UN PSICÓLOGO DEPORTIVO SOBRE UN TEMA QUE GENERÓ GRAN REPERCUSIÓN Y REACCIONES NEGATIVAS EN LAS REDES

No habría deportistas si éstos no tuvieran almas de aventureros: Por el Licenciado Álvaro Anauate Goitea

Instagram: @advance.mentedeportiva

Duele y mucho el ver como pierde la vida un niño mientras persigue su sueño y pasión; pero también duele el ver como se juzga eso que amaba y a sus padres que lo apoyaban.

La muerte de Lolo mientras realizaba un entrenamiento arriba de su moto en Brasil suscitó una serie de interrogantes, críticas y miradas negativas de la mayoría de la población hacia su deporte, las causas de su fallecimiento y también hacia sus progenitores por permitir a simple vista de muchos, que un menor practique un deporte motor a tan corta edad, sin saber que la mayoría de los campeones mundiales del deporte motor comenzaron a temprana edad la búsqueda y construcción de sus sueños.

Es fácil juzgar y señalar a los padres de un deportista que falleció haciendo lo que amaba, pero muy difícil el entender que todos los deportes tienen un riesgo, no solo a nivel vital, sino también a nivel físico, mental, social e incluso educacional, especialmente los deportes de competición. 

Así como el deporte tiene sus riesgos, la vida en general también los tiene, circundar por este mundo trae aparejados diferentes riesgos; transitar por los caminos de esta vida nos vuelve constantemente vulnerables, ya sea practicando un deporte, en la simpleza y quietud del hogar, en el transito diurno de un colegio o una calle o simplemente haciendo absolutamente nada en cualquier espacio del mundo.

La mayoría de los deportistas desde temprana edad demuestran afición por aquello que los apasiona, van moldeando sus gustos y se comienzan a aventurar en el sacrificio constante para poder llegar a ser eso que desean, sabiendo o incluso sin saber o dimensionar que detrás de eso que desean hay múltiples riesgos, complicaciones, obstáculos y circunstancias que deberán de atravesar; no habría deportistas si estos no tuvieran almas de aventureros, y como bien se dijo, estos aventureros comienzan desde temprano a sumergirse en ese mundo que los atrae y atrapa, donde su adrenalina inunda su alma y fermenta sueños que desean perseguir; y que un padre apoye estos sueños es un caricia para cualquier soñador, más en un mundo que constantemente nos frustra y nos demuestra que no siempre todo el mundo acompaña eso que queremos.

La muerte de Lolo duele y mucho, porque fue un aventurero que tuvo que parar por un accidente que no buscó tener y ante el cual estaba debidamente equipado por si algún imperfecto surgía. 

Hoy unos padres lloran su partida y más que miradas y comentarios maliciosos merecen entendimiento y comprensión, ya que no todo padre o madre apoya lo que un hijo quiere, aun sabiendo que hay riesgos en el camino. Lolo puede decir que pudo tenerlos, pero las desgracias de la vida no permitieron que pueda seguir disfrutando eso que no siempre se puede obtener.

Lolo hoy circula por las pistas de otro plano y si algo quisiera en este momento, seguramente sería que no traten mal a sus padres por apoyarlo y ayudarlo a ser feliz arriba de la moto que lo acompañaba y con la cual soñaba alcanzar la gloria.

Los accidentes suceden, nadie los quiere tener, eso es más que seguro, pero tampoco debería de suceder la malicia ante personas que hoy perdieron a su hijo haciendo lo que amaba, los comentarios malos siempre sobran, más aún si los hacen personas que no pueden comprender lo que Lolo sentía ya que nunca persiguieron un sueño que se quería.

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