Horrenda masacre de dos mujeres en Santiago: detienen al violento exnovio de una de ellas

Dos jovencitas fueron masacradas a puñaladas anteanoche en la zona rural de Robles. Sus cuerpos aparecieron ayer a la madrugada y el principal sospechoso es el ex novio de una de ellas, que la noche del martes se presentó en un hospital, pidiendo asistencia por una herida en la mano y con una singular versión: "Tres encapuchados me asaltaron, golpearon y robaron..."

El hallazgo de los cuerpos fue un camino junto a un campo de algodón, en Pampa Múyoj, Robles. La zona es límite entre Santa Elena y Villa Hipólita, Robles, distante 40 kilómetros de Capital.

Las víctimas son Morena Marcela Banegas (20) y su tía, Luz Nair Banegas (23), quienes residían en un mismo predio de Villa Hipólita, a 2 kilómetros del lugar del hallazgo en el que la policía y los fiscales trabajaron desde las 6 de la madrugada hasta las 16.50.

Al cierre, permanecía aprehendido Gabriel Cejas, "Gabi", el ex novio de Morenita, con residencia en Santa Elena, a casi 5 kilómetros de Pampa Múyoj.

Pese al hermetismo en el que los fiscales, Natalia Saavedra (coordinadora) y Álvaro Yagüe comandan la investigación, trascendió que anoche el forense, Mariano Pagani, proveyó un informe preliminar de autopsia: Luz habría recibido 20 puñaladas y Morenita 10. 

La escena y la mecánica de la barbarie desvelan por estas horas a la policía y al cierre subyacían interrogantes clave: ¿Cómo las interceptó? ¿Fue "Gabi"? ¿Actuó solo? ¿Hay otra hipótesis que no sea la del ex homicida?.

Sí se sabe que las jóvenes estudiaban en el Profesorado de Educación Primaria. Todas las noches, se retiraban a las 21.45. Como la familia no recibió los habituales mensajes de whatsapp, sobrevino la preocupación y una desesperada búsqueda entre la noche y la madrugada por Banda y varios parajes de Robles.

Antes de las 6 de la madrugada, dos jovencita de la zona pasaron por el camino y divisaron a 150 metros un solitario auto Gol gris, con luneta roja, propiedad de Luz. Se acercaron a verificar y descubrieron a tía y sobrina muertas.

Morenita se encontraba en el asiento del acompañante. Afuera, junto a las malezas, su tía. La ferocidad y multiplicidad de puñaladas reflejaron que fue personal.

Los investigadores deducen la primera en ser atacada fue Morenita. Luego, Luz. Pero ninguno de los expertos podía recrear anoche una escena posible, ya que restan muchas piezas en el entramado de un rompecabezas difuso.

Para entonces, "Gabi" ya estaba demorado por la policía. En la madrugada se trasladó al CIS Banda y alertó haber sido víctima de un asalto, historia que fue derrumbándose, más no tanto como la fortaleza de la familia Banegas, vecinos y amigos.

Una campera y un buzo con sangre junto a un canal

El acusado se presentó anteanoche en el CIS Banda pidiendo ayuda porque estaba herido en una de sus manos. Cuando lo interrogaron los policías dijo: "Me asaltaron tres encapuchados. Se llevaron, la moto, el celular, zapatillas y mi campera". Antes de la medianoche, los policías hallaron cerca de un canal una campera y un buzo, literalmente bañados en sangre. Moto y celular, no aparecen.

La policía había salido en busca de los presuntos encapuchados. Sin embargo, al denunciarse la ausencia de las dos chicas, la Fiscalía encendió las alarmas. La película de los tres encapuchados se diluyó lentamente.

Desde las 6 de la madrugada, policías de Banda y Robles coparon un camino, en un perfecto vértice rodeado por blancas plantas de algodón, cuyos copos pareciesen abrirse tímidamente a la cosecha.

Allí, los fiscales convirtieron su búnker y afectaron a la Policía Científica, División Homicidios y Delitos Complejos y sus pares distritales.

Los expertos en química, hicieron hisopados dentro y fuera del auto. La escena parecía extraída de una película de terror, para las dos víctimas. También, fueron obtenidas muestras sobre huellas, ahora a ser cotejadas con las zapatillas de "Gabi".

"Nada se descarta" repetían los policías a los periodistas, pero por debajo deslizaban: "Todos los caminos conducen al muchacho". Antes de las 17, la agotadora labor científica concluyó. Mucho antes, una Unidad Morguera se llevó los cuerpos que eran esperados para la autopsia.

"Buscaremos justicia", prometió Mikaela a su hermana Morena

"No pude darte un último abrazo, un último beso hermana mía. Te amo eternamente. Vamos a buscar justicia. Te voy a tener siempre en mi corazón y te voy a volver a ver pronto".

Enfática, contundente, aunque quebrada, Mikaela Banegas, una de las hermanas de Morenita, anoche pidió no olvidar a su querida hermana, tan amada y ya extrañada.

Mikaela aguardaba anoche en la policía por los últimos trámites formales. Al regresar a su casa, la esperaba la más dura odisea: despedir a su hermana sin vida, y despedirse de una montaña de sueños, pulverizados por el filo impiadoso de un cuchillo aún sin responsable aparente.

Usina de datos junto a la escena

A 150 metros de la escena, familiares y vecinos se congregaron ayer hasta la tarde. Los comentarios fueron múltiples. El fuerte de sus pesares giraban en torno a lo inhóspito del lugar y a la ausencia hasta de señal para celulares.

Señalaron que la zona suele ser propicia para algunos robos, pero más no recordaban un homicidio. Mucho menos de dos jovencitas.

La usina de comentarios era interrumpida por el paso de patrulleros con jefes policiales afectados al operativo. En el ingreso fue fijada una cinta perimetral. Del otro lado, una docena de funcionarios, abocados a la trama del "doble femicidio".