Si bien hay posibilidades de miniserie, Roly Serrano está enfocado en su unipersonal, que ya tiene vendidas funciones para una gira por el interior del país.
Busca "devolverle" al cuerpo "todo lo que la profesión le robó" Busca "devolverle" al cuerpo "todo lo que la profesión le robó"
Roly Serrano,protagoniza los lunes en el Teatro Chacarerean, de Buenos Aires, el unipersonal "Rolando", una pieza que indaga desde el humor en el mundo de un hombre apoltronado en una silla de ruedas, lo que para él es una forma de "devolverle" a su cuerpo "todo lo que la profesión le robó".
"Es una manera medio loca de pensarlo -dijo a Télam- pero a lo largo de estos años deterioré mi cuerpo y con esta obra decidí juntar lo que más amo, que es el teatro, con lo que más necesito, que es trabajar mi salud".
También te puede interesar:
Dirigida y escrita por Alfredo Megna en colaboración con Serrano, esta pieza está enfocada en un hombre que comparte, en clave de humor, un estado de vulnerabilidad bastante extremo.
La historia de Serrano tiene numerosos puntos en común con el personaje que interpreta (además del nombre de la obra).
Para empezar, además de su lucha contra la obesidad, el año pasado tuvo que suspender su gira con la obra "Rotos de amor" (junto a Osvaldo Laport, Víctor Laplace y Pablo Alarcón) para someterse a una operación de cadera que le exigió transitar una recuperación para volver a caminar.
Aunque el actor de "El Marginal" aseguró que "cualquier parecido en la obra con la realidad es mera coincidencia", en "Rolando" aparecen las limitaciones físicas, la sexualidad, la finitud, la deshumanización en los hospitales y los sueños truncos como parte de una obra que es ficción, pero también catarsis.
¿Cómo surgió "Rolando"?
Surgió de Alfredito Megna, que me dijo "me encantaría hacer algo con vos", yo le dije que estaba muy ocupado, estaba haciendo cine, teatro, televisión pero el año pasado me dijo "te voy a escribir algo y vemos que pasa". Mientras tanto, terminé la gira de teatro en Mar del Plata, me fui a filmar una película de Luis Ortega ("Matar al jockey") y cuando volví me hackearon la cuenta del banco y me la vaciaron. En ese momento me agarró un ataque de pensar para qué sirve trabajar tanto si después cualquiera te mete la mano en el bolsillo y dije "me voy a dedicar a mi". Ahí pudimos congeniar con Alfredito y apareció la idea del Chacarerean, y eso resultó en "Rolando", que coincide con mi nombre pero la idea tiene que ver con rolar, dar vueltas sobre lo mismo.
¿En este caso es sobre el autocuidado y la salud?
Sí, con decisiones que uno quiere tomar y no puede, que tiene que plantearse a diario como "tengo que dejar de fumar", "tengo que bajar de peso, dedicarme un poco más a mí más allá del trabajo", esas cosas que cuesta concretar.
¿Cuál es la complejidad de interpretar una pieza ligada a tu biografía?
Lo que decidimos con Alfredo es que íbamos a jugar, hay cosas que son verdad y son partes de mi vida y otras que no, que son ficción. Cuando hablo de la salud sí tiene que ver con mi vida, sobre todo cuando marco mis dificultades, mis imposibilidades, pero todo lo demás es humor.
El ser un unipersonal implica otra exposición...
Sí, porque cuando uno hace una obra se apoya en sus compañeros, podés ir y volver con otros personajes, pero acá estás solo. Lo único bueno es que podés irte al carajo sin que nadie se dé cuenta y nadie va a decir "no me diste el pie". A lo largo de las funciones el texto va mutando de acuerdo al público y yo voy jugando con eso.
¿Qué creés que le sucede al público con una pieza que si bien está cruzada por el humor aborda temas incómodos?
Como actor siempre creo que hay que intentar llegar a la emoción y al entendimiento. Que la persona razone sobre lo que digo en escena y saque sus propias conclusiones. Y después la emoción: me gusta que la gente se ría y se emocione, que es como tocarles el corazón, porque yo me lo estoy tocando también.