Fiscalía investiga de oficio el abuso que sufrió un alumno 

La Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual de los departamentos Banda y Robles investiga de oficio el abuso que habría sufrido un niño de 11 años, dentro de una escuela, tras ser encerrado en un baño por cinco de sus compañeros.

Tras la publicación de EL LIBERAL sobre el aberrante ataque que habría sufrido el menor por parte de al menos cinco alumnos de sexto grado, la Dra. María Alicia Falcione –coordinadora de la mencionada Unidad– investiga el caso pese a que hasta el momento no hay denuncia penal.

Tal como se informó en la edición de ayer, el grave hecho salió a la luz cuando una joven madre se presentó en una dependencia policial para pedir "asesoramiento" ya que su hijo habría sido abusado por uno de sus compañeros, con quienes comparte el aula.

La madre del menor sostuvo ante un funcionario de la Policía que su hijo había sido encerrado en el baño de la escuela por cinco determinados menores –que lo sometían todos los días a burlas– y allí se quitaron sus prendas íntimas y le mostraron los genitales.

Según habría indicado la madre del menor, el hecho no quedó allí ya que uno de los alumnos habría obligado a su hijo a que le practicara sexo oral delante del resto de los menores. Luego lo dejaron salir del baño.

Durante la jornada de ayer, la Fiscalía –enterada del abuso– realizó averiguaciones y confirmó que no había denuncia por el supuesto ataque por lo que la Dra. Falcione se trasladó hasta la escuela donde habrían sucedido los hechos. Una vez allí, la fiscal se entrevistó con la directora del establecimiento.

Si bien el caso es investigado bajo total hermetismo, se supo que las autoridades del establecimiento no habrían negado que tenían conocimiento de la situación que tuvo como protagonistas a los menores.

Sin embargo habrían expresado que según la información que ellos tenían sobre lo sucedido el día del encierro, no habría existido contacto físico entre los acusados y la víctima, negando la existencia de la práctica de sexo oral.

Fuentes confiables indicaron que de la reunión entre las autoridades judiciales y educativas también habrían participado ayer autoridades del Consejo de Educación, quienes develaron que iniciarían una investigación paralela administrativa para determinar responsabilidades internas.

Más tarde, la fiscal y la policía habrían mantenido una comunicación con la madre del pequeño quien había expresado su decisión de no realizar la denuncia. A pesar de ello, la representante del Ministerio Público ordenó que personal de la Comisaría 12 de la Mujer y la Familia realice una serie de averiguaciones.

La Fiscalía, que actúa de oficio, ordenó una serie de medidas y según se supo, en los próximos días entrevistará a los padres de los menores acusados.

Los menores involucrados no concurren actualmente a la escuela 

Si bien la madre del menor se negó a iniciar acciones penales y hablar con este medio, fuentes cercanas a la familia del niño indicaron que la decisión habría sido tomada para evitar que el menor sea "sometido al proceso judicial".

Al parecer, los padres del estudiante se habrían negado a que éste sea examinado por profesionales médicos o entrevistado por psicólogos a los que debería contar una vez más el calvario que habría sufrido mientras estaba en la escuela.

Sobre la situación actual de los protagonistas, se supo que los menores –tanto la víctima como sus supuestos atacantes– no estarían concurriendo al establecimiento educativo. Hasta el momento no se pudo determinar si fue por decisión de sus padres o por medidas tomadas desde la institución.

Dónde pedir ayuda

Línea 137: Llamar a esta línea que pertenece al Programa Las Víctimas contra las Violencias, del Ministerio de Justicia de la Nación, para que se asesoren sobre los pasos a seguir. También se puede enviar un Whatsapp al 11-3133-1000 desde cualquier lugar del país.