Miopía, una afección que crece ¿Qué podemos hacer para evitarla? Miopía, una afección que crece ¿Qué podemos hacer para evitarla?
El próximo viernes 14 de este mes es el Día de la Miopía, una afección que tiene una tendencia alcista, y sobre la cual debemos actuar de inmediato, algo fundamental para que la cifra de afectados por una importante pérdida de visión, no se dispare en los próximos años.
Una visión deformada o en la que hay problemas para ver bien lo que queda en el centro, son los principales síntomas de la maculopatía miópica, un trastorno que puede reducir muchísimo la visión de las personas que la padecen y que está estrechamente relacionada con tener miopías altas (de más de 6 dioptrías).
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Para evitar desarrollarla, hacer actividades al aire libre es fundamental, según las primeras experiencias.
Aunque tal vez este trastorno no es tan conocido como otros como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), el glaucoma o incluso la retinopatía diabética, los expertos alertan que, si no se hace nada para ponerle freno, en unos años la maculopatía miópica va a convertirse en un grave problema a nivel mundial.
La maculopatía miópica afecta a una de cada diez personas con una miopía de más de 6 dioptrías
Creemos que la maculopatía miópica va a acabar convirtiéndose en la principal causa de mala visión en el mundo occidental industrializado durante este siglo; el hecho de que, para que aparezca este trastorno, debe haber una miopía alta previa tiene mucho que ver en estas predicciones.
La alta miopía está creciendo muchísimo en todos los países: en los asiáticos la incidencia es enorme, y en los europeos el aumento es muy alarmante.
Como ejemplo, datos de un estudio llevado a cabo con estudiantes de medicina en nuestro país: el 15% de todos ellos tenían alta miopía, una condición que aumenta el riesgo de desarrollar problemas en la retina como la maculopatía miópica.
Qué es la maculopatía miópica
Para entender por qué se produce esta alteración hay que tener en cuenta las características propias de los ojos con miopía.
El ojo miope es más grande de lo normal, con una forma más de balón de rugby que de pelota de fútbol (como ocurre en el ojo normal), esto explica las consecuencias que esto puede tener en la visión:
* Por esa manera que tiene el ojo de crecer empiezan a aparecer zonas en las que la retina no llega a cubrir toda la pared del ojo, se forman como parches en él. Y también propicia ciertas anomalías vasculares.
* Todo esto acaba provocando una mala visión, sobre todo central. Con mucha frecuencia la agudeza visual de los afectados es de menos del 10%, lo que afecta y disminuye notablemente la calidad visual y de vida del paciente.
La edad aumenta la incidencia de este trastorno, pero, a diferencia de lo que ocurre en otros que también afectan a la mácula, como la DMAE, la maculopatía miópica puede darse en personas relativamente jóvenes, de entre 40 y 50 años, incluso antes, aunque de manera excepcional.
Cómo se puede evitar
Para no llegar a este punto es fundamental prevenir el desarrollo de la alta miopía, algo para lo que hay que actuar durante la infancia y adolescencia. A partir de los 20-21 años el crecimiento de las dioptrías es mucho más limitado.
En niños que están empezando a desarrollar miopía, hay que tratar que la progresión sea, dentro de lo posible, menos rápida e importante, para lograrlo, es básico que hagan actividades en el exterior. El tiempo que los niños están al aire libre en espacios abiertos los protege de que esa miopía crezca; sacar a los niños a hacer actividades al aire libre es fundamental para el futuro de la salud ocular de nuestros hijos y nietos.
Aunque todavía no se sabe bien por qué ocurre esto (tal vez sea debido a la luz solar, o simplemente a la relajación que provoca mirar a largas distancias) está demostrado que este tipo de actividades ayudan a que la miopía no crezca.
De hecho, en algunos colegios en China, por ejemplo, donde la miopía alta es ya un problema nacional, están haciendo clases al aire libre para que los niños pasen más tiempo en espacios abiertos.
¿Cuánto influyen las pantallas?
Al parecer, el hecho de no pasar tiempo en espacios abiertos y cuanto más tiempo dedicamos a actividades próximas (como leer o estar mucho tiempo con el ordenador o la Tablet), menos dedicamos a actividades al aire libre y eso conlleva a sufrir de miopías precoces.
Lo que está claro es que nuestra forma de vida ha cambiado radicalmente en los últimos 50 años. La mayor parte de la actividad diaria antes se hacía al aire libre, en el campo, y en cambio ahora pasamos mucho tiempo en interiores: en el colegio, leyendo, con ordenadores... Y esto tiene una influencia evidente.
Tratamientos médicos
Además del efecto protector de las actividades al aire libre, en caso de que la evolución de la miopía en el niño sea preocupante se puede valorar la utilización de:
* Colirios con atropina en dosis muy bajas, una sustancia que ha demostrado que puede ayudar a frenar la progresión de la miopía.
* Las lentes de contacto de ortoqueratología son otra opción de tratamiento. Se usan durante la noche y también contribuyen a retrasar el avance de este trastorno refractario en niños. A veces ambas técnicas se utilizan de forma combinada.
Y cuándo ya se ha desarrollado la miopía alta, lo único que se puede hacer es tratar sus complicaciones.
La atrofia, lamentablemente, no se puede tratar. Y las anomalías vasculares que pueden aparecer en la mácula las abordamos de una manera semejante a como lo hacemos con la DMAE: con inyecciones en el ojo de ciertos fármacos.
El desafío para los especialistas es entender más la enfermedad
Para intentar abrir un nuevo camino respecto al tratamiento de la maculopatía miópica es fundamental conocer en profundidad por qué ocurre.
Los autores de un estudio publicado en Plus One, una calificada revista científica de los Estados Unidos, han comprobado que una variación genética que afecta al gen COL8A1 puede favorecer el desarrollo del trastorno.
Conocer los genes que están involucrados en una mayor predisposición es un primer paso para entender los mecanismos por los que se produce esta enfermedad y, abre una vía para, a partir de ahí, abordar posibles soluciones terapéuticas para curarla.
Por ello, desde la Sociedad de Oftalmologia de Santiago del Estero señalamos la importancia de un control permanente de nuestra salud ocular, siempre con especialistas.