"Sapito" Coleoni: "Fue algo muy lindo, gracias a Dios me tocó estar a mí en ese momento"

"Los días más felices siempre fueron Coleonistas", reza una bandera de Central Córdoba. Y vaya si tiene razón. Es que el "Sapo" (no hace falta aclarar que es Gustavo Coleoni) fue el "padre de la criatura". Porque si hoy Central goza de cierta estabilidad en Primera, gran parte se lo debe al entrenador cordobés, que no podía falta en este quinto aniversario del ascenso en Junín.

"A medida que pasa el tiempo le voy dando más importancia porque veo lo que les cuesta ascender a equipos con historia. No es fácil, por suerte Central Córdoba está ahí y ya llevamos cinco años en Primera. La gente no se despegó de mí porque constantemente estoy haciendo videos y mandando saludos. La gente no me ha dejado despegar", cuenta con un dejo de emoción y nostalgia el actual entrenador de San Miguel, de gran campaña en la Primera Nacional.

"Para mí también fue algo muy importante. Y a medida que pasa el tiempo, más valor le doy al logro y más disfruto que Central esté en primera. Fue algo muy lindo y gracias a Dios me tocó estar a mí en ese momento", agrega.

Coleoni se sigue sintiendo parte de Central, algo a lo que no renunciará nunca. Y tiene sobrados motivos para hacerlo. "Me siento parte a morir de Central. Talleres es mi casa porque nací ahí, pero Central es mi amor porque recorrimos juntos y también tocamos fondo juntos. Vos solamente sos amigo de alguien cuando está en las malas con vos y después disfruta en las buenas. Y yo me fui al descenso en la cancha de All Boys. Y al salir de ahí, ya venía armando el equipo para lo que viene. Me dieron la chance de seguir y pude armar el equipo con el que salimos campeones dos veces seguidas", explica.

Los recuerdos del 8 de junio del 2019 son muchos. Pero el "Sapo" hizo una especie de ránking de los que más se le vienen a la mente: "Me acuerdo del penal del Oveja. A los otros no los quise mirar, lo tenía a Godzila (apodo del utilero) para que me tapara. Porque yo ya había perdido una final por penales contra Delfino y con Espinoza de árbitro cuatro años antes, con Santamarina contra Patronato. También me acuerdo cuando entró mi hijo y me abrazó y veíamos como lloraba la gente detrás del arco".

"Pero lo que más me queda a mí es la vuelta. Fue la manifestación espontánea más grande de la historia de Santiago. De Fernández para acá veníamos a paso de hombre y me acuerdo que Pepe (Alfano) le dijo al chofer que pare cuando pasemos por los pueblitos porque para esa gente, que tenía muchas necesidades, fue la alegría más grande que tuvo ese mes. Le doy mucho valor a esas cosas porque soy muy sensible. Fue algo hermoso para mí también porque gracias a Central yo también pude dar un salto y ascender", agrega.

Y continúa con su relato evocativo: "También me emociona ver las imágenes de la gente festejando en las casas en el momento de penal, cómo se abrazaban mirando la tele. Que Central Córdoba haya ascendido a primera en esas instancias hoy me parece muy difícil que se vuelva a dar".

Estrategia

El "Sapo" tenía una estrategia para los penales ante Sarmiento. "Lo puse a la joya (Diego Jara) dos minutos antes para que haga el gol porque la joya no erra, es el mejor pateador de penales que yo vi. Entonces con él tenía asegurado el primer penal, que es el más importante. Y el último con el Oveja, que es un jugador de finales, con experiencia. Y la colgó de un ángulo. Por suerte salió bien", recuerda sonriente.

"Los días más felices siempre fueron Coleonistas". La sentencia de esa bandera lo catapulta al "Sapo" como el técnico más ganador de la historia de Central. Y él lo disfruta. "Es una medalla que me encanta colgármela porque me siento muy identificado con Central Córdoba. Estoy feliz de estar dentro de una bolsa de gente importante que ayudó a que Central sea más grande", asegura orgulloso.

Y su gratitus será eterna: "Al hincha de Central le agradezco siempre, hasta el día de hoy me llegan mensajes por instagram, facebook, a mi teléfono… me piden que les haga videos. Les agradezco que siempre me tengan presente. Están en mi corazón para toda mi vida".