Rossetto, ex mánager y amigo del futbolista de Vélez, contó la charla que mantuvo con el jugador tras estar "desaparecido" unos días.
Centurión: "Hay veces que se me vuela el balero un poco" Centurión: "Hay veces que se me vuela el balero un poco"
En las últimas horas, Ricardo Centurión volvió a ser noticia por motivos extra futbolísticos. El presidente de Vélez, Fabián Berlanga, había contado antenoche que "no sabemos nada de Centurión. Desapareció de un día para el otro. Estamos muy preocupados y lo estamos intentando ubicar por Google Maps. Cortó el teléfono y no podemos localizarlo. Hace más de diez días que desapareció".
Pero "Centu" apareció y el que salió a hablar fue su amigo y exrepresentante Eduardo Rossetto, quien reveló la charla que mantuvo con él. "Hablé con Centurión, está mejor de lo que yo pensaba. Por momentos, tiene lucidez. Lo quiero mucho y no puedo ser peyorativo, ni que esto se tome como una calificación si uno la ve por otro lado. Sorprende la claridad, dice verdades como poca gente en la sociedad, capaz de asumir las propias culpas", le dijo a ESPN.
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Con palabras textuales de Ricky, el empresario repasó sus dichos: "'No me porté como te portás vos. Pero no es que hice demasiados desastres. Después, qué querés que te diga, Vélez tiene razón. El presidente y el técnico se portaron impecable. No es que reclamo otra chance, porque pueden decir que la desaproveché. Pero hoy tengo ganas de vuelta y estoy bien'".
"Centurión textualmente me dijo 'no sé por qué desaparecí estos días, hay veces que se me vuela el balero un poco. Fijate qué podés hacer por mí'", reprodujo Rossetto sobre sus próximos planes, que incluyen dialogar con los dirigentes del club de Liniers.
Rosetto intentó contextualizar la actual crisis del volante: "Exigirle que juegue como en la Primera de Racing, que con un desarrollo normal podía ser como Neymar, no es posible. Ojalá sea feliz, con 31 años. Con el desgaste que ha tenido, con un físico privilegiado. Si se entrena 20 días, está como el mejor".
"Él no sobra la situación, tuvo una vida difícil, infancia complicada. El padre fallece en un accidente de una explosión, cuando Centurión tenía cinco años, la madre tuvo que trabajar para sostener un hogar humilde. La crianza quedó a cargo de la abuela. Él es un perro de la calle, tiene incorporada esa gambeta endiablada", definió.
"Él no es desmedidamente ambicioso por la plata. Si jugara en Fénix por ascender a la B Metropolitana y lo logra sería tan feliz como cuando le hizo el gol a River con la camiseta de Boca, lleva la pasión por la pelota. No es una persona que si tiene poca plata se va a afligir", finalizó.