Las acusadas salieron de sus celdas con la excusa de ir al baño. Mientras manipulaban una "punta" pedían que les abran las puertas.
Reclusas de la Alcaidía tomaron de rehén a una sargento para fugarse; amenazaron con herirla Reclusas de la Alcaidía tomaron de rehén a una sargento para fugarse; amenazaron con herirla
Un grave incidente se registró durante la madrugada del domingo en el interior de la Alcaidía de Mujeres del Departamento de Seguridad Ciudadana 3 de la Zona Sur cuando dos reclusas tomaron de rehén a una policía y amenazaron con herirla.
El hecho sucedió cerca de la 1.30 cuando las detenidas Silvina Ponce (presa por robo) y Magalí Tévez (acusada de privación ilegitima de la libertad) le solicitaron a la sargento Noguera permiso para ir al baño.
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Sin imaginar el calvario que se avecinaba, la uniformada que cumple funciones de celdera y se encontraba como personal único para esta actividad les dio permiso, sacándolas a ambas, desde su celda que estaban con seguridad, llevándolas al baño, sector que también tenía candado.
Ambas ingresaron al baño y tardaban en salir. En ese momento Tévez se acercó a la uniformada y le manifestó: "Sargento, yo me voy a ir, así que ábrame la puerta, si no la voy a hincar", mientras que en ese momento Ponce la tomó por la fuerza y la llevó hacia una oficina, y pese a la resistencia de la funcionaria la encerró.
La reclusas, una vez reducida la uniformada, amenazaban con sacar a otra de las detenidas Camilaya que creían que ella podía ayudar a la policía. Con su afán de huir, las acusadas cerraron con traba el acceso a la alcaldía para que las demás alojadas no salieran en su defensa.
Al ver que la uniformada era la única que podía abrir la puerta para que huyeran las revoltosas, empezaron a gritar que prenderían fuego todo. Ahí fue cuando el resto de las presas comenzaron a pedir ayuda, gritando y golpeando las rejas desde adentro de sus celdas.
Los funcionarios que se encontraban en otro sector de la dependencia advirtieron los gritos y desde afuera de la alcaldía comenzaron a golpear la puerta ya que estaba trabada mientras preguntaban qué pasaba.
La sargento, utilizando el manojo de llaves que tenía, logró abrir la puerta de la habitación donde estaba encerrada y nuevamente se enfrentó a las detenidas hasta llegar a la puerta del acceso a la alcaldía y abrir a sus compañeros para que la ayudaran.
Una vez reducidas las reclusas fueron requisadas. Según informó la policía, a Ponce se le extrajo de entre sus prendas un encendedor y una tijera, mientras que Tévez tenía un hierro tipo punta de 40 centímetros.
La fiscal de turno Dra. Eugenia Callegari ordenó que se le tome la denuncia a la sargento, que sea examinada por el médico de Sanidad y que Criminalística trabaje en el lugar.