El obispo lamentó que la situación económica impida que muchos fieles estén en esta festividad. "Pediremos que haya comprensión de aquellos que tienen las riendas del poder económico, político, económico, sindical y social", dijo.
"La fiesta de Mailín es esperanza entre tantas crisis y dificultades" "La fiesta de Mailín es esperanza entre tantas crisis y dificultades"
Ayer comenzaron los actos centrales en honor al Señor de los Milagros de Mailín con la tradicional bajada de la cruz, que quedó instalada en el templete ubicado en la plaza central de la pequeña villa, donde comenzaron a desfilar los fieles para tomar gracias.
En este marco, el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic (que llegará el sábado para presidir las celebraciones centrales), lamentó que "la difícil situación económica" por la que atraviesa el país, origine que muchos devotos no puedan estar presentes este año en la villa.
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No obstante, llamó a vivir esta festividad "con esperanza, en medio de tanta crisis y dificultades",
"Lamentablemente esto lo venimos viendo en los últimos años; la situación económica está influyendo mucho en la presencia de los peregrinos en esta fiesta, y seguramente la mayoría de la gente va a llegar a última hora del sábado y el domingo. Al menos la gente de Santiago, los que llegan de otras provincias seguramente lo harán antes, pero llegarán menos, y esa es la realidad, que es la única verdad", consideró.
Al referirse a la actual situación por la que atraviesa nuestro país, dijo que "todas nuestras celebraciones las estamos viviendo en un contexto de dificultades y este contexto nos acompaña en todos los lugares, así que vamos a poner lo mejor para acompañar a la gente que es lo más importante en este momento".
Dijo que el pedido "de nuestra gente va a ser recibir la fuerza necesaria para superar este momento, es nuestra Patria y por ella venimos pidiendo, para que no aflojemos en esta marcha y que haya comprensión de aquellos que tienen las riendas del poder económico, político, económico, sindical y social".
"Porque es nuestra misión acompañar a la gente en este tiempo de penurias, para que no pierdan la esperanza, porque al fin y al cabo la fiesta, la celebración de Mailín es una celebración de esperanza, en medio de tantas crisis y dificultades, así que vamos a estar ahí acompañando a nuestra gente", enfatizó.
Finalmente consideró que el rol de los medios de comunicación y las redes será fundamental, para aquellos que no puedan estar presentes, "como en tiempos de pandemia".
Programación
Las actividades continuarán hoy, con misas en el templo, a las 7, 8 y a las 11; en el Árbol Santo, a las 9, 10 y 12; y en el templete a las 12. A las 17 se rezará el Vía Crucis por las calles del pueblo; 18, misa y Adoración Eucarística en el Árbol; 19.30 misa y rezo de la Novena en el templete; a las 22, homenaje a Santa Mama Antula, con la presentación de la obra musical "Descalza".
Mañana: misas en el templo a las 7, 8 y 15; en el Árbol Santo a las 9 y 12; en el templete a las 12. Bautismos a las 10 y 16; a las 19.30, misa por las comunidades y rezo de la novena en el templete; a las 20 Adoración Eucarística; a las 22 la Santa Misa por los jóvenes en el templete; a la medianoche homenaje y serenata en el templete.
Domingo: a las 7, misa en el Árbol Santo; misa central y procesión a las 10; las 16, bautismos.
Misa en el Árbol Santo
Ante una gran concurrencia de fieles (que según estimaciones superó a la del año pasado), el obispo auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Enrique Martínez Ossola, presidió la santa misa en el Árbol Santo donde cuenta la historia fue encontrada la cruz milagrosa, antes de que el Cristo Forastero sea ubicado en el templete de la plaza del pueblo.
Durante su mensaje, el prelado hizo un fuerte llamado a imitar la vida de Jesús, que sufrió hasta la cruz, y de Mama Antula, quien por primera vez estuvo en esta celebración como santa, que llevó el mensaje de Dios sufriendo hasta humillaciones.
"Debemos mantener la mirada firme en Cristo, ese Cristo que también lleva en su mano Mama Antula, porque en esa cruz lleva también la esperanza de vida que se esconde en el rincón de la muerte", dijo el obispo.
Hizo referencia a que "Jesús nos enseña a sufrir y llorar en esta vida", pero como ocurrió en él, "la tristeza se transformará en gozo y alegría".
"Pidamos entre todos que esta fiesta nos ayude a construir la vida rompiendo las expectativas de muerte que tenemos en nuestra experiencia de todos los días", dijo al final.
Una vez concluida la misa, la Cruz Milagrosa de Mailín fue colocada en el templete, por donde comenzaron a desfilar los fieles a tomar gracias. Una larga cola rodeaba la plaza.