Angustiada y con un nudo en la garganta, la mamá de "Caro" trató de explicar en palabras el dolor que siente hace dos meses.
"Saber que el asesino de Caro sigue suelto, es muy duro" "Saber que el asesino de Caro sigue suelto, es muy duro"
"Saber que el asesino sigue suelto, es muy duro". Así lo señaló Sonia Cruz, mamá de Carolina Ledesma, la joven asesinada por su ex novio en Fernández, al cumplirse dos meses del femicidio.
Ayer se cumplieron dos meses de que hallaron los restos de la víctima, estrangulada con una sábana en su habitación tras haber sufrido una golpiza.
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En diálogo con EL LIBERAL, Sonia, con su voz entrecortada por la angustia que le significó que se cumplieran 60 días sin su hija, expresó cómo atravesó estos dos meses con la esperanza de que "Caro" pueda descansar en Paz.
"Estas semanas han sido muy duras, hoy (por ayer) al cumplirse dos meses de 'Caro' y no tener ninguna respuesta todavía de la Justicia… saber que el asesino sigue suelto, es muy duro, no tener ninguna respuesta", comenzó diciendo la mujer.
"Me siento impotente y con mucha necesidad de que el asesino pague", remarcó Sonia.
El principal sospechoso es Matías "Pato" Loto (22), ex novio de Carolina Ledesma (23), a quien la joven ya había denunciado en ocasiones anteriores.
"Es un dolor muy grande no tenerla a 'Caro', es un dolor muy grande saber que a mi hija la vida le ha sido arrebatada", aseguró la mujer con mucha congoja.
Seguidamente agregó: "Es muy doloroso para mí sentirme así, sentirme sin una respuesta de la Justicia, saber que mi hija ya no está, es muy doloroso".
"Les agradezco por querer saber y por acompañarnos en todo este tiempo, pero por ahora no tenemos Justicia", cerró Sonia.
Ayer en horas de la tarde se desarrolló una marcha por las calles de Fernández para pedir justicia por Carolina Ledesma.
Búsqueda
En paralelo, la Policía y la Fiscalía continuaban con las averiguaciones sobre el paradero de Loto, un verdadero misterio hasta anoche.
Se concretaron decenas de rastrillajes por zonas montuosas, se realizaron allanamientos en Santiago, Santa Fe y Buenos Aires, se secuestraron teléfonos, se tomaron entrevistas y testimonios, pero hasta el cierre, no había pistas precisas sobre el supuesto femicida.
