Al recordarse ayer el Día Mundial del Sueño, especialistas advirtieron sobre los problemas de salud que acarrea la falta de un sueño reparador. Aseguran que esta situación se acentuó en los últimos tiempos.
Revelan que el dormir mal genera trastornos hormonales, de ansiedad y deterioro cognitivo Revelan que el dormir mal genera trastornos hormonales, de ansiedad y deterioro cognitivo
En los últimos años, los especialistas vienen advirtiendo sobre un crecimiento de las consultas por trastornos ocasionados por la falta de sueño, y aseguran que el insomnio es la patología más frecuente entre los trastornos del sueño.
Con motivo de haberse recordado el Día Mundial del Sueño, que es cada año, en el viernes previo al equinoccio de marzo (de otoño para hemisferio Sur, de primavera para el Norte), los especialistas dedicaron la jornada a concientizar sobre la importancia del sueño de calidad en la fisiología humana, en la salud física y en la salud mental.
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Según el neurólogo santiagueño, doctor Miguel Jacobo, las alteraciones del sueño se han convertido en motivo "diario" de consulta en los últimos tiempos, y aseguró que "el dormir mal genera trastornos hormonales, inmunidad y deterioro cognitivo".
"El dormir mal predispone a enfermedades, e incluso tiene relación con el síndrome metabólico que tiene que ver con la obesidad, además de los trastornos de ansiedad y las secuelas cognitivas que deja", puntualizó Jacobo.
En Argentina la Asociación Argentina de Medicina del Sueño desarrolla tareas de difusión y prevención, y este año el lema es "acceso a un sueño saludable para todos".
Junto a un grupo de neurólogos de la Asociación Argentina, explicaron que "a los tres estados de la conciencia, sueño lento, sueño rápido y vigilia, algunos autores consideran que hay que agregarle un cuarto estado, anormal, llamado deprivación de sueño. Consiste, ni más ni menos, que en permanecer despiertos cuando deberíamos estar durmiendo. Ahí se instalaría un programa de funcionamiento cerebral patológico, estresante y perjudicial".
El profesional acentuó que las consecuencias de corto plazo de la deprivación de sueño son "un deterioro de la atención y la memoria, aumento del error y de los accidentes, irritabilidad y un sesgo en favor de asumir mayores riesgos. Las consecuencias de largo plazo son aumento del riesgo vascular, de diabetes y de deterioro cognitivo".
"Es decir que no es solo una patología que afecte la calidad de vida durante la noche, sino todo lo contrario, también la afecta durante el día, donde el individuo desarrolla las actividades comunes", puntualizó.
Respecto de las causas probables del aumento de este problema, el profesional las emparentó con "el ritmo de vida que es cada vez más agitado y que generan preocupaciones".
Abordaje
Sobre el abordaje que se le da al insomnio en la consulta médica, dijo que "hoy en día existen diversas acciones tendientes a tratar el insomnio", las que se dividen en "farmacológicas y no farmacológicas".
"De estos dos, los más importantes son los no farmacológicos, que son aquellos en los que modificamos nuestros hábitos de vida, lo que los especialistas llamamos higiénico dietético del insomnio", reveló.
Entre estas acciones, Jacobo enumeró: "Tratar de realizar actividad física moderada y frecuente, durante la primera parte del día, como caminatas, yoga, ejercicios aeróbicos, cenas livianas, desprovistas de alcohol, con una mayor ingesta de líquidos, y tampoco debe haber café".
"La función específica del sueño tiene aspectos que todavía no se conocen, pero hay aspectos que tienen que ver con la reparación que son bien conocidos. Un sueño adecuado, en calidad y cantidad, es de máxima importancia para una vida plena tanto física como mental", puntualizó.
Hay una relación entre el sueño y la salud mental
"También existe una asociación clara entre deprivación de sueño y trastornos en nuestra salud mental.
Cuando permanecemos durmiendo por debajo de la necesidad básica durante un tiempo, tenemos mayor riesgo de desarrollar ansiedad o depresión y nos tornamos menos eficientes a la hora de gestionar nuestras emociones.
Hay una asociación clara entre calidad de sueño y prevalencia de trastornos de ansiedad.
Qué hacer
La recomendación que, si se está teniendo síntomas de ansiedad, es una buena idea darle importancia al sueño como uno de los factores para recuperar equilibrio emocional, explica Jacobo.
La cantidad de horas recomendadas para dormir por día varía de acuerdo con el rango de edad de las personas
La cantidad de sueño que se necesita depende de varios factores, especialmente de la edad. Aunque las necesidades de sueño varían significativamente entre individuos.
La cantidad de sueño por día recomendada según el rango etario, es: bebés de 4 a 12 meses, de 12 a 16 horas por día; de 1 a 2 años, de 11 a 14 horas; de 3 a 5 años, de 10 a 13 horas, incluidas siestas; por cada 24 horas, incluidas las siestas; de 6 a 12 años, de 9 a 12 horas; de 13 a 18 años, de 8 a 10 horas; adultos, 7 horas por noche o más.
Además de la edad, otros factores pueden afectar la cantidad de horas de sueño que necesitas. Por ejemplo:
Calidad del sueño. Si se interrumpe con frecuencia, no se está durmiendo bien. La calidad del sueño es tan importante como la cantidad.
Privación de sueño anterior. Si sufre de falta de sueño, la cantidad de horas de sueño necesaria aumenta.
Embarazo. Los cambios hormonales y las molestias físicas pueden provocar mala calidad de sueño.
Envejecimiento. Los adultos mayores necesitan aproximadamente la misma cantidad de sueño que los adultos jóvenes. Sin embargo, a medida que envejecen, los patrones de sueño podrían cambiar. Suelen dormir más liviano, les lleva más tiempo quedarse dormidos y también suelen despertarse varias veces durante la noche.