Último primer día: piden responsabilidad de los padres para evitar desenlaces lamentables

El próximo lunes debería iniciarse el ciclo lectivo 2024 en los establecimientos educacionales de la provincia, y los alumnos del 5° año del Nivel Secundario de la mayoría de los establecimientos educativos organizan el ya tradicional festejo del último primer día (UPD).

Y como cada año, desde organizaciones intermedias insisten en pedir responsabilidad para que lo que pretende ser un festejo, no termine en episodios lamentables, ya que los chicos amanecen en las vigilias, ingieren bebidas alcohólica, y han llegado a protagonizar desmanes en la vía pública e incluso en los establecimientos educativos.

El licenciado Marcelo Arambuena, de Proyecto Padres, pidió especialmente a los mayores que acompañen a sus hijos y no les faciliten los espacios o el alcohol para la reunión.

"El UPD se ha constituido como moda en los últimos años. Muchos padres lo toman como un derecho para realizarlo. Desde el punto de vista de Proyecto Padres está bien que los jóvenes festejen su inicio del último año de la Secundaria, pero no podemos dejar de advertir sobre los riesgos que implica la situación si se los deja solos, sin una persona mayor a cargo", sostuvo Arambuena.

Desde otra arista, la psicóloga licenciada Emily Azar, consideró que la conducta de los chicos "recae bajo la responsabilidad de los padres y establecimientos escolares".

Teniendo en cuenta sucesos lamentables ocurridos años atrás, Arambuena, hizo un fuerte llamado a los padres para evitarlos.

"Lo que pretendemos es que los padres acompañen a los estudiantes en este festejo desde un lugar responsable, y no convirtiéndose en cómplices de situaciones que sabemos que los pueden dañar. No queremos tener hechos lamentables, fatales, como los que muchas veces hemos tenido que sufrir en el contexto de las fiestas de los jóvenes, sin control alguno. Hemos visto padres que actúan en complicidad", relató.

Sobre la presencia de los mayores, la licenciada Azar analizó que "se lo toma como un rito de pasos que se hace por los mismos adolescentes y que no está regulado por adultos la mayoría de las veces y ahí está el problema. El adolescente va con todo el ímpetu y la energía, por lo tanto no mide riesgos ni tienen en cuenta que al otro día tienen que ir al colegio".

Un festejo que está sobrevalorado

"El disfrute es una capacidad, que los chicos aprenden a partir de cómo los padres enseñan y la escuela tiene una estructura en donde regula las condiciones de los alumnos, el horario escolar, el uniforme y el estado en el que el alumno llega a clases.

La escuela es sustituto de los padres, si ellos ponen límites, la escuela los refuerza y si los adultos no ponen límites, la escuela los pone.

Pareciera que es el último del mundo. Se sobrevalora el festejo por sobre lo que implica cursar un último año. Hay chicos que celebran y aún no egresaron.

Hay que tener en cuenta que significado tiene esto y enseñar que esto representa algo fuera de la escuela, por lo tanto ni la institución, ni los profesores son responsables".

"Nosotros trabajamos desde la prevención"

Marcelo Arambuena, recordó que desde Proyecto Padres trabajan antes de los hechos, detectando en qué lugares se realizarán las reuniones, con el fin de pedir a las autoridades competentes que realicen los controles necesarios.

"Nosotros no tenemos poder de policía. Contamos con el apoyo de organismos oficiales y de seguridad, pero hacemos nuestro trabajo antes de estas reuniones, detectando los lugares en que se harán, e insistiendo a través de los medios de comunicación en que los mayores responsables de los adolescentes presten atención y sean responsables", añadió.

Dijo que muchas veces, "los chicos que consumen alcohol en fincas que alquilan para la fiesta, van a los colegios conduciendo, con el grave riesgo que representa".