El descubrimiento de la motocicleta de la víctima enterrada habría dejado al descubierto su presunta autoría en el crimen. Antecedentes que lo condenan: en el 2019 abusó de una mujer y la asesinó.
Presunto asesino de Esther intentó explotar garrafa para no ser detenido Presunto asesino de Esther intentó explotar garrafa para no ser detenido
VILLA ATAMISQUI, Corresponsalía Loreto (C) Momentos de tensión y dramatismo se vivieron en esta ciudad cuando el presunto asesino de Esther Tévez se amarró una garrafa a su cuerpo y amenazó utilizarla como lanzallamas para no ser detenido. Todo comenzó cerca de las 14.30 cuando personal de la Comisaría 20 intentaba detener a Paulo Andrés Pereyra, alías "Yity", en el marco de un hecho de violencia doméstica ya que su hermana lo había acusado por amenazas y lesiones.
Un llamado de una vecina alertó a la policía sobre el grave hecho de violencia doméstica que se estaba desarrollando en la casa de Sandra Peralta (28) en el barrio Lomitas, quien había mantenido una discusión con su hermano (alias Yity) que la habría amenazado de muerte a ella y a sus hijos menores.
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La situación pasó a mayores cuando en medio de la disputa familiar salió a la luz un entramado que ligó a "Yiti" con el crimen de Esther Tévez, quien fuera encontrada muerta el sábado 13 de enero en su casa de la localidad de Tres Caminos. En el momento que llegaron los uniformados, Sandra se encontraba en un estado de crisis de nervios, aparentemente la discusión entre los hermanos había comenzado cuando Paulo le reclamó a su hermana el hecho de que ella había bailado con un hombre en una fiesta de carnaval.
Cuando los efectivos trataban de contenerla junto con un grupo de vecinos que se encontraban reunidos cerca del lugar se escuchó el dato de que "en el fondo la casa de la Tere hay una moto enterrada".
A su vez uno de los hijos menores de Sandra manifestó: "Sí, hay una moto en un pozo al fondo en la casa de la Tere". Inmediatamente, se informó del hecho a la fiscal Luciana Jacobo, quien se puso al frente del procedimiento y dio las primeras directivas, guiados por las declaraciones del personal de la Comisaría 20.
Rápidamente los efectivos arribaron a la casa de Teresa Juárez otra hermana del acusado y comenzaron la excavación a cuarenta metros al sur de la vivienda, desde donde desenterraron una motocicleta Honda Wave 110cc. Según se supo, el rodado estaba envuelto en trapos dentro de un pozo de poco menos de dos metros, el que sobre la tierra tenía colocada una chapa y ramas.
Al lugar llegó personal del Departamento Homicidios y Delitos Complejos y allí se confirmó la peor sospecha: el motovehículo desenterrado era el que había sido sustraído a Esther Tévez, víctima del sangriento crimen de Tres Caminos. De inmediato fueron a la casa de "Yity" y allí se generó un dramático episodio, el acusado amenazó con "volar" una garrafa para evitar ir tras las rejas. Pasadas las 15.30 arribó a Villa Atamisqui la fiscal Luciana Jacobo y junto al Departamento de Homicidios, trasladaron a la Capital al supuesto homicida.
Abusó y mató: su antecedente
"Yity", conocido para la Justicia santiagueña, tiene un antecedente que lo pone en el ojo de la investigación por la muerte de Esther. En el año 2019 abusó de una anciana hasta matarla. Estuvo preso y salió hace un mes en libertad.
El recuerdo del caso de doña "Panchita", una mujer de 93 años que fue ultrajada en el marco de un asalto que sufrió y cuyas heridas posteriormente le causaron la muerte, volvió hoy a la memoria de los vecinos atamisqueños, ya que los acontecimientos de ayer tenían como protagonista a Paulo Andrés Peralta uno de los sospechosos del terrible caso de la anciana asaltada y abusada sexualmente. Por este horrendo hecho, el sospechosos permaneció detenido cuatro años.
La mujer fue intervenida quirúrgicamente y como consecuencia de las heridas que sufrió en el feroz ataque, dejó de existir a los pocos días.
Este caso motivó a la comunidad atamisqueña a realizar una marcha pidiendo justicia por doña Francisca Díaz que en esa oportunidad comenzó frente a la parroquia de la ciudad y recorrió las calles céntricas de la villa.
El crimen de Tres Caminos
Esther Tevez (67) fue ultimada a puñaladas el jueves 11 de enero de este año en su casa ubicada en el paraje Tres Caminos, que se encuentra a 10 kilómetros al Oeste de Villa Atamisqui y a 2 al Este de Estación Atamisqui.
El cadáver fue hallado el sábado siguiente por su empleada, Norma Ledesma, quien solo trabajaba los días sábados en casa de la mujer, cuyo triste final shoqueó a la población.
Según la investigación, Ledesma limpiaba afuera de la casa, entre las 6.30 y 8. Al considerar que su patrona ya se habría despertado, entró a la vivienda y la halló en la cama en posición cúbito dorsal y los pies apoyados en el suelo, con sangre en el torso. La víctima se dedicaba a la cría de animales caprinos y aves de corral. También desarrollaba una actividad comercial recorriendo la zona con su utilitario, vendiendo mercadería.
Desde un principio los investigadores tenían puesta la mirada al menos en tres sospechosos que habían recuperado la libertad en los días previos al homicidio, dentro de la lista de sospechosos se encontraba Paulo Andrés Peralta, quien había purgado 4 años preso, acusado de la horrenda violación y robo en perjuicio de Francisca Díaz una anciana atamisqueña.
"Yo misma le pedí que se entregara"
La normal tranquilidad del barrio 27 de Octubre, se vio sobresaltada cuando un grupo de niños comenzó a recorrer sus calles gritando "Yity tiene una garrafa en la mano y la quiere hacer explotar". Los vecinos comenzaron a salir de sus casas y ante sus miradas sorprendidas se encontraba Paulo con una garrafa amarrada a su cuerpo, junto a su madre Noemí del Valle Peralta y su hermana Teresa Juárez rodeados por la policía.
Noemí fue la interlocutora entre la policía y el grupo familiar que quería evitar el arresto, los gritos de las mujeres y el llanto de los niños aumentaban la tensión a la prolongada negociación, el principal Roldán, 2º jefe de la Comisaría 20 se puso al frente de las conversaciones y logró disuadir al alterado sospechoso quien depuso su actitud y se entregó a la policía. Enseguida fue trasladado hasta la Comisaría 20 y desde ese lugar a la capital de la provincia.
"Yo solo quería resguardar la integridad de mi hijo, cuando sentí que tenía todas las garantías, yo misma le pedí que se entregara y lo acompañé hasta la policía, él ya fue culpado de un delito que no cometió y estuvo cuatro años preso injustamente", indicó en diálogo con EL LIBERAL su madre Noemí del Valle Peralta.