Entrevista a Julio Burdman: "La CGT no es la que más confrontó al Gobierno sino la que mejor lo hizo"

El analista político director de la consultora Observatorio Electoral, Julio Burdman, se refirió en un diálogo con EL LIBERAL a la primera semana política de este año, cruzada por los pedidos de amparo contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presidencial y la "ley ómnibus" que se comenzaría a tratar esta semana próxima en el Gobierno, justo cuando Javier Milei cumplirá su primer mes de gestión.

El politólogo analizó los efectos de las distintas reacciones que hubo al DNU presidencial y a las posturas más confrontativas que llegaron desde la Confederación General del Trabajo (CGT) que incluso convocó a un paro nacional para el próximo 24 de enero.

Al ser consultado si era previsible que se levantaran tantas reacciones al DNU y si esto marcará una agenda cargada de dificultades para el Gobierno que además no cuenta con la robustez en números necesaria de fuerzas propias para impulsar en el Congreso estas medidas, Burdman señaló que "las reacciones eran previsibiles, porque la mayor parte de las revelaciones del decreto tienen diferentes afectados puntuales y lo previsible era que cada uno de los afectados saliera a protestar por la parte del decreto que le corresponde, eso era descontado por todo el mundo".

No obstante, puntualizó que "más allá de qué sucediera en la instancia legislativa, lo más difícil iba a ser lo judicial tanto por el tema de amparos como inclusive la posibilidad que la Corte intervenga contra el DNU en su conjunto".

A su vez al analizar el escenario opositor y si buscará el oficialismo avanzar solo con la fuerza de los votos que cosechó en la elección y gestionar menos desde la política, el analista apuntó que "no hay una oposición sólida, porque si la hubiera, tal vez cada uno de los amparos sectoriales contra el decreto se unificarían en una gran cadena equivalencial y habría una gran presentación de los sectores de la pesca, de la CGT, etc. y entonces todos los que protestan lo harían bajo una sola bandera, eso lo haría la oposición, reunir a todos quienes se oponen y dado que eso no está, lo que le toca al Gobierno es justamente enfrentar una oposición fragmentada".

En este escenario, al ser consultado si hasta ahora la CGT fue el sector que más confrontó al Gobierno y si la relación seguirá con la tensión de esta semana, el politólogo destacó que "la CGT no es la que más confrontó, sino la que mejor lo hizo, la que tiene más experiencia".

Puntualizo, en este sentido que "la CGT es una institución que tiene en la Argentina muchas décadas. Es, probablemente, uno de los sectores con mayor cintura política del país, acostumbrado a sobrevivir con diferentes gobiernos, ni siquiera las dictaduras más duras pudieron con la CGT y que además cuenta con abogados, legislación, expertise, que hace que sus planteos nunca caigan en saco roto".

Destacó que "la CGT lo que tiene es una eficacia que no tienen otros sectores como los jubilados, los sectores vinculados a las finanzas, los cuentapropistas, a diferentes sectores que no tienen esa capacidad de acción institucional que tiene el sindicalismo argentino".

A su vez, respecto de si la Justicia acogió el pedido de amparo y le dio respuesta positiva a la CGT porque podría conformar en cierta forma una alianza política con la central obrera, apuntó que "una parte de la Justicia acompaña a la CGT no por una alianza política sino porque forma parte de todo un entramado jurídico, procesal, legal, que favorece a la CGT. Porque la CGT está acostumbrada a lidiar con ello, en el foro laboral la CGT se mueve con mucha habilidad y por eso consiguió primero que nadie resultados".

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"No hay una oposición sólida, porque si la hubiera, tal vez cada uno de los amparos sectoriales contra el decreto se unificarían en una gran cadena"

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