Vacaciones: qué pasa con los chicos que ya no deben cumplir rutinas, frente a padres ocupados

Llegan las vacaciones y los niños terminan sus obligaciones. Si bien es época de descanso y de actividades recreativas, son los padres los que ya analizan cómo sobrellevar estos días en los que los hijos estarán desocupados, pero ellos deben continuar con sus obligaciones.

En medio de la disyuntiva entre si se los deja dormir hasta tarde y se los libera de toda responsabilidad, o la imperiosa necesidad de conseguirles una actividad extracurricular, la Lic. Rosario Sanguedolce, especialista en psicología infantil, explicó, en diálogo con EL LIBERAL, cómo enfrentar este momento.

"Me parece importante resaltar este punto: qué pasa con los adultos cuando los chicos no tienen obligaciones, porque hay una necesidad del mayor de que el chico siempre esté ocupado, haciendo algo. Si bien es bueno, además de la escuela, hacer otro deporte o actividad porque ayuda a la sociabilización y demás, también es importante apelar a la propia imaginación del niño. Es decir, que ellos también busquen de qué forma pasar horas de ocio, cómo resolver el aburrimiento, que siempre digo y lo sostengo desde el psicoanálisis que también lo plantea, este aburrimiento apela a que se instrumenten herramientas simbólicas que den lugar a la creatividad, la imaginación. Es necesario aburrirse porque posibilita motorizar el deseo", comenzó su análisis de la situación, seguido de algunas recomendaciones a tener en cuenta.

Visto desde el punto de vista de la especialista en Psicología Infantil, el planteo se hace desde el lugar que ocupan los adultos hoy.

"Más que ir buscando qué hacer con los niños, la pregunta es para los adultos, si ellos toleran que los chicos tengan espacios de ocio, y cómo lo sobrellevan. Entonces, en este punto se recomienda acompañarlos en esta nueva forma de estar, que serían las vacaciones, en donde no hay una rutina. Se podría buscar una colonia de vacaciones, visita con amigos, visita familiar. Pero siempre hay que tener en cuenta que es necesario que el niño se aburra, que recurra a esos momentos de ocio para buscar otras formas, tolerar el aburrimiento y la frustración, tolerar la soledad, que ayudará a que ellos puedan comprender, aprender y desarrollar sentimientos que tienen que ver con extrañar a un amigo".

Hay que invitarlos a los niños a generar planes para su tiempo libre

Entre las recomendaciones para los adultos, la Lic. Sanguedolce sugiere: "Hay que plantearles a los niños cuáles son los deseos que se le vienen a mente. Qué tiene ganas de hacer. Cómo quieren pasar su tiempo. El adulto puede proponer actividad y también dar lugar a que el propio niño o adolescente descubra qué tiene ganas de hacer"

"Hoy en día vemos niños que si no les dicen lo que tienen que hacer, quedan en un estado total de comodidad y sedentarismo, que tampoco es sano. Entonces, si apelamos a la pregunta, pero no obtenemos respuesta, habrá que proponer actividades, pensar qué se puede hacer. 'Quizás se puede hacer un curso de verano', aconsejó la especialista.

Las obligaciones en la casa no tienen descanso

Las obligaciones que cada uno de los integrantes de la familia tiene, no deben verse alteradas por el inicio de las vacaciones.

"Las responsabilidades dentro de la casa deben seguir existiendo por más que estén de vacaciones, porque estos deberes no tienen nada que ver con las clases. Hay que respetar el horario de las comidas, el horario de las conexiones a los dispositivos móviles. Hay que seguir firmes con todas las normativas que tienen que ver con el control de la ansiedad, el sostenimiento de hábitos, que es necesario para el crecimiento. Y como siempre decimos, seguir con las responsabilidades compartidas en la casa, que tienen que ver con poner la mesa, levantar los platos, acomodar la ropa, todo eso que ya se instrumenta durante el año", sentenció la Lic. Rosario Sanguedolce.