Innovación y coordinación para luchar contra la deforestación ilegal en la Amazonía Innovación y coordinación para luchar contra la deforestación ilegal en la Amazonía
Una noticia para celebrar: la deforestación en la Amazonia brasileña cae un 7% en el último año. Se trata de un cambio de tendencia alentador teniendo en cuenta las alarmantes observaciones que se han realizado en el último tiempo con respecto al estado del bioma y de la cuenca. Entre ellas, las conclusiones presentadas en el informe Amazonía Viva 2022 realizado por la organización WWF, que revela que el 18% de los bosques amazónicos se ha perdido por completo, mientras que otro 17% está en estado de degradación. Un balance preocupante que revela el peligro que corre la Amazonía, un área de crucial importancia para la población mundial que, no solo alberga la mayor biodiversidad del planeta, sino también la principal reserva hídrica del mundo. Esto, sin olvidar a las más de 47 millones de personas que habitan allí, entre ellas 2 millones de indígenas que pertenecen a más de 500 pueblos distintos.
En este contexto, las cifras presentadas en la antesala a la Cumbre de Presidentes Amazónicos y que dan cuenta de una caída en la deforestación del 42,5% acumulada en los siete primeros meses de 2023, cobran especial relevancia. Si bien es un avance, hay que tomar la noticia con pinzas ya que se trata de datos preliminares. Lo que es seguro es que este es un paso favorable que demuestra por qué se debe seguir apostando por soluciones innovadoras que formen parte de estrategias holísticas y coordinadas a nivel regional, pero con una visión global.
Afortunadamente, no todo está perdido en los pulmones del planeta. Según el estudio Nueva Economía para la Amazonia Brasileña, realizado por más de 70 investigadores del World Resource Institute (WRI) y The New Climate Economy, la Amazonia brasileña tiene oportunidades de convertirse en una potencia de la bioeconomía de cara al 2050, aunque para eso hace falta cumplir con ciertos objetivos como poner fin a la deforestación ilegal y bajar las emisiones. De aquí la importancia de apostar por la conservación.
Entre las acciones que ya están llevando en la Amazonia brasileña destaca, por ejemplo, el ambicioso programa en el que ha estado trabajando la consultora de sostenibilidad ATA, junto con la empresa brasileña especializada en la gestión forestal sostenible BR ARBO Gestão Florestal. Conocido como Proyecto Mejuruá, este programa prevé conservar más de 900.000 hectáreas de selva amazónica que se extiende por los municipios de Carauari, Juruá y Jutaí.
Se trata de una gran apuesta al desarrollo sostenible en la zona que permitirá conservar la selva y su riqueza natural. Esto debido a que, en lugar de llevar a cabo la tala rasa del 20% como lo prevé y permite el Código Forestal Brasileño, la empresa ha optado por la conservación del bosque mediante una actividad de gestión forestal sostenible. Esto permitirá generar ingresos para las comunidades locales y a su vez, garantizará un impacto medioambiental mínimo, salvaguardando el bioma frente a la creciente deforestación ilegal.
A través de la gestión forestal sostenible, el Proyecto Mejuruá busca generar valor económico compartido. Esto se traducirá en más iniciativas destinadas a proporcionar servicios esenciales como educación, sanidad y acceso a servicios públicos a las comunidades locales.
Con el fin de garantizar la conservación de la zona, el programa multifacético de BR ARBO Gestão Florestal, pondrá en marcha una estrategia de vigilancia, tanto terrestre como por satélite que permitirá mitigar la deforestación ilegal. Esta actividad estará complementada por la labor de los llamados “ángeles del Bosque” que formarán parte del programa que llevará el mismo nombre y que implicará a las comunidades locales en la protección de la zona, permitiéndoles proteger y defender su espacio de las invasiones y otras actividades ilegales.
No quedan dudas de que las estrategias holísticas que generen beneficios para las poblaciones locales de manera equitativa, como la presentada por BR ARBO Gestão Florestal, son el camino a seguir para combatir la deforestación y la destrucción en la Amazonia. La participación de los pueblos y comunidades en la toma de decisiones y en la labor de protección ambiental, ha estado relegada a un segundo plano. Es por ello que, poner el foco en impulsar su bienestar al involucrarlos en los proyectos es una gran oportunidad para dar batalla a los ambiciosos desafíos ambientales.
Otra iniciativa que apunta en esa dirección es el programa Paisajes Sostenibles de la Amazonia, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y liderado por el Banco Mundial. Su objetivo es poner en marcha proyectos de conservación en la zona y así poder restaurar miles de hectáreas, al promover prácticas sustentables en la tierra. Pero sobre todo, el proyecto apunta a la coordinación regional y la gestión integrada de la conservación de los ecosistemas en zonas de especial prioridad de la Amazonia.
Apoyar la colaboración regional también es clave para alcanzar estos objetivos. Aunque no resulta sencillo, teniendo en cuenta que el liderazgo en la Amazonia depende de la colaboración de los ocho países que la componen y que no siempre están de acuerdo en el camino a seguir. Una posición unificada sobre la conservación de la Amazonia es entonces lo que se espera en la antesala a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28) a fines de este año. Una Amazonía unida, requiere esfuerzos coordinados para suconservación.