La caída de una familia narco causó revuelo en sus clientes

La Fiscalía iniciará hoy la larga ronda de indagatorias a la familia narco del B° Primera Junta, cuyo derrape y caída provocó el éxodo masivo de amigos y parientes, algunos de los cuales son barras de un equipo de fútbol local, al menos hasta clarificarse la magnitud del cimbronazo y extraerse el contenido de los ocho celulares secuestrados.

Todo hizo eclosión el viernes a la noche. La fiscal Gabriela Gauna y el juez Fernando Paradelo generaron un revuelo masivo, al copar tres casas del B° Primera Junta y acorralar a cuatro parientes: dos en calle Cabanillas y una tercera, en Congreso. Fue resultante de una investigación iniciada en el 2021 tras una denuncia anónima ante las autoridades de la Delegación de la Policía Federal en Las Termas de Río Hondo.

Por ella, a la cabeza cayeron Jesús María Federico Ovejero, 35, dos primas y un amigo. El cuarteto está sindicado de vender cocaína y marihuana, sin discriminar en adolescentes o adultos, mucho menos tornarse selectivos en condición social alguna.

Las secuelas imprevisibles

Conocedores y lectores de la percepción de un procedimiento, al instante al menos seis sujetos se impusieron un bajo perfil, llamaron a silencio, se alejaron de sus casas y ahora hasta caminan por las calles con una eximición bajo el brazo.

Temen ser arrastrados por la marea del Primera Junta. Lo más trascendente, "sudan la gota" y cruzan los dedos por haber hablado de más en celulares, esos que ahora obran en poder de los federales.

Vale subrayar que el proceso consta de fotos, videos, compras controladas y secuestros, lo vital para extender un encierro hasta el dictado mismo de la prisión preventiva.

Prima facie, los federales incautaron drogas, elementos de cortes y otros objetos, propios del negocio en la compra y venta de drogas, deslizó un investigador.

Lo que no se advierte en la superficie

Por fuera del vendaval policial, subyace una corriente de barras de calle Congreso rápidos en "parapetarse", ante el solo paso de un patrullero por frente de sus casas. Muchos de sus exponentes creen ver en las redadas, la existencia de facturas por viejos pecados con las drogas y al cierre de esta edición evitaban asomarse por las calles y golpeaban las puertas de estudios jurídicos, en busca de un "blindaje legal" (con pedidos de eximición de prisión) que les despejen el fantasma de posibles allanamientos y detenciones.

Abstrayéndose de todos esos vericuetos, la fiscal reunía anoche los legajos, dispuesta a iniciar hoy un maratón de indagatorias. Los cargos dominantes son "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización".

En las palabras o silencio de los cuatro detenidos tal vez penda la suerte de los otros sospechosos, al borde de un ataque de nervios y asumiéndose ya presos y esposados.