Millonario robo de 28 celulares en un conocido comercio de electrodomésticos santiagueño

Un solitario delincuente, oculta su cara con una gorra, se apoderó de 28 celulares, y otros artículos, valuados en casi $ 2.000.000 y otros $ 200.000 en efectivo, tras tomar por asalto las instalaciones del local Las Malvinas, en su sucursal de la ciudad de Monte Quemado, Copo.

La denuncia fue interpuesta el fin de semana por el encargado de la firma, Carlos Rafael Pereyra, quien trabaja hace más de una década en el local comercial ubicado en avenida 25 de Mayo al 200 del B° Centro.

Según la presentación ante la Seccional N° 22, "contra autores desconocidos", Pereyra y el resto del personal arribaron a Las Malvinas a las 8 de la mañana del jueves 2 de marzo. El grupo estaba conformado por los empleados Franco Javier Ledesma, Diego Enrique Salazar, Sebastián Espíndola y Noelia Villarreal.

Amarga jornada

Una vez en el interior del edificio, los trabajadores se trasladaron al sector trasero de cajas y manejos de los sistemas: allí descubrieron que la caja registradora se encontraba abierta, violentada, y advirtieron el faltante de $ 200.000.

No era la única sorpresa amarga. En segundos, vieron que en un estante había 28 cajas de celulares vacías y diseminadas por el piso.

Rápido, determinaron que habían sido robados 28 celulares, la mayoría de alta gama.

El botín también estaba compuesto de una plancha de cabello, una afeitadora y otros artículos. Para el encargado, lo robado bordearía los $ 2.000.000, trascendió de esferas policiales.

La maniobra

Siempre sobre la base de la denuncia de Pereyra, minutos después, se trasladaron al sector trasero del depósito. Allí comprobaron que había sido forzado el portón de chapa en su lateral zona baja. Se cree que emplearon una especie de barreta para doblegar la resistencia, cuya particularidad es que se encontraba remachado por la parte interna.

Al analizar las cámaras de seguridad, habrían contemplado al responsable del golpe a las 4.30 exactamente. Se trataría de un sujeto de contextura delgada que llevaba una gorra blanca con un logo en la parte frontal, pantalón y suéter o campera negra, guantes y barbijos.

Para el denunciante, el maleante estuvo poco tiempo en el local y se retiró con una mochila en sus manos. Se sabe que irrumpió por el sector oeste del comercio, desde una casa de familia que se encontraría deshabitada.

Ahora, el fiscal Daniel ábalos puso manos a la obra a los policías y a los dateros del bajo mundo. Es imposible que alguien robe 28 celulares y no se tiente en venderlos en el mercado negro, pero no es menos cierto que la ecuación es inequívoca: cuanto más nuevo, moderno, más fácil de rastrear y/o detectar.

A contrapelo de toda lógica, ábalos confiaba anoche en dar con algún personaje capaz de guiarlo hasta el enigmático desconocido que copó Las Malvinas y escapó, sin hacer ruido, ni siquiera delatado por alarma alguna, con una mochilla atesorando un botín superior a los $ 2.000.000.