Recala en Tribunales la ''''guerra'''' y homicidio reciente entre ''''Los Pibes de la Villa'''' y ''''Los Choros''''

Cuatro jóvenes serán sentados hoy en el banquillo de los acusados y la Fiscalía pedirá, al menos para dos, prisión preventiva por el asesinato del adolescente Braian Lautaro Rodríguez, alias "Bandeño", herido el 26 y que murió el 28 de diciembre pasado, a raíz de un brutal enfrentamiento armado en el B° Independencia entre "Los Pibes de la Villa" y "Los Choros".

Desde las 9.30, la jueza de Control y Garantías, Sara Harón, presidirá la audiencia que enfrentará a la fiscal Belkis Alderete con los abogados defensores: Carlos Ríos López, Felipe Villalba Sández, Nicolás Diambra y la defensora oficial, María José Corvalán.

Los cuatros sujetos que no pudieron zafar de las redadas policiales fueron "Icardi", su hermano "Chuchú"; "Toro" y "Panza", sindicados de teñir con sangre la refriega, dentro de un escándalo armado de todos contra todos.

El móvil y la sed de sangre

El prólogo de la historia sobrevino hace dos años. Desde entonces, unos y otros protagonizaban escándalos a tiros y peleas mano a mano, en clara demostración de poder e impunidad.

Así, el 26 de diciembre alguien osó cruzar la acequia que dividía los territorios de cada bando. Y en segundos, recrudeció el odio de los "púberes", de fuerte apego a las armas, pastillas y otras adicciones.

Sin una estrategia en común corporativa, Ríos López y Villalba Sández intentarán convencer hoy a la magistrada que la muerte del jovencito fue lamentable, pero dentro de una guerra plasmada en un "homicidio en riña", es decir de una lucha entre todos y sin autores individualizados. Para los letrados, la tragedia pudo enlutar y sumir a las familias en el horror en cualquiera de los dos bandos, ya que el jovencito recibió un tiro que segó su vida, 48 horas después, sin que aún se haya confirmado si partió de un revólver, pistola o "tumbera".

No aparece el autor material del disparo

Las posiciones son claras. La Fiscalía bregará por la prisión preventiva de los dos adultos y tratamiento intramuros, para los dos restantes menores.

Por el contrario, las defensas juzgarán que el escenario fue otro: sostendrán que no hay un autor material aún y por ende, apostarán fuerte a la falta de mérito para los adultos.

Quizá no se opongan al tratamiento tutelar de los dos adolescentes. Pero, a diferencia de la Fiscalía, instarán a que sean monitoreados fuera de las paredes de un edificio de seguridad. Es decir, libres.

Mientras, el resto de los sujetos que también lanzó piedras y tiros sigue agazapado en el B° Independencia. Subyace una tácita tregua, pero para los conocedores del "clima" que se percibe en el complejo, cuanto más silencio más tensa e imprevisible es la conducta de los dos grupos enemigos. ¿La paz que antecede a cualquier disparo? y adiós a la paz impuesta a fuerza de patrulleros policiales.