Benito Cerati le pone banda sonora a su gran despertar Benito Cerati le pone banda sonora a su gran despertar
El largo proceso interno de Benito
Cerati para asumir su rol como solista
y desligarse de la sombra de su céle?
bre padre que la mayoría proyectó so?
bre él desembocó en “Shasei”, primer
disco firmado con su nombre propio
tras diez años al frente de su proyec?
to Zero Kill, una producción atravesada
por el concepto de “las primeras veces
de muchas cosas”.
El largo proceso interno de Benito Cerati para asumir su rol como solista y desligarse de la sombra de su célebre padre que la mayoría proyectó sobre él desembocó en “Shasei”, primer disco firmado con su nombre propio tras diez años al frente de su proyecto Zero Kill, una producción atravesada por el concepto de “las primeras veces de muchas cosas”.
“Creé un mundillo del vasto mundo de mis influencias. Armé como un pequeño país donde tomé ciertas cosas particulares. Fui un poco en busca de eso, por eso es un disco que se parece un poco al primer disco de Zero Kill, en el que tomé todo lo que estaba escuchando. Fue un poco como un ''''reboot''''", explicó el artista a Télam, al referirse al disco.
“Traté de hacer un disco ligado a mi esencia y lo encaré como si lo estuviese haciendo en esa época, con las cosas que me inspiraban en esa época, con las vivencias de esas épocas. El disco abarca mucho las primeras veces de cosas, entonces todos los temas tienen que ver con la primera vez que me enamoré, que tuve miedo, que me dejaron, hay mucho de eso”, amplió.
Y no parece casual que esta primera vez con su nombre coincida con un período en el que la figura artística de Benito aparece consolidada, fundamentalmente cuando quedaron atrás los prejuicios sobre sus cualidades y las absurdas comparaciones.
Esta situación que distrajo la atención sobre lo que realmente podía ofrecer, se revirtió a fuerza de grandes performances y una búsqueda musical que nunca se apartó del camino, pero que encontró su madurez. Hasta parece que el mismo Benito se hubiera encontrado a sí mismo luego de despojarse de aquellas capas.
“De más pendejo lo que más me irritaba era que no se me veía, que no se me escuchaba lo que planteaba. Había mucha gente que ni me había escuchado y hablaba desde el prejuicio. Había gente que me trataba mal simplemente por quién soy. En ese momento, sentía que tenía que devolver esa injusticia o no quedarme callado. No me arrepiento de nada, lo hice por alguna razón y lo único que puedo reprocharme ahí son las formas”, reconoció.
Ahora, advirtió, “ya pasó, sé dónde estoy parado. Siempre lo supe, pero no ha sido fácil. Creo que la llevé bastante bien dentro de todo y luego me dejó de importar. Tengo una vida propia, cosas que me gané por mérito propio. Estoy más cómodo conmigo, no tengo la necesidad como los perros de ladrar cuando pasás al lado por protección. Ya está, eso me quitaba mucho tiempo para otras cosas”.
Más allá de todo esto, lo cierto es que “Shasei” es un atrapante y barroco viaje musical de diez canciones producido con Estanislao López, en el que conviven sonoridades ligadas a bandas sonoras de filmes de James Bond, dramatismo operístico, música ambiental y pícara sensualidad.
Con la pomposidad como factor común, se suceden cortes que van recreando las emociones de las distintas “primeras veces” mencionadas por su protagonista. Allí aparece un batallón de grandes nombres que hacen su aporte para conformar un universo que refleja la magnitud artística de Benito.
Lito Vitale, las cuerdas del Cuarteto Divergente de Alejandro Terán, Gillespi, Ramiro Flores, Fernando Nalé, son algunos de los nombres que se sumaron a músicos ligados a Benito desde el inicio de su recorrido, como el baterista Alejandro Castellani y el guitarrista Alfredo García Tau.