El espacio donde llovieron meteoritos hace más de 4.000 años

En el sector noreste del territorio santiagueño, existe una zona geográfica en la que hace aproximadamente 4.000 años impactó una lluvia de meteoritos provenientes del estallido en la atmósfera de un asteroide de más de 800 toneladas, cuyos fragmentos aún existen en el lugar o se siguen extrayendo, según aseguran los lugareños.

La zona del impacto ocupa grandes extensiones de nuestra provincia y del Chaco, allí precisamente se encuentra Campo del Cielo, un parque donde se exhiben los meteoritos extraídos en ambas provincias.

Según aseguran especialistas que se dedicaron al estudio de este fenómeno, “es una de las zonas de dispersión de meteoritos más grande del mundo y la única de la que se recuperó semejante cantidad de masa”.

Las 400 toneladas de sideritos (meteoritos metálicos) que impactaron en la tierra a 14.000 km por hora, la mitad de la masa total se perdió por ablación, se dispersaron sobre una superficie de 240.000 hectáreas que hoy comparten las provincias de Chaco y Santiago del Estero.

Quienes realizaron las investigaciones definieron “dos áreas, el campo de cráteres, donde están estos 26 a 28 cráteres y el área de dispersión aún mayor, de pequeños fragmentos, o no tan pequeños”.

Más de 100 toneladas ya fueron recuperadas, una gran parte de ellas se concentran en el meteorito “El Chaco” (33.400 kg), encontrado en 1969, segundo en el ranking mundial después del Hoba (66.000 kg) en Namibia (áfrica), y otras tantas en el “Gancedo” (27.740 kg), encontrado en 2016.

También reina el misterio sobre estas reliquias astronómicas que se encuentras en la zona, ya que muchos aseguran que el meteorito más grande fue extraído de la estancia La Eduvigis, bautizado como Santiagueño y trasladado a Campo del Cielo, pero en el parque aseguran desconocer su historia.

Gigantesco

Un investigador chaqueño que participó en el estudio y la extracción de meteoritos en su provincia y en Santiago del Estero, confirmó en 2014 la existencia de un meteorito de gran tamaño en la estancia La Eduvigis, propiedad de la familia Devoto, y fue más allá en sus revelaciones al afirmar que aún resta mucho más por descubrir en ese emplazamiento y otros campos vecinos, donde detectaron cráteres de 90 y de 70 metros de diámetro.

“En medio del campo, hay una zona que nos dijeron que hay un meteorito que sería mucho más grande que los que se descubrieron, y está preservado el lugar”, cuenta Delfín Alberto Gatto, “Nene”, encargado del campo La Eduvigis.

Mario Vesconi, investigador y presidente de la Asociación Chaqueña de Astronomía, fue parte del equipo de profesionales que junto al investigador de la Nasa William Cassidy, estudiaron varios de los fragmentos del meteorito que hace 4.000 años colisionó con la tierra con una fuerza tremendamente poderosa que destruyó todo rastro de vida animal y vegetal en un área indefinida, pero que podría superar los 20.000 kilómetros cuadrados, que fue la superficie de impacto de los fragmentos.