Conducción segura, un chequeo de la salud ocular es siempre lo mejor Conducción segura, un chequeo de la salud ocular es siempre lo mejor
la posibilidad de salir de vacaciones; para
ello, la preparación del viaje además de chequear
el estado del vehículo (en caso de salir
en auto) es importante hacer un chequeo de
nuestra salud visual. Porque es tan peligroso sobrepasar
los límites de velocidad o conducir de manera temeraria
como hacerlo sin una correcta percepción visual
del entorno.
Para conducir de forma segura es tan importante
ver y distinguir correctamente todo lo que nos rodea,
como interpretar estas señales adecuadamente para
poder reaccionar ante ellas de una forma correcta
y en el tiempo justo. En este caso, el factor tiempo
es fundamental, ya que la conducción implica movimiento
y, por tanto, velocidad. En este sentido, el
cálculo de las distancias y del tiempo necesario para
reaccionar es crucial para evitar accidentes, la conducción
es una actividad neuromotora que comienza
en la vista.
En función de lo que seamos capaces de ver o no
ver, nuestro cerebro dará una orden que desencadenará
una actividad motora, es decir, una acción consecuente
con lo que hemos visto.
Por lo tanto, uno de los requerimientos básicos
para la conducción segura es ver correctamente, para
poder anticiparnos y reaccionar a tiempo ante cualquier
imprevisto.
Y aquí se nos plantea una pregunta crucial ¿a qué
nos referimos cuando decimos “ver correctamente”?
Evidentemente, es cuando nos referimos a la agudeza
visual, es decir, si una persona requiere de uso
de anteojos, estos deben estar correctamente graduadas,
sin embargo, la agudeza visual es necesaria, pero
no suficiente.
Existen determinadas patologías y disfunciones
que reducen significativamente nuestra capacidad
perceptiva, por ejemplo, a partir de los 50 años,
nuestra capacidad para ver por la noche o nuestra tolerancia
a los deslumbramientos se reduce, lo que nos
obliga a esforzar más nuestra vista, produciéndose un
mayor cansancio.
Todo ello disminuye nuestra capacidad reactiva, lo
mismo les ocurre a las personas que están desarrollando
unas cataratas.
Nuestro consejo para todos ellos es claro y contundente:
evitar conducir en condiciones de baja luminosidad,
y si tienen que hacerlo, reducir la velocidad y
extremar al máximo las condiciones de seguridad.
Qué afecta la capacidad visual al volante
La edad. Con la edad se reduce la capacidad visual,
especialmente a partir de los 50 años. Este deterioro
aumenta de forma significativa más allá de los
75 años y suele estar asociado a diferentes patologías
oculares.
Fatiga visual. Se trata de un factor que afecta a todos
los conductores, independientemente de su edad
o calidad de visión.
Enfermedades oculares. Existen algunas patologías
que disminuyen o distorsionan la visión, como
pueden ser el síndrome del ojo seco, el desarrollo de
unas cataratas, diferentes trastornos de la retina, etc.
Intervenciones quirúrgicas. En las primeras semanas
tras una cirugía refractiva, el paciente puede sufrir
una distorsión o deslumbramiento en la visión que
afecta a una conducción segura.
Reflejos y deslumbramientos. Para evitarlos, se
aconseja utilizar anteojos de sol durante el día y filtros
antirreflejos o de protección solar.
El cansancio. Cuando estamos cansados, el nivel
de atención disminuye, la capacidad visual se reduce
y el tiempo de reacción baja. Si la fatiga es intensa,
podemos llegar a dormirnos al volante. Existen diversos
factores que incrementan el estado de cansancio:
la temperatura elevada en el interior del vehículo, el
hecho de conducir tras una comida copiosa, la monotonía
de la carretera o las distracciones. Para evitar la
fatiga, se aconseja descansar cada dos horas de conducción,
pues los estudios han demostrado que tras
ese tiempo descienden las capacidades neuroperceptivas
y neuromotoras.
Así como los conductores llevan sus vehículos al
taller para revisar y asegurar el buen estado del conjunto
de componentes del vehículo, existe un “taller” al
que deberían acudir para conocer y mejorar su calidad
visual. En las clínicas y consultorios de todos los especialistas
nucleados en la Sociedad de Oftalmología
de Santiago del Estero podrán evaluar su estado de la
visión, asegurando que se encuentre en las condiciones
más favorables para una conducción convincente.
En el caso de que existan limitaciones, lo informarán
y aconsejarán sobre qué conviene hacer y qué no para
garantizar una conducción segura; este mes de diciembre
es el ideal para hacerse los chequeos prevacacionales.
Nuestros 5 consejos para cuidar tu visión
al conducir
¿Quieres saber cuáles son nuestros consejos para
que tus ojos estén a punto para emprender un viaje?
1. ¿Cuánto hace que no te revisas los ojos?
Si hace mucho que te hiciste un estudio sobre tus
problemas de visión, puede que sea el momento de
confirmar que no ha habido cambios. De nada servirá
llevar unos anteojos recetados o lentes de contacto
con una graduación que no esté actualizada. Si vas
a realizar un viaje conduciendo, acude a tu oftalmólogo
de confianza y hazte un chequeo.
2. Evita deslumbramiento con anteojos de sol adecuados.
Uno de los principales problemas ante los que podemos
encontrarnos durante la conducción es el deslumbramiento.
Muchos de los objetos o superficies
pueden crear un haz de luz brillante que distorsione
nuestro campo visual. Además, este fenómeno no solo
afecta a personas con problemas de visión. Para evitar
que lleguen a suponer un peligro lo mejor es que en
condiciones de mucha iluminación utilices anteojos de
sol homologados.
Además, debes pensar que los anteojos de sol no
corrigen tus problemas de visión. Si eres usuario habitual
de dispositivos correctores de visión nuestro consejo
es que inviertas en unas gafas de sol graduadas
que te permitan realizar una conducción plenamente
segura.
3. Evita los trayectos nocturnos.
Por la noche la agudeza visual se reduce hasta un
70 por ciento. Esto implica que nuestros ojos deben
esforzarse más para captar la información necesaria
de nuestro entorno. Seguro que has sentido una fatiga
mayor tras realizar un trayecto nocturno que después
de conducir el mismo tiempo en una jornada de
día. Para evitar la fatiga visual, lo más recomendable
es evitar, en la medida de lo posible, la conducción
nocturna.
4. La velocidad afecta al campo de la visión.
Que la velocidad no es buena estamos muy acostumbrados
a oírlo. El exceso de velocidad puede reducir
de forma considerable nuestra capacidad de reacción
ante situaciones de peligro, pero, ¿sabías que, según
estudios en todo el mundo el campo visual se reduce
hasta 75 grados a medida que se aumenta la velocidad
durante la conducción? Una velocidad adecuada
puede ser un factor clave para que podamos evitar un
posible accidente.
5. Descanso; fundamental para evitar fatiga.
Tenemos claro que lo importante es llegar al destino.
Sin embargo, a veces tenemos tantas ganas de
comenzar las vacaciones que nos olvidamos de este
principio básico. Debemos tener en cuenta que en
viajes largos tenemos que realizar paradas para descansar
cuerpo, mente y si, también nuestros ojos. Se
recomienda realizar un descanso cada dos horas para
evitar la fatiga. De esta forma nuestra visión descansará
durante unos minutos.
Sin duda son consejos fáciles de seguir y que, a veces,
pasamos por alto. Además, si usas habitualmente
anteojos recetados o lentes de contacto no olvides de
revisar el estado de los mismos y llevar en lo posible un
par de repuesto.