Excarcelan al folclorista Claudio Acosta y le fijan restricciones de conducta y no debe beber alcohol

Un folclorista acusado de provocar lesiones leves calificadas en perjuicio de su pareja, con quien convivía desde hacía dos meses, deberá cumplir una serie de reglas de conducta, según lo determinó la Justicia en la víspera al refrendar su excarcelación.

Se trata del músico Claudio Acosta. La jueza de Género, Norma Morán, encabezó ayer a la mañana una audiencia mediante plataforma virtual, en la que resolvió hacer lugar al pedido de excarcelación y otorgarle la libertad a requerimiento de su abogado, Miguel Torres.

La audiencia se concretó en forma remota, con la participación de la jueza de Género, el sospechoso y los representantes del Ministerio Público Fiscal y la defensa técnica.

Asimismo, la magistrada también dispuso prohibir el ingreso y acercamiento al domicilio de la damnificada, a su lugar de trabajo o a los de habituales lugares de concurrencia, a una distancia menor de 200 metros, y debe abstenerse de cualquier actitud agravante o provocativa.

No es todo. Acosta también tiene la obligación de abstenerse de cometer nuevos delitos; ingerir bebidas alcohólicas en exceso; consumir estupefacientes y tener o portar armas. Otra medida ordenada por la jueza es que el imputado debe ponerse a disposición del Equipo Técnico de Asistencia a la Violencia (Etav), del Poder Judicial, cuya misión es lograr la reeducación del agresor.

La evolución del tratamiento se comunicará oportunamente y, además, Acosta deberá presentar un certificado cada 15 días ante la Oficina de Medidas Alternativas y Sustitutivas a la Prisión (Omas).

Debe consignarse que la acusación se fundamentó en la denuncia de la víctima, 18 de julio pasado año, al indicar que de madrugada el artista regresó a la casa en la que convivían, en estado de ebriedad. Ante un breve desencuentro verbal, el acusado la habría derribado al suelo, propinado golpes de puños y patadas en varias partes de su cuerpo. Agregó la denunciante que Acosta también le puso el pie sobre la cabeza, arrastrándola y causándole lesiones, al golpearla contra los muebles.

Ante las autoridades, la damnificada habría asegurado que no era la primera vez que había sido agredida, pero en ese momento se hartó y denunció al atacante. Habría enfatizado que se conocen hace diez años, aunque la convivencia era reciente. Subrayó que Acosta se volvió celoso y controlador. En Córdoba en una fiesta la habría "zamarreado", furioso al verla bailando mientras él cantaba.