"Noble y leal ciudad"

Por Susana Ponce Faila, especial para EL LIBERAL

Con ese título fue honrada por el Rey don Felipe II cuando la nobleza y lealtad eran valoradas y así siguió honrando la Historia a la primera ciudad fundada en el Territorio Argentino. Quizás por eso fuera castigada por las mismas autoridades españolas al crear el Virreinato del Río de la Plata que al dividir políticamente en Intendencias el Norte de su geografía, hizo depender a la ciudad Madre de Ciudades a la Intendencia de sus hijas Salta y Tucumán quienes ejercieron su administración política y económica hasta el año 1.820 cuando logra su Autonomía y se convierte en Provincia.

Luis Alen Lascano afirma que con respecto a Santiago del Estero no podemos hablar de Historia sino de Historias porque son muchos los sucesos iguales de significativos en el pasado Santiagueño que individualmente conforman una larga historia. Una es la Historia de la Madre de Ciudades que inicia el proceso fundacional, ésta corresponde al Santiago Fundado y Santiago Fundador, centro y capital de la Región del Tucma, que se proyecta desde lo más remoto de nuestro pasado histórico como un cofre que guarda las puras esencias del alma tradicional argentina. Desde Diego de Rojas a Francisco de Aguirre, la historia, la leyenda, los enfrentamientos teóricos y las disputas fundacionales han sido el corolario perfecto para dejar pasar inadvertido su gran geografía rural donde se tejió su potencial económico de fuerte impronta agroganadera, maderera, textil y comercial.

Otra es la Historia de la Ciudad de Santiago del Estero en el nuevo orden con la creación del Virreinato del Río de la Plata a partir del año 1.776 cuando se realiza una nueva división política de su geografía norteña y la ciudad madre pasa a depender de las hijas sufriendo la depredación de sus instituciones políticas, militares, educativas y religiosas y la humillación de la dependencia política y económica de Salta y Tucumán siendo la tercera ciudad en cantidad de habitantes, densidad poblacional y actividad económica después de Buenos Aires y Córdoba. ésta etapa coincide con los movimientos emancipadores americanos que en las revueltas tupamaras alto peruanas vencen a las fuerzas santiagueñas fieles a la monarquía tomando prisionero al Ayudante de Campo Juan Francisco Borges de solo quince años de edad. Esta es la aparición de Borges en la Historia Santiagueña, como acérrimo monárquico y fiel custodio de los bienes de la corona española en América.

Con Borges, comienza a escribirse una nueva Historia Santiagueña, mucho antes de 1.810 con un protagonista y un protagonismo asociado al primer lustro de la libertad argentina. En su figura se conjugan simbólicamente las contradicciones internas y los ideales emancipadores que lo llevaron al martirio; por eso, su presencia ilustró las vísperas mayas para ayudarnos a entender las interioridades locales del proceso emancipador y autonomista. Conviene aclarar que la conducta ambivalente de Borges es semejante en todos nuestros próceres. Como hijos de españoles, todos fueron monárquicos porque provienen de familias monárquicas, recibieron una Educación Humanista Alto Peruana y la gran mayoría se trasladó a España a continuar su formación académica y es cuando toman contacto con las teorías filosóficas europeas que adhieren a los movimientos revolucionarios americanistas desestimando a los imperialismos europeos. Todos se entusiasman con las decisiones de conformar una junta de gobierno criolla. Borges exige al cabildo santiagueño a expedirse apoyando al movimiento revolucionario de Mayo aún cuando Salta de cuya intendencia dependía Santiago, aún no se había expedido y crea un cuerpo armado para sofocar cualquier levantamiento contra el nuevo gobierno. Aquí empieza el camino hacia la Autonomía que convertiría a la ciudad en provincia. Santiago fue la primera voz federal del Norte del país. Con Borges, el federalismo empezó a asomarse tímidamente como una aspiración que fue tiñendo poco a poco a todo el interior norteño. La primera Junta de gobierno había creado expectativas de un cambio en la administración política del interior pero el Norte siguió abandonado a su suerte y la Ciudad Madre siguió dependiendo de sus hijas.

Con la Declaración de la Independencia nuevamente renacen las expectativas pero ante la ausencia de cambios, Borges exige al cabildo la Declaración de la Autonomía Provincial. Esto le cuesta la vida y finalmente es el mismo Cabildo quien convoca a Juan Felipe Ibarra a enfrentar las tropas tucumanas instaladas en Santiago y salvar a la ciudad de las pretensiones del gobierno tucumano de anexar el territorio santiagueño a la geografía tucumana y junto a Catamarca conformar la ansiada República del Tucumán. Ibarra Declara la Autonomía el 27 de abril de 1.820 pero las decisiones legales no siempre son legítimas y en un régimen colonial de intendencias, Tucumán no estaba dispuesto a desistir de su propósito de conformar la Gran República del Tucumán.

Hubo muchos otros enfrentamientos entre las tropas de ambas provincias hasta legitimar la condición de provincia en base a la Autonomía tomando como modelo el Tratado del Pilar. Aquí se inicia el camino de acuerdos, pactos o tratados que reemplazaron a los enfrentamientos armados que derramaran tanta sangre hermana en las disputas de los caudillos provinciales por el poder y liderazgo. Todos los pactos, tratados, acuerdos etc. exigen la definición de la organización política definitiva del país que se da 33 años más tardes en cumplimiento de estos pactos interprovinciales definiendo un país federal y republicano. Otros sucesos conforman otras historias en el Pasado santiagueño y al decir de Armando Raúl Bazán en este devenir histórico, cada tiempo tiene su tarea y si ésta premisa la proyectamos a los hombres, protagonistas de la historia, podríamos decir con propiedad, que cada generación debe asumir su propia e intransferible responsabilidad. La Historia se seguirá escribiendo, nuevos protagonistas y nuevas generaciones decidirán nuevos sucesos y nuevos rumbos. Para hablar de Santiago no debemos hablar de Historia sino de Historias. l