Sebastián López, el santiagueño que se fue del país “perseguido por el terrorismo del Operativo Independencia” Sebastián López, el santiagueño que se fue del país “perseguido por el terrorismo del Operativo Independencia”
¿Hace cuántos años que te fuiste de Santiago del Estero?
Hace demasiado tiempo. Me fui cuando tenía 17 años a estudiar en la Universidad de Tucumán. Y nunca más volví a vivir permanentemente.
¿Qué fue lo que determinó la partida hacia ámsterdam?
Yo no fui de Tucumán a ámsterdam. Me fui de Tucumán perseguido por el terrorismo que Isabel Perón con los militares implantaron en 1975 cuando iniciaron el llamado “Operativo Independencia”. Ese año fue ya de desapariciones, muertes, secuestros y amenazas, un ensayo de lo que fueron los métodos y la ideología implantados por la dictadura. No te olvides que Videla (Jorge Rafael, ex presidente de facto) estaba ya operando y controlando la represión en Tucumán y visitó la provincia para controlar como estaba marchando todo ya en 1975. La Gaceta lo entrevistó en ese momento. Yo daba clase en la Universidad con policías de civil tomando notas de todo lo que decíamos. Hasta el día de hoy son tan arrogantes y se sienten aun impunes que Víctor Quiroga, un pintor tucumano, le dijo personalmente a Ezequiel Linares que era el jefe del departamento de pintura, que él lo controlaba y pasaba los informes sobre lo que decía en clase. Primero fui a Madrid donde hice mi postdoctorado en la Universidad Complutense con Simón Marchan Fiz (Catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Facultad de Filosofía, U.N.E.D., Madrid); luego me contrataron en Nueva York para dar clase en la Universidad. Fue desde Nueva York que vine a vivir a ámsterdam a dar clase en el Instituto de Historia del Arte de la Universidad de ámsterdam. Luego di clases también en la Universidad de Leiden y en las Escuelas Superiores de Arte y Arquitectura. Y muchas conferencias entre otras en la Sorbona (París) y en Modern Art Oxford (Inglaterra).
¿Hace cuántos años que estás radicado en ámsterdam?
Desde 1981. Desde que llegué estuve muy integrado a todo lo que es arte y cultura en Holanda. Y por eso estuve en el Consejo Nacional de las Artes de Holanda, en el Consejo de las Artes de ámsterdam y en el Fondo para las Artes que es una especie de equivalente al Fondo Nacional de las Artes de la Argentina.
¿En qué estás trabajando en ámsterdam?
Yo estoy jubilado, pero sigo trabajando en mis investigaciones. Estoy escribiendo un libro sobre la modernidad como fenómeno transnacional. Después de mucho tiempo estoy escribiendo en castellano. Y ya tengo lista dos exposiciones que espero que acampe un poco la pandemia para poder hacerlas. Pero soy consciente que la situación de control y cuidado por Covid-19 va a durar un tiempo. Y esperemos que las mutaciones del virus que ya han aparecido no se multipliquen. En Europa estamos discutiendo mucho como seguir trabajando en museos porque somos conscientes que esta situación va a durar un tiempo. Con respecto a mi especialidad he trabajado dos períodos del siglo XX: la producción artística entre las dos guerras mundiales, y la producción artística renovadoras que estallaron en las décadas de 1960 y 1970 y que todavía hacen eco. Teóricamente hay áreas en las que más he trabajado como las relaciones transculturales, los nuevos medios (fotografía, cine, video, Internet), las cuestiones de género y raciales. Geográficamente he tenido la suerte de poder investigar no solo en Europa, sino también la zona atlántica de áfrica, y en Asia, y en China en donde estuve trabajando en el Museo de Arte de Shangai.
¿Te costó adaptarte a los cambios?
Los primeros años fueron muy jodidos. Salí de Argentina en enero de 1976. En febrero de 1976, a las dos semanas, el entonces agentes de la SIDE de Santiago secuestró a mi hermano. En marzo fue el golpe de estado con muchos de mis amigos y compañeros de la Facultad de Artes de Tucumán desaparecidos o emigrando como podían para evitar el asesinato sistemático que implemento la Junta con la complicidad de civiles y la iglesia.
En Madrid tuve la suerte de hacer un grupo de amigos, casi todos compañeros del postgrado, amigos entrañables hasta el día de hoy. Han sido de una calidez única y un sostén sólido. Esto ha sido invalorable, y al mismo tiempo me centre en arte y en la historia del arte que fue mi pasión desde chico y en esas circunstancias fue mi salvación. Di clases de arte contemporáneo y organicé programas culturales para obreros de Madrid los fines de semana que fue uno de los trabajos más lindos que hice en mi vida.
¿Qué extrañas de tu provincia?
Mis tardes amarillas.
¿Cómo enfrentaste el desarraigo?
Con arte, buenos amigos y ampliando mis horizontes de conocimiento.
Sus noches inolvidables de poesía en ciclos de Artayer y Dino Taralli
¿Qué actividades desarrollabas en Santiago del Estero?
Como adolescente y estudiante secundario no eran muchos. Escribía poemas, y el grupo de poetas de La Banda en donde estaba Carlos Artayer y Ricardo Dino Taralli me invitaron a mí y a mi amiga Graciela Questa a leer nuestros poemas en una soire (noche) de poesía que organizaron. Te puedes imaginar que con 15 años fue una noche inolvidable. Tuve un intento de textos periodísticos, pero lo dejé. Publiqué solo dos artículos. Recitaba poemas y dibujaba. Viajaba a Buenos Aires en donde vivía una hermana de mi madre. Así pude ver de cerca muchas exposiciones y teatro en el Instituto Di Tella. Mi prima trabajaba casi al lado. Y en las galerías de arte que en esa época estaban casi todas en la calle Florida y los alrededores. Para los de la Galería Van Riel yo era “el chiquito que entra en la galería”.
¿Dónde estudiaste?
El primario y secundario los hice en la escuela Normal de La Banda (entonces Escuela Normal de Adaptación Regional). La Licenciatura la hice en el Departamento de Artes (hoy Facultad) de la Universidad de Tucumán, donde empecé a trabajar como Asistente. El postgrado en la Facultad de Geografía e Historia de Universidad Complutense en Madrid. Hice clases en el Collège de France con Michel Foucault (filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo francés) y Roland Barthes (filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés) que me marcaron profundamente como teoría y ellos mismos como personas. Eran unos tipos increíbles, generosos y la manera anti-autoritaria de dar clases muy acorde con la forma anti-sistemática y anti-dogmática de su propia obra escrita me quedaron para siempre.
¿Cómo está conformada tu familia?
Déjame que empiece contando que tuve un hermano y dos “hermanas”, porque dos primas se criaron en casa y desde que tengo uso de razón estaban allí. Hoy las sigo llamando hermanas. Ana Carmona fue maestra y luego Secretaria de Educación de La Banda (Joshela Scrimini –escritor y poeta bandeño- siempre se acuerda que fue elegida Donosa en el Festival de Cosquín en donde estuvo bailando), y Esther Saracco de Dos Santos fue la secretaria de la corresponsalía de EL LIBERAL en La Banda.
Mis padres desgraciadamente murieron. Mi padre muy joven, y mi madre en el 2014. Mi padre era periodista de EL LIBERAL, profesor de primaria y secundaria y fue concejal en el Concejo Deliberante. Luego fue Secretario de Cultura. Su pasión por el futbol lo llevó a ser secretario de la Liga de Futbol de Santiago y presidente del Club Central Argentino de La Banda. Mi madre creó el primer Jardín de Infantes en el Barrio San Martín en La Banda que fue la base para crear los que hoy existen dependientes de la Municipalidad, fue miembro de muchas instituciones sociales entre otras del Club de Leones y presidente de la Fundación Bandarte que organizaba anualmente una exposición presencial de escultura. Los dos fueron muy activos en el movimiento de Derechos Humanos en Santiago. A mi hermano Félix Daniel, “El Negrito”, lo secuestró Musa Azar y sus secuaces el 7 de febrero de 1976. No sabemos la fecha de su muerte. Fui a Santiago y Tucumán en mayo de 2018 para recibir los restos de mi hermano que fueron encontrados en el llamado Pozo de Vargas en Tucumán por el Colectivo de Antropología, Memoria e Identidad de Tucumán y el Equipo Argentino de Antropología Forense.
López hizo restaurar obras de Gómez Cornet yrealizó las dos exposiciones inaugurales en el Centro Cultural del Bicentenario
“La Gobernación me pidió luego que me ocupara del Museo de Historia que ese momento estaba sin dirección. Fue un trabajo maravilloso que me permitió dar a Santiago algo de lo que aprendí fuera. Pase muchos meses trabajando en Santiago”, evocó Sebastián López.
Volviste a Santiago?
Muchas veces. Ante todo, a ver a mi madre. Pero también a mi familia. Sabes que “familia” en nuestra cultura es una palabra en la que entran tíos, primos, abuelos y entenaos. Y a los amigos de antes y muchos nuevos que fui haciendo en cada vuelta.
En 2001 fue especial pues inauguraron la Biblioteca Cultura de La Banda que lleva el nombre de mi padre y a la que donamos una buena parte de nuestra biblioteca de historia y literatura. Y entre 2009 y 2010 pude contribuir a la creación del Centro Cultural del Bicentenario. Me pidieron hacer las dos exposiciones inaugurales. Hice restaurar con una especialista de Buenos Aires las obras de Gómez Cornet que estaban muy deterioradas. Y con la arquitecta Silvia Cambrini, que desgraciadamente murió en un accidente de auto, hicimos muchas adaptaciones al edificio y detalles técnicos. Por ejemplo, modificamos la gran sala de exposiciones que originalmente parecía más para un shopping mall que museo. Yo había trabajado en ámsterdam con una firma alemana que producen las mejores luminarias –en criollo simplemente ‘lámparas’- para museos. Ellos acababan de abrir sus oficinas en Buenos Aires. Y logramos que diseñaran la iluminación gracias a eso el CCB tiene hoy las mismas luminarias que el Museo Nacional de Quatar, la Fundación Prada de Milán, el nuevo Museo Louvre-Lens, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, etc. La Gobernación me pidió luego que me ocupara del Museo de Historia que ese momento estaba sin dirección. Fue un trabajo maravilloso que me permitió dar a Santiago algo de lo que aprendí fuera. Pase muchos meses trabajando en Santiago. Fue una gozada.
Investigación histórica
Sebastián López, en su entrevista con EL LIBERAL, recalcó que las dos exposiciones que hizo en el CCB “estaban hechas a partir de una profunda investigación histórica. La exposición de obras de video, “Historias en Movimiento”, estaba basada en un libro que había publicado previamente, “Una breve historia”. Las obras eran de los artistas más relevantes de la actualidad, a todos los entreviste en sus talleres y había escrito previamente sobre sus obras. En Santiago había obras que estaban siendo mostradas simultáneamente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en el Louvre. En una charla que dio Rodolfo Legname durante el lockdown hace unos meses hizo referencia a esto”.
El connotado artista recordó: “La exposición de “Gómez Cornet Inédito” me permitió mostrar aspectos no conocidos de su obra: primero que era un fotógrafo sensacional, algo que había sido totalmente ignorado, aunque él nunca hizo un secreto de su práctica. Ahí está como prueba la tapa de la primera edición de 1939 del libro de “Changos” de Blanca Irurzun que tiene una fotografía de Gómez Cornet”.
“Investigando encontré las fotos, encontré los negativos y hasta las máquinas de foto que usó. Fue la primera retrospectiva que se hizo de su obra (había obras de 7 museos y 5 colecciones privadas entre las cuales 2 de Santiago). En segundo lugar, pude corregir el nombre de varias de sus obras a partir de documentos. El Museo Provincial de Bellas Artes de Santiago tienen una pintura que la presentan bajo en nombre de “Chango con gato” pero ese no es el nombre. Se llama “El Negrito” que era como le decían al niño retratado”.
López evocó que cuando hizo la exposición de Gómez Cornet en el Museo de Bellas Artes de San Juan “pude también corregir una obra de su colección que la llamaban tontamente ‘la niña del cuellito rojo’ que en realidad se llama “Criollita”. El nombre que los artistas les dan a sus obras no es baladí. Vos te llamas Emilio Marcelo Jozami con todas letras y ese nombre tiene una historia y una significación. Con las obras de arte sucede lo mismo. Tanto “El Negrito” como “Criollita” como nombre de una pintura están estrechamente ligados con la consciencia racial que tenía Gómez Cornet que era deudora de los análisis de que es lo argentino como los hizo Ricardo Rojas. Por el color de piel y sus rasgos físicos “El Negrito” es posiblemente un niño afrodescendiente como hay tantos en Santiago del Estero. Ni el Museo de Santiago ni los de Patrimonio de la Provincia, a quienes e informado de la necesidad de cambiar el nombre, se han dado por enterados. Espero que algún día se pongan las pilas”.
Un historiador del arte con proyección mundial
El trabajo de un “curador”
¿Qué significa ser “curador” de arte?
A mí la palabra ‘curador’ me cayó encima sin que la buscara. Estrictamente “curator” en inglés es lo que en castellano se llama “conservador”, que es el personal científico y especializado que tienen los museos. La palabra se popularizó en la década de 1980 significando “el que hace una exposición” y ahora ya es un despelote porque hasta los restaurantes tienen ‘menú curado”.
Yo organicé por primera vez una exposición cuando tenía 18 años y la segunda que fue grande en términos de producción al año siguiente, las dos las hice en Tucumán. Yo uso el término por razones prácticas porque si no tienes que estar hablando con comillas y entre paréntesis todo el tiempo. Cuando me preguntan cuál es mi profesión siempre digo lo que soy: historiador del arte. Siempre concebí mi profesión como un núcleo basado en la investigación y análisis histórico y que podía hacerse pública de varias maneras. Para mí fue muy aleccionador trabajar en Nueva York porque allí fue que me di cuenta que mi investigación podía resultar en un artículo, en un libro, en un programa de radio o televisión, en una película o en una exposición. Desde que llegué a ámsterdam esto lo práctico siempre y es lo que les enseñé a mis alumnos en la Universidad.
¿Consideras al arte como un instrumento de paz entre los pueblos?
Picasso (Pablo), que dibujó la paloma que se usó como símbolo del Congreso de la Paz en Paris en 1949, lo expresó mejor que nadie: “La pintura no ha sido hecha para decorar los departamentos. Es un instrumento de guerra ofensiva y defensiva contra del enemigo”.
¿El arte tiene que ser una cosa buena o necesariamente debe tener el artista una actitud combativa, más allá del tiempo, de la historia?
No sé qué quieres decir con “cosa buena”. Que no se te olvide que ser combativo es bueno. Dentro del arte puedes ser todo, y cabe todo. Por otro lado,no hay arte fuera de su tiempo. Hay un dicho del artista francés Honoré Daumier y que la difundió éduard Manet: “il faut être de son temps”, “tienes que ser de tu tiempo”. Yo pienso lo mismo.
¿Hay artistas que generan, por intermedio de su obra, un debate acerca de las visiones de cómo debe ser el mundo?
Lo hace todo el tiempo. Pero no sin riesgo. Antes me preguntabas sobre ‘la paz’: la modernidad se establece en una batalla constante contra las formas establecidas y la gente bien pensante para mostrar visiones nuevas, otras perspectivas. Y la palabra ‘batalla’ está aquí usada a propósito pues hubo batallas campales, a golpes de puño, para defender las creencias artísticas, humanas y políticas en todas las artes. La “Batalla de Hernani”, el 25 de febrero de 1830, fue una pelea furibunda en el estreno de la obra Hernani de Víctor Hugo con el que empieza el romanticismo en teatro. El estreno del ballet Le Sacre du printemps en 1913 con música de Stravinsky y coreografía de Nijinski fue una batalla que interrumpió la representación y en la que tuvo que intervenir la policía. La gente protestaba por los sonidos atonales, las disonancias y los ritmos inusuales de la música. El ballet tenía además un tema folclórico. En el siglo XIX la gente iba a reírse de las obras del Salón de los Rechazados de 1863 en Paris de las obras colgadas, entre otras Le déjeuner sur l’herbe de Manet hoy para muchos símbolos de la nueva pintura inaugurada en el siglo XIX. Hoy la gente describe una situación inusual como ‘surrealista”. Eso lo inventó un grupo de artistas en Paris en 1924 cuando publicaron un manifiesto y publicaron libros, organizaron exposiciones y se metieron en miles de discusiones para mostrar los lados ocultos de la realidad. Después de estas obras la manera de percibir el mundo cambió.
¿Qué lugar ocupa la Argentina en la historia del arte?
La Argentina en el contexto internacional tiene un espacio reducido. No es por falta de calidad u originalidad. Simplemente porque en Historia del Arte se ha hecho contando la historia artística de Europa y los Estados Unidos. Es una situación escandalosa que ha empezado a reventar. En enero del año pasado el Instituto de Historia del Arte de Yale University informó que suspendió el curso de Introducción a la Historia del Arte a raíz de las protestas de alumnos y algunos docentes por no tomar en cuenta los logros artísticos de otras culturas. En Europa sigue costando un trabajo enorme que los museos y las galerías europeas dejen atrás sus prejuicios y simplemente ‘vean’. En la historia del arte están solo los mexicanos del movimiento muralista. Y desde hace unas décadas Frida Kahlo, pero como Mater dolorosa.
Los artistas latinoamericanos han contribuido en la vanguardia desde los orígenes, a pesar de que muchas aun no lo reconocen en Europa. El chileno Vicente Huidobro está en los orígenes del Dadaismo en Zurich, el mexicano Ribera en el cubismo, las tendencias constructivistas de la década de 1920 en Paris no se entienden sin el uruguayo Torres-García, y la participación del cubano Wifredo Lam y el chileno Sebastián Matta en el surrealismo han sido fundamentales.
En la historiografía argentina ninguna provincia argentina tiene un espacio. Los santafecinos lo tienen gracias a que se fueron a vivir a Buenos Aires, como Fontana, Berni y Nicola Costantino. Vos dices Timoteo Navarro en Buenos Aires y nadie sabe de quién estás hablando. La salteña María Martorell no figura en ningún recuento de arte abstracto en Argentina. Yo siempre digo que la sigla MNBA no debe leerse como “Museo Nacional de Bellas Artes’ sino como “Museo Nacional de Buenos Aires”.
el arte en Latinoamérica: “Sigue vivito y coleando y es de un increíble dinamismo”
Organizó una bienal en Shangai con artistas latinoamericanos
¿Latinoamérica sigue siendo un lugar vivo para las artes plásticas?
Vivito y coleando. Es de un increíble dinamismo. En toda la extensión del continente. Cuando hice la Bienal de Shangai invité a 38 artistas latinoamericanos. No porque yo nací en Latinoamérica sino porque son de una apabullante calidad. Fue la primera vez que hubo una presencia en Asia tan significativa. Para mostrar lo que pasaba en Centroamérica organicé en Costa Rica en el 2000 el Simposio Temas Centrales fue para mostrar la riqueza y el dinamismo artístico y teórico del arte de Centro América, un área que ha sido dejada de lado. Y en el 2005 organicé un simposio sobre arte colombiano. De los dos he podido publicar un libro. Dale a un país latinoamericano un período de democracia y lo primero que florece es el arte y la cultura. La modernidad y la posmodernidad se llevan mal con el fascismo.
¿El arte en Latinoamérica ha evolucionado en cuanto a temáticas y estéticas?
Mucho. Las obras feministas en Centroamérica son muy significativas, ya en los 90. Los chilenos han hecho contribuciones fundamentales al reflexionar sobre la política pasada y presente de su país, los peruanos han dado una mirada a la historia que hay que tener en cuenta, los brasileños mostraron las conexiones entre geometría y cuerpo, y artistas paraguayos han desmontado la imagen de sus poderes políticos sin olvidar el sustrato cultural indígena y popular. Yo he tomado en consideración también las obras hechas por artistas aborígenes y los que ponen a la orden del día la cuestión de género. En la exposición que hice en el Museo Irlandés de Arte Moderno invité a Maruch Sántiz Gómez, de Chiapas, con sus fotografías conceptuales. Las fotos de su serie Creencias registran a través de objetos de usos cotidianos las creencias de su grupo. Las provee de un texto en su lengua materna, el Tzotzil, y su traducción al castellano.
¿El arte digital es presente y futuro?
Es presente. Y seguirá en el futuro. Y está en Santiago del Estero. Hace unos años cuando estaba visitando a mi madre, un grupo de artistas jóvenes me invitó a su casa-taller en Santiago y me mostraron sus obras, muchas hechas en digital. Fue maravilloso ver las obras y charlar con ellos una tarde con mate cocido y chipaco. Además, las computadoras y los utensilios para trabajar con la computadora son cada vez más baratos lo que hace que los artistas puedan trabajar imágenes con alta calidad de resolución en sus casas. De esa actividad están saliendo muchas obras interesantes. Que la gente no se tire de los pelos por esto y que no dejen que pase como con las fotografías de Gómez Cornet que por pensar que la pintura es sacrosanta se había dejado de lado. Las artes visuales trabajan de forma acumulativas: una nueva forma o técnica no desplaza a las anteriores sino es que les pincha el culo a las formas establecidas para que reaccionen porque se estaban achanchando.
El coronavirus y “la popularidad por el piso” del rey Willem Alexander y Máxima
¿Cómo sobrellevas el coronavirus?
En general bien, cuidándome, respetando los cuidados. Nosotros somos muy caseros, y tenemos afortunadamente un departamento grande.
¿En ámsterdam se respetan las medidas que se toman para frenar el Covid 19?
Después del susto inicial, hay muchos que no respetan. Aquí tenemos los mismos tipos asociales y egoístas que tienen en Santiago que no respetan el lockdown, ni el aislamiento, ni el pedido de usar barbijo. En octubre pasado cuando a nivel nacional se pedía que nadie salga de su casa, el rey que tenemos Willem Alexander (Guillermo Alejandro) con toda su familia tomaron el avión oficial en secreto y se fueron de vacaciones a Grecia. La pista está al lado de una ruta y hay que gente que vio despegar el avión y dio la alarma. Antes de que el avión aterrizara en Grecia (es un viaje de tres horas) había una protesta tan grande que tuvieron que volver al día siguiente y unos días después pedir perdón públicamente en un mensaje televisivo. él con su mujer Máxima nunca fueron muy populares (a pesar de lo que cuentan en Argentina). En una encuesta de la semana pasada tienen ahora la popularidad por el piso.
¿Cuál es tu mirada sobre el coronavirus?
Es un horror a todos los niveles. Vamos que tener que hacernos de nuevo: las formas sociales, el acceso a la cultura se van a tener que modificar, y la recuperación económica va a durar mucho. La cantidad de gente sin trabajo y las empresas cerradas es enorme.
¿Qué opinas acerca de esta suerte de guerra comercial de las vacunas?
No me sorprende. Es un hecho conocido la enorme corrupción en la industria farmacéutica y la ferocidad con la que pelean entre compañías para hacerse de un determinado mercado para tener más ganancias. Y uno puede imaginarse que produciendo una vacuna con la que todo el mundo tiene que vacunarse las ganancias van a ser astronómicas. Dicho esto estoy más que contento que haya varias vacunas para poder proveer rápido las vacunas necesarias para todo el mundo. Hay ya 7.8 billones de habitantes.
Hay quienes sostienen que solo Dios puede parar esta pandemia. ¿Cuál es tu opinión?
Que no le pasen el fardo a otro. La solución será humana o no será.
Para el casamiento civil, alquiló la iglesia donde se casó Rembrandt
Sebastián López es ciudadano holandés desde 1986. “En ese momento luego de cinco años de estar legalmente en el país se podía optar por la nacionalidad. Y hablar holandés, claro. Mis primeros seminarios los di en inglés. Yo lo aprendí en dos años y ya en 1983 daba clase en holandés. Me costó bastante trabajo porque tenía que aprender el idioma para uso diario y por mi cuenta todo el vocabulario técnico de mi disciplina”, destacó a EL LIBERAL.
El prestigioso artista santiagueño contó: “Vivo con mi pareja hace 40 años. Nos casamos en el 2009, el 9 del 9 del 9. Es lingüista y Catedrático en la Universidad de ámsterdam. él es de Frisia, la provincia del norte de los Países Bajos. Para el casamiento civil alquilamos la iglesia donde se casó Rembrandt. La primera mujer de Rembrandt, Saskia, a la que pintó y dibujó tantas veces, era del pueblo de mi compañero”.
Rembrandt fue un pintor y grabador neerlandés. La historia del arte lo considera uno de los mayores maestros barrocos de la pintura y el grabado, siendo con seguridad el artista más importante de la historia de los Países Bajos.