Ejemplos en medio de la batalla: crean un ambiente familiar para fortalecerse en pandemia

El desafío es grande. Por momentos, la lucha se hace intensa y el cansancio comienza a dejar huellas. Pero nadie decae. Las sirenas de las ambulancias, niños entubados, padres desbastados y un desfile constante de médicos y enfermeros, muestran una imagen muchas veces vista sólo en las películas. Pero hoy, la realidad supera a la ficción.

El día termina y un nuevo amanecer se espera. Por el momento, en las mismas circunstancias. Y otra vez, las fuerzas salen desde lo más profundo de cada ser para hacerle frente, un nuevo día a un enemigo que golpea fuerte y siempre amenaza con más: el coronavirus.

Así pasan los días en el Centro Provincial de Salud Infantil “Eva Perón”. Con niños internados con diagnósticos positivo para Covid-19, con otros que conforman el grupo de sospechosos, y muchos más por otras patologías que nada tienen que ver con el virus, pero que requieren la misma o un más atención médica.

Y siempre, al lado de cada caso, está firme el personal sanitario, hoy fundamental en esta batalla a las que todos anhelan ganar.

“El recurso humano que tenemos es muy valioso. Se dividen para estar en todos lados, sin dejar de asistir a nadie. Sabemos que el coronavirus es algo muy nuevo, que nos sorprendió a todos, y nos obligó a reorganizarnos casi sobre la marcha”, remarca la CPN Liliana Romero, directora ejecutiva del Cepsi.

Ante las novedades que surgían a diario, sobre todos en los primeros meses del avance el coronavirus en la provincia, el hospital tuvo que adecuarse a las circunstancias. Como resultado de esa organización, hoy cuentan con una sala de internación exclusiva para niños con coronavirus que presentan síntomas, y una Casa Hogar con 24 habitaciones, dividida en dos: una parte para refugiar a los casos sospechosos y la otra parte para contener a los pacientes positivos sin síntomas (por lo general los que llegan desde el interior provincial).

“La asistencia es permanente en todos lados. Lo peor que podemos hacer es dejar que el temor nos maneje; no debemos hacerla sentir discriminada a la gente, porque nadie tiene la culpa de nada. Por eso nos ponemos a su lado, y la lucha es en equipo”, asegura Romero.

El acompañamiento médico y especialmente afectivo es lo que ayuda a ganar la batalla. Por eso, la asistencia no solo se trata de tomar la temperatura corporal o controlar las veces que el niño tosió, sino también la otra parte: la del apoyo psicológico para hacerlos sentir que no están solos.

“A nuestra primera paciente positivo para coronavirus le festejamos su primer añito en el Cepsi; a los niños del interior que se encuentran en la Sala o en la Casa Hogar los hacemos hablar mediante videollamada con sus familiares para que los sientan más cerca; y si alguno cumple años, le llevamos regalitos. Todo esto es mérito del personal sanitario, que se entrega por completo día a día”, describe.

Sin inmunidad

El coronavirus no entiende de inmunidad. El personal sanitario también se pone a veces, en la vereda de enfrente. Ellos, los de la primera línea de batalla, también pasan a ocupar a veces, su lugar entre las víctimas.

“Tenemos médicos, enfermeros y personal administrativo que se contagiaron. Pero nada se detiene. Cumplen con su recuperación y vuelven a su puesto de trabajo. Por eso destaco el compromiso con el que trabaja el personal del Cepsi. Siempre comparo y digo que así como en una guerra los soldados están al frente resguardando a todo un país, así está en este momento todo el personal de salud cuidando de la población, arriesgándose a todo. Uno no sabe cómo nos afectará el virus, por eso tratamos de estar siempre resguardados, pero sé que nos estamos exponiendo demasiado y por eso lo hacemos de la mejor manera”, explica Romero sobre la entrega.

Sin embargo, el miedo no deja de atormentarlos. Tal vez por eso, con un silencio extenso que lo dice todo, pide responsabilidad a la comunidad.

Con un suspiro previo, sintetiza: “Lo peor que nos puede pasar es tener miedo. Pero lo tenemos; es algo inevitable. Nos queda pedirle a la gente que se cuide, porque de esa manera nos cuidamos todos. El cuidado es hoy nuestra única arma contra el virus”.