Juan Carlos Iturre: “Esperamos que todo termine pronto y podamos reabrir nuestras puertas” Juan Carlos Iturre: “Esperamos que todo termine pronto y podamos reabrir nuestras puertas”
“Tití” Iturre se ha convertido en un piloto de tormentas para Sportivo Colón. En 1997, el club soportó un tornado, que causó destrozos en sus instalaciones, y en la actualidad se encuentra afectado por una crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus.
“En Colón la situación es difícil, como en todos los clubes. Hemos recibido las boletas y han aumentado los servicios, cuando desde el 20 de marzo nosotros lo tenemos cerrado al club, pero bueno... Tenemos que aceptar esa situación y estamos esperando la colaboración de la Municipalidad de la Capital para que podamos seguir solventando los gastos que se producen en el club”, comentó Iturre, que hoy ocupa la presidencia de Colón, pero también fue jugador y entrenador.
“A esta situación se suma que hay gente que trabaja en la limpieza, que reciben una ayuda, colaboran y están. Todo eso también se siente, a pesar de que uno está trabajando a full. Y además el aporte de los socios que no podemos recibir. Con la situación económica, no queremos pedir nada todavía”, agregó preocupado, pero con optimismo.
Desde el punto de vista sanitario, explicó: “Estamos cumpliendo con todo lo establecido por las normas del cuidado emanado por el gobierno de la provincia. El club permanece cerrado desde el inicio de la pasemos, esperando como todos que esto termine pronto y podamos abrir nuestra puertas para recibir a nuestros niños, jóvenes y adultos. A cuidarse es nuestro lema”.
Juan Carlos Iturre recordó otra situación complicada que debió atravesar el club en 1997, cuando un tornado causó destrozos en las instalaciones.
“El 19 de diciembre del 97 fue imborrable por todo el daño que ha hecho. Ese día volvía de dirigir al Colegio de Médicos en Mar del Plata y verlo así al club realmente ha sido para el infarto. Me emociona porque vuelven a mí los recuerdos de lo que he visto, lo que he pasado, de cómo nos han destrozado, porque cayeron los techos, aros, tableros, iluminación y tapias perimetrales”, comentó el presidente azulgrana.
“Un día, ya en enero del 98, nos pusimos las pilas y empezamos la reconstrucción del club. Y 13 años después logramos colocar de nuevo el tinglado, gracias al apoyo del gobierno de la provincia y del Consejo Provincial de Vialidad por la gran mano que nos han dado. En esa reconstrucción, todos trabajamos para que el club vuelva a ser lo que era”, recordó reconfortado.
Luego, retornó a la actualidad y comentó: “Hoy al club lo tenemos cubierto y soñando que en algún momento nos puede tocar el piso de parqué. Ha sido una etapa durísima, pero también reconfortable en el esfuerzo. Es increíble todo lo que hicimos para que Colón no cierre nunca sus puertas”.
“Tití” jugó desde Microbios hasta Primera, fue entrenador durante 15 años y ocupó el sillón presidencial de uno de los clubes de barrio que logró afianzarse a pesar de los momentos de crisis, las contingencias de la vida y el tornado de 1997, que arrasó con todo.En el 69, fue campeón argentino juvenil en cancha de Estudiantes Unidos, pero además fue subcampeón en el 71, en Corrientes, y en La Rioja, con al “Generación Dorada” del básquet santiagueño.
“Del 71 me quedó grabada la semifinal contra Tucumán. Perdíamos por 20 puntos en el primer tiempo y esa época era para morirse perder con Tucumán. Me tocó ingresar junto con mi hermano (“Chochi”) y logramos ganar ese partido. Esa fue una noche memorable. En el 72, en La Rioja, debutó Miguel Cortijo, al que acuné, porque nos tocó la pieza juntos. Ha sido un gran orgullo protegerlo a ese futuro crack, que estaba en pañales y que después fue el gran Miguel Cortijo. Es una satisfacción personal”, recordó “Tití” al hablar de su carrera deportiva.
“Con Colón ganamos varios torneos locales y tuve la satisfacción personal de jugar en el Luna Park. Fue en una final contra Central Córdoba de Tucumán, en el año 74, cuando falleció Juan Domingo Perón. Jugamos con crespón de luto en la camiseta. Ha sido emocionante, hasta las lágrimas, escuchar el Himno Nacional Argentino y jugar esa gran final, que ganamos de todo corazón y con un esfuerzo tremendo para rendirle un homenaje a nuestro presidente, que había fallecido”, reveló a modo de anécdota.
Iturre recordó que tras dos años sin jugar, lo hablaron para que sea presidente. “Ha sido un orgullo tremendo agarrar el club y empezar a trabajar para lograr un crecimiento. Debía seguir por el mismo camino y cumplir con ese legado que nos dejaron los grandes dirigentes, que forzaron la institución”, declaró convencido.
¿Quiénes fueron los dirigentes que lo acompañaron en la tarea?
Muchísimos. Me fui alimentando de grandes dirigentes, gente humilde, trabajadora. Las banderas fueron mi papá y mi papá, Felipe Santiago Iturre y María Luisa Bravo de Iturre; don Raúl Corvalán, “Pancho” Salvatierra, Ramón Salvatierra, don Froilán Ruiz, “Torito” Maldonado.
¿Cómo recuerda a Virgina Riera?
Lo que genera el recuerdo de esta chiquita la verdad que me emociona muchísimo, porque ha sido una gran jugadora, una gran persona, una guerrera tremenda, como le decían todos. Ha defendido nuestros colores, así como de varios clubes, un ejemplo de entrega, de sacrificio y de lucha. Lamentablemente, la vida y el destino se la ha llevado muy jovencita. ¿Qué significó “Chochi” Iturre para el club?
“Chochi” ha sido todo. Mi hermano le ha dado todo al club. Desde el vientre de mi vieja ha estado en el club y le ha dado todo, como jugador, como persona, como dirigente. Ha sido un ejemplo en todo. él ha sido el estandarte donde siempre me he apoyado y me seguiré apoyando, porque sé que está conmigo, sé que desde arriba siempre nos va a ayudar y especialmente al club, porque cada luz que se enciende en Colón él la ha colocado, porque ha sido el electricista del club. Siempre estuvo dispuesto a colaborar. Dio todo por su club.