Exrugbier santiagueño negó participación en un secuestro

En una nueva audiencia del juicio de lesa humanidad denominado “Megacausa 4”, se escucharon nuevos testimonios y algunos imputados ampliaron sus indagatorias.

Uno de los acusados que se sentó en el banquillo frente a los jueces, fue Carlos Pithod, exconscripto del Ejército, acusado de haber participado en el procedimiento donde fue secuestrada Ana María Mrad -en 1975-, quien luego pasó por el ex Batallón de Ingenieros de Combate 141 y, hasta hoy, continúa desaparecida.

Pithod negó los cargos en ese caso como también haber participado de los “grupos de tareas” del Ejército mientras hizo la colimba. “Jamás tuve que ver con este tipo de situaciones”, afirmó.

Del mismo modo, rechazó haber contactado a uno de los hijos del abogado Luis Alejandro Lescano, secuestrado y desaparecido hasta que hallaron sus restos en la fosa común de Pozo de Vargas en 2013, para decirle que tenía información sobre el letrado. “Lo único que le dije era que no lo dejen de buscar”, aseguró sobre este diálogo que había mantenido con Carlos Alberto Lescano.

También dijo desconocer a Jorge D’Amico, uno de los acusados, y que tenía cargo de oficial en el Ejército; y que tampoco vio gente detenida en el exbatallón: “Nunca vi a nadie detenido”.

Función

Contó que durante su paso por el Ejército como conscripto, ejerció tareas administrativas y de chofer, y que tenía el tiempo de jugar al rugby, por lo que la “pasó bien” durante el servicio militar.

Sin embargo, desde las querellas remarcaron los testimonios de presos políticos que ubicaron al conscripto Carlos Pithod en el Batallón y que tenía el rol de “ablandar” a presos políticos.

Así lo había señalado el abogado Pedro Orieta, de la Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia, al referirse al testimonio de los hermanos Julio Dionisio y Pedro Pablo Arias, que estuvieron cautivos en el exbatallón.