Las Termas de Río Hondo: un paseo distinto por la ciudad

Cuando los turistas llegan a Las Termas tienen, sin dudas, muchas alternativas para recorrer la ciudad o disfrutar de su gastronomía o propuestas de espectáculos y entretenimiento. Muchos optan por arrancar con el city tour a bordo de algunos de los “trencitos” o micros que salen del parque Güemes y recorren un circuito definido por los puntos referenciales de la ciudad, la costanera, el Museo del Automóvil, la isla Tara Inti, el dique y su imponente lago.

Otros deciden armar su propia agenda incluyendo lugares como el campo de golf (de entrada libre y gratuita) que ofrece una visita guiada por su circuito e instalaciones y que se complementa con algún té o trago en la terraza del club house, mirando el atardecer en ese entorno natural imponente.

Pero también existe una ciudad que nos lleva a encontrarnos con lo más profundo de su cultura y su gente, con sus costumbres históricas y cotidianas y nos transporta a la esencia más pura de sus orígenes. Es lo que suele llamarse turismo cultural y etnográfico.

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Un lugar para una visita de este tipo es el Museo Municipal de Artes y Artesanías Regionales “Abraham Manlla”, que forma parte del circuito museístico de Las Termas. Fue creado el 22 de mayo de 1997 y funciona en el edificio de la ex estación de ferrocarril, sobre la ruta 9, que conserva su estructura y su diseño original.

Las obras que conforman el patrimonio del museo fueron adquiridas por donación de los artistas que participaban de los Encuentros Nacionales de Artistas que se realizaban en la ciudad en los años 90. Estas obras están inspiradas en los mitos y leyendas regionales y latinoamericanos y puede visitarse de lunes a domingos de 8 a 13 y de 14 a 20, con entrada libre y gratuita.

Por su parte, el Museo Paleontológico “Rincón de Atacama”, sobre calle Caseros, resume el pasado paleontológico de la región, que se puede apreciar en restos fósiles de antiquísima data. Los grandes hallazgos han permitido establecer indicios de vida animal en el departamento Río Hondo de hace tres a cinco millones de años, advirtiendo dos especies nuevas para la ciencia.

Dada la importancia de los ejemplares descubiertos, su estudio, investigación y posteriores publicaciones acreditadas, le han conferido a este museo la responsabilidad de elevar su rango a nivel científico, situándose como un importante centro abocado al tratamiento de especies paleontológicas.

Otro lugar para encontrarse con los aromas y la frescura de la producción local es el Mercado Municipal, remodelado hace tres años, respetando el estilo colonial de su edificio original inaugurado en 1945. Las especias son las preferidas de quienes lo visitan, con una variedad muy amplia que incluyen aquéllas que no se encuentran fácilmente en otros lugares.

Llegar allí es ser presa de las insistentes invitaciones de quienes atienden estos puestos llenos de colores, texturas y olores diferentes.

A decir de Norma, una turista de San Nicolás que visita la ciudad todos los años, la calidad y variedad hacen que ella siempre las lleve en abundancia para su hija chef que tiene un restaurante en esa ciudad.

Pero en los últimos años se han sumado productores y puestos que traen una oferta muy completa de harinas alternativas, como la de algarroba y de vinal, productos orgánicos e ingredientes que se van incorporando a una dieta más saludable.

Es el caso de los productos de Monte en Red, Almacén Campesino o las frutas y verduras deshidratadas que produce Griselda Casasola en su laboratorio, un reducto sorprendente del paisaje de Villa Río Hondo. Ingredientes que también se han introducido en la elaboración de licores caseros o de tragos de la coctelería regional como el ron de algarroba, el mistol, almíbar de poleo y ají del monte. Usos novedosos para productos del monte que por muchas generaciones se habían olvidado.

Esto ha generado nuevos aires para los productores rurales y las familias que sostienen, con sus recetas e ingredientes autóctonos, la memoria colectiva de los sabores de Río Hondo. El mercado está abierto todos los días de 9 a 21 y su resurgimiento también ha renovado toda la zona del bajo que fue siempre el centro tradicional de quienes habitan la ciudad permanentemente. l