La organización de las Naciones Unidas, nuevos desafíos La organización de las Naciones Unidas, nuevos desafíos
Por Mg. Pedro José Basbús. Magistrado. Docente Cátedra de Derecho Internacional Público, Ucse.
El próximo 17 de septiembre se inaugura el período ordinario de sesiones del 74° Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de Las Naciones Unidas.
Su presidente electo, S.E. Profesor Tijjani Muhammad Bande (Representante Permanente de Nigeria por ante las Naciones Unidas) señaló en su mensaje de aceptación del cargo (4 de junio de 2019): “La aplicación de los mandatos vigentes de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, centrada especialmente en la paz y la seguridad, la erradicación de la pobreza, el hambre cero, la educación de calidad, la acción para el clima y la inclusión”, serían las principales prioridades de su presidencia.
Evidentemente estos desafíos motivan a toda la comunidad internacional frente a los recientes acontecimientos que importan verdaderos desafíos superadores, me refiero a los incendios en la Amazonia brasileña, a los hasta ahora viejos/nuevos conflictos de carácter no internacional que sacuden a los estados que los sufren, con consecuencias tales como los desplazamientos, las migraciones, la miseria y la trata de personas, y al conflicto comercial entre los Estados Unidos y China.
Un poco de hstoria
Considero propicio referirme, aunque brevemente, a la historia de la Organización de las Naciones Unidas pues su génesis nos brindará una mejor comprensión de la misma.
El nombre Naciones Unidas se acuña por primera vez el 1 de enero de 1942, por el presidente Franklin D. Roosevelt en ocasión de que 26 países aliados (en plena Segunda Guerra Mundial) suscriben la “Declaración de las Naciones Unidas” y por la cual aquellos se comprometían a continuar la lucha en contra de las potencias del Eje (vgr. Alemania, Italia y el Imperio del Japón).
Te recomendamos: Los jóvenes tienen razón sobre el cambio climático: es hora de escucharlos
Con posterioridad se suscriben dos declaraciones de suma importancia (Moscú y Teherán, 30 de octubre y 1 de diciembre de 1943) por las cuales la Unión Soviética (Rusia), el Reino Unido, los Estados Unidos y China abogaron por la creación de una organización internacional responsable del mantenimiento de la paz y la seguridad y delinearon los planes para la victoria final en el terreno de las armas, respectivamente.
Los años 1944 y 1945 son los propicios para las conferencias de Dumbaton Oaks (EE.UU. 7 de octubre) y Yalta (Rusia, 11 de febrero) por las cuales las cuatro potencias antes citadas, sometieron a la consideración de todos los gobiernos de las Naciones Unidas y a los pueblos de todos los países, una propuesta de estructura de la organización mundial, a fin de que la estudiaran y discutieran.
De acuerdo con lo propuesto en Dumbarton Oaks, cuatro organismos deberían integrar la organización, que se denominaría Naciones Unidas. Se crearía una Asamblea General compuesta de todos los miembros. Luego seguiría un Consejo de Seguridad, de once miembros (hoy quince). De éstos, cinco serían permanentes y la Asamblea General elegiría a los seis restantes (hoy nueve) por períodos de dos años.
También se establecería un Consejo Económico y Social que funcionara bajo la autoridad de la Asamblea General, el tercer organismo sería una Corte Internacional de Justicia y el cuarto, una Secretaría. Luego se añadieron el Consejo Económico y Social y el de Administración Fiduciaria (que suspendió sus operaciones en el año 1994, toda vez que a esa fecha todos los territorios fideicomitidos habían obtenido su autonomía e independencia).
Te recomendamos: El verdadero desafío es recuperar el Amazonas, no sólo apagar el fuego
En Yalta, más allá de que se cede el control de Polonia a la Unión Soviética (en desmedro de las intenciones británicas) las partes acuerdan la desmilitarización y partición de Alemania, paradójicamente una Europa libre, el espinoso tema de la votación en el Consejo de Seguridad, posponen la decisión de las fronteras de Italia con Yugoeslavia y Austria como asimismo el tema de los crímenes de guerra y convocan a la Asamblea que, finalmente, iba a reunirse en San Francisco (EE.UU.) el 24 de octubre de 1945.
La Carta fue firmada el 26 de junio de 1945 por los representantes de los 50 países. Polonia, que no estuvo representada, la firmó mas tarde y se convirtió en uno de los 51 estados miembro fundadores.
Las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética (Rusia) el Reino Unido, Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios.
De los originarios 51 signatarios, hoy 193 países integran la Asamblea General, uno de los órganos más importantes junto al Consejo de Seguridad, la Secretaría y la Corte Internacional de Justicia.
La Asamblea General se reúne cada año en período ordinario de sesiones, la parte principal es de septiembre a diciembre, y se reanuda en enero hasta que todos los temas de la agenda se aborden, lo que a menudo es sólo antes del inicio del próximo período de sesiones.
En este foro se debaten cuestiones de interés mundial, como el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, el cambio climático, la igualdad de género, etc. Cada año, en septiembre, se celebra un debate general en la Sede de la Organización en Nueva York en el que participan mandatarios provenientes de todo el mundo. Este acto da inicio al nuevo período de sesiones de la Asamblea General.
Desde el 60° período de sesiones de 2005, el presidente electo de la Asamblea General sugiere un tema de interés mundial para el próximo debate general, sobre la base de consultas oficiosas con los Estados miembros, el presidente del actual período de sesiones de la Asamblea General y el Secretario General.
Poco después de su elección, el presidente electo envía una carta a todos los estados miembro que anuncia el tema para el próximo debate general e invitándoles a centrar sus discursos sobre el tema propuesto.
Dije anteriormente que el presidente del período a inaugurarse había delineado una agenda que en mi opinión es compleja frente a los actuales desafíos que la comunidad internacional enfrenta.
La inclusión, el respeto por el derecho internacional, la eliminación de todo tipo de discriminación, la cooperación internacional, la búsqueda de soluciones pacíficas en las controversias internacionales, los desplazamientos internos, las migraciones internacionales, la vigencia de un ambiente sustentable y el desarrollo equitativo de las naciones son temas que, necesariamente deben formar parte de una agenda internacional y como política de la organización mundial.
Recuerde el lector que la paz no sólo significa ausencia de guerra sino que se logra mediante la necesaria cooperación internacional (tercer propósito de la organización) el desarrollo sostenible (bosques, mares y sus recursos), la eliminación de todo vestigio de colonialismo (aunque sea retrógrado hablar de ello en este siglo) la lucha contra el desarme y el terrorismo internacional y el nuevo/viejo flagelo mundial que es el narcotráfico y la trata de personas.
Te recomendamos: Combustibles: es necesario pensar en el día 91
El presidente del 74° período de sesiones de la Asamblea General señaló que esta última debe cumplir su papel de salvar brechas y de promover la acción colectiva para hacer frente a todas las cuestiones internacionales que merecen atención, en coordinación y colaboración estrechas con el secretario general, el Consejo de Seguridad y el Consejo Económico y Social.
El mundo se encuentra transitando un período de inestabilidad no solamente económica y comercial, sino política y más alá de las buenas intenciones del presidente de la Asamblea (y del secretario general) de la ONU, todos los integrantes de este organismo internacional deben multiplicar sus esfuerzos para transformar el mundo en un lugar más seguro, pacífico y sustentable.