La comuna rindió un solemne homenaje a Manuel Belgrano La comuna rindió un solemne homenaje a Manuel Belgrano
La ceremonia contó con la presencia del intendente interino, Juan Manuel Beltramino; quien estuvo acompañado por la presidenta interina del Concejo Deliberante, Julia Comán; los secretarios de Coordinación de Gabinete, Oscar Ledesma; de Gobierno, Humberto Santillán, y de Economía, Gabriel Llapur.
También participaron concejales, jefes de las distintas fuerzas de seguridad con asiento en la ciudad e invitados especiales.
“Sin ninguna duda es una fecha muy especial para los argentinos, porque fundamentalmente recordamos al prócer que nos dio uno de los símbolos patrios que nos identifica como es la bandera, pero también nos hace recordar su historia, un hombre de honestidad a toda prueba, hijo de esta tierra que dejó su riqueza y estudio para defender los colores de la bandera para que hoy seamos una Patria libre y soberana”, expresó Juan Manuel Beltramino al hacer una evocación del prócer argentino. La ceremonia comenzó con el izamiento de la Bandera Nacional por parte de Beltramino y de la presidenta interina del Concejo Deliberante; luego, los presentes entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y procedieron a colocar una ofrenda floral al pie del monumento a Manuel Belgrano en la plaza Libertad, rito protocolar que estuvo a cargo de las autoridades municipales.
Evocación
Luego hizo uso de la palabra la subsecretaria de Educación, Cultura y Turismo, Adriana Vaulet, quien destacó la figura y la obra de Manuel Belgrano: “Conmemoramos el Bicentenario de la creación de nuestra Bandera, fecha en la que nos obliga a reflexionar sobre los pensamientos, sueños e ideales de Manuel Belgrano, quien con esfuerzo, generosidad y amor por la educación, de modestia, de honestidad, de sincera defensa de la libertad, de la libertad civil, de la libertad política y de la libertad de expresión, concebida naturalmente en el marco de un periodismo independiente”.
“Fue en las baterías de Rosario -prosiguió la funcionaria municipal-, aquel destino transitorio del improvisado General, con la firme intención de plasmar la idea de independencia y soberanía de su patria, que un 27 de febrero de 1812 enarboló por primera vez la enseña nacional. Ese solo hecho le hubiera alcanzado para signar la historia, pero fue por más”, finalizó Vaulet.
