Allanamiento en Santiago, en el marco de una causa por el tráfico internacional de armas de guerra

Santiago del Estero fue una de las provincias en las que se llevaron a cabo allanamientos en el marco de un megaoperativo en todo el país para desbaratar una compleja organización criminal internacional dedicada al tráfico de armas.

Los operativos se llevaron a cabo en varias provincias argentinas, España y Estados Unidos. Arrojaron como saldo la detención de 21 persona en nuestro país y el secuestro de más de 2.500 armas cortas y largas, además de explosivos, granadas, documentación, una importante suma de dinero e incluso un cañón antiaéreo.

Según se desprende de la investigación, los operativos se desarrollaron en distintas provincias de la Argentina. Fueron encabezados por efectivos de Gendarmería junto con funcionarios de la Aduana y la Afip, con la participación de la AFI.

La Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) contribuyó con la investigación: aportó información y participó en los allanamientos con personal técnico en apoyo de Gendarmería para identificar y clasificar el material y revisar la documentación secuestrada.

En paralelo, se realizaron allanamientos en España y Estados Unidos, un operativo bajo la firma del titular del Juzgado Penal y Económico N°2 de Buenos Aires, Pablo Yadarola.

Se sospecha que el material de guerra de alto poder era enviado a grupos armados narcos de Brasil como el “Comando Vermelho”.

El magistrado bonaerense envió un oficio al juez federal de Santiago del Estero, Dr. Guillermo Molinari para poner en conocimiento de que en el marco de la investigación se iba a concretar un procedimiento en nuestra provincia, por lo que se iba extender en su jurisdicción.

El caso es manejado bajo un absoluto hermetismo y pocas precisiones se pudieron obtener sobre el lugar exacto en el que se realizaron los allanamientos en Santiago, así como tampoco de sus resultados.

La agencia estadounidense Homeland Security también participa de la investigación junto a un fiscal norteamericano de la jurisdicción de Florida presente en el país.

Gendarmería irrumpió en objetivos de Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Río Negro y Santiago del Estero. Las detenciones ocurrieron en Tandil, el conurbano bonaerense y en Rosario.

Líder

Se identificó a un cabecilla, un hombre de la zona de Martínez que fue allanado a las 6 de la mañana de ayer, de 50 años de edad, con antecedentes penales en Estados Unidos. Se escondió en un búnker de su casa al ver a los gendarmes, un sótano adjunto a su cochera con una gruesa puerta metálica.

Las tareas comenzaron hace seis meses: la Afip aportó datos que ayudaron a identificar a los sospechosos tras un cruce de datos con Homeland Security. Las armas, aseveran fuentes del expediente, eran ingresadas al país desde puntos como España en encomiendas.

Detalles

“Salían de Estados Unidos y otras de Europa. Estamos hablando de unas mil armas que se armaban (ensamblaban) aquí, en la Argentina”, afirmó la ministra Patricia Bullrich: “Tenemos un arsenal en Buenos Aires, otro en Río Negro y otro en Córdoba. Todas estas armas conformaban una triangulación: de Estados Unidos y de Europa a la Argentina, donde se armaban y se enviaban a Pedro Juan Caballero, Paraguay, para enviarlas a Brasil”, precisó.

El circuito obedece a un patrón histórico de las armas largas en la Argentina: el ensamblado con partes de varios orígenes. Los cargadores, por ejemplo, eran comprados en Alemania y luego trasladados a España. Mediante encomiendas eran llevados a Holanda para esconderse en contenedores que venían en barco a nuestro país. Una armería llamada La Victoria en la avenida Rosas en Castelar fue uno de los puntos allanados.

La banda poseía gran cantidad de partes para el ensamblado de armas de guerra, como fusiles de asalto tipo Colt M4, calibre 5,56 mm y fusiles Kalashnkov AK47 calibre 7,62 x39 mm, además de las municiones para las mismas. Todas las piezas provenían de Europa, luego de una compleja triangulación por distintos países, y como se detalló anteriormente eran recibidas en la Argentina para su armado.

Asimismo, la banda efectuaba diversas maniobras como la alteración de armamento, en contravención a las disposiciones legales regulatorias en la materia, de las cuales se beneficiaban varias armerías que se encontraban siendo allanadas.