Lila goza y reivindica derechos Lila goza y reivindica derechos
La cantante Lila
Downs acaba de publicar
su disco “Al chile”, un
aluvión de ritmos para
“gozar”, para que la gente
sienta “esas cosas que
sentimos cuando comemos
chile”, pero también
para denunciar el trato
que reciben los migrantes
que llegan a Estados Unidos
al cruzar desde México.
“Creo que lo van a gozar,
me gustaría que sintieran
esas cosas que sentimos
cuando comemos
chile, que es lo picante, es
el ardor, es la alegría, es
el sudor y es el sufrimiento:
es todo eso. Me gusta
pensar en cómo nos encanta
hacernos sufrir y
lo disfrutamos”, aseguró
Downs a Efe entre risas.
Lila contó que en este
disco, en el que los ritmos
folclóricos como el corrido
mexicano o la cumbia
colombiana se mezclan
con sonidos electrónicos,
decidió cantarle al chile.
“Las cosas de comer
son sagradas, tienen su
almita, en este disco decidí
cantarle y hablarle al
chile”, cuenta la mexicana,
quien ha querido jugar
también con el doble
sentido de las palabras,
porque en su tierra hablar
al chile “es hablar directo,
sin ninguna hipocresía,
sin ninguna vuelta ni diplomacia
para nada”.
Es por eso que para
uno de los temas de este
disco -publicado por
Sony- interpreta “Clandestino”
(1998), el éxito
del cantante hispanofrancés
Manu Chao, en el
que se solidariza con los
migrantes, sobre todo de
áfrica, que pierden la vida
en el estrecho de Gibraltar.
En su versión, Downs
les canta a los que dejaron
la vida entre Tijuana
y Bagdad y traslada la
canción sobre todo a Latinoamérica
y a su México
natal haciendo referencia
a los guerrerenses, oaxaceñas
o chiapanecas que
buscan una vida mejor en
Estados Unidos y denunciado
las condiciones en
los centros de detención,
sobre todo la de los menores.
“Ahora más que nunca
es un tema difícil entre
nuestros países y, más
que nada, la humanidad
hacia los niños, creo que
eso es un pecado grave,
castigar a los niños, me
parece muy serio”, dice la
cantante que en esta canción
asegura: “Si no peleamos
por los niños qué
será de nosotros”.
Centro de detención
En sus conciertos proyectará
un documental sobre
los centros de detención
estadounidenses porque
según cuenta: “Esa
parte me ha molestado
mucho porque tengo un
hijo chiquito y me pongo
a pensar en si lo encerraran
en la cárcel así, en un
centro de detención (...).
Me desespera sentir que la
gente sea indiferente a algo
así”.
Vestida con un colorido
y estampado “huipil”,
elaborado por tejedoras
ayuuk y zapotecas
de un taller de mujeres
de Oaxaca, y un collar
de borlas de palma tejida,
cuenta también lo “lindo”
que fue colaborar con Norah
Jones en el disco o cómo
el águila de su canción
“La marmota” no es otra
cosa que un ser humano
transformado.