Estudiante y abuelo sindicalista, envueltos en escándalo de abuso sexual y golpiza Estudiante y abuelo sindicalista, envueltos en escándalo de abuso sexual y golpiza
Un estudiante secundario
habría manoseado la
cola a una compañera y su
abuelo sindicalista “coronó”
el bochorno agrediendo
a la madre de la jovencita.
Allí se sintetizan los capítulos
dominantes de una
historia desdoblada en dos
causas penales, a cargo de
los fiscales Sebastián Robles
y Jésica Lucas.
El prólogo sobrevino en
un colegio privado del sur.
Durante el recreo, el joven
habría manoseado a la
compañera de curso.
La joven fue a su casa y
se lo confió a la madre. Al
día siguente, los padres pidieron
a la preceptora una
reunión con la directora.
Retiro espiritual
Como la superior había
asistido a un retiro espiritual,
la preceptora pospuso
la reunión para después.
El padre de la chica (familiar
de un secretario judicial)
no perdió el tiempo
y esperó al joven, a la salida
del colegio.
Siempre en base a la denucia,
el muchacho se retiró
del edificio “y me miró
sobradamente e irónico”,
afirmó el adulto ante las
autoridades policiales.
Una corriente de testigos
amplió que en la ocasión la
mamá de la chica le dio una
bofetada al adolescente.
Dada la magnitud de la
efervescencia familiar, el
colegio reunió a las dos familias
y sugirió pacificar y
frenar la furia.
Ante los oídos de los
adultos ello sonó a no denunciar
el manoseo, tampoco
la cachetada al joven.
Escándalo II
Al día siguiente hicieron
su aparición la madre,
el padre y el abuelo del estudiante.
Los tres adultos se trasladaron
a la casa de la jovencita,
en el B° Ejército
Argentino.
Tocaron el timbre y la
madre de la estudiante sólo
les abrió la reja, señaló
una fuente policial.
Al instante, el sindicalista
lanzó una trompada
que dio de lleno en el mentón
de la mujer.
Durante unos contados
minutos, los visitantes
alardearon de “chapa
de amigos” de alto rango y
prometieron que las cosas
no quedarán así.
Cada uno de los insultos
del sindicalista y compañía
fueron filmados.
En 24 horas, las dos
partes formalizaron sendas
denuncias, Comisaría
del Menor mediante, y
la cuota de cordura ahora
debe partir de los dos fiscales.
Por lo pronto, ayer Robles
analizaba la filmación
de la agresión física del sindicalista
a la mujer, mientras
reconstruía el incidente
en sus detalles finos.