Asaltantes a joyería, salpicados con drogas y guerra sin cuartel, con dos homicidios en Mendoza Asaltantes a joyería, salpicados con drogas y guerra sin cuartel, con dos homicidios en Mendoza
Una comisión policial del Usar (Unidad de Situaciones de Alto Riesgo) trasladaba en la madrugada de hoy a Santiago a un narco mendocino, también salpicado en dos asesinatos en el 2010, acusado de pergeñar el audaz golpe de 15 kilos de oro en una joyería capitalina.
Se trata de Juan Manuel Morales Neira, de 38 años, quien junto con su mellizo Ramón Morales Neira, y un amigo chileno, habrían atacado una joyería céntrica el 31 de enero, ocasión en que huyeron con oro y joyas, valuados en U$S 400.000.
Juan Manuel Morales Neira fue apresado por los santiagueños en Mendoza, mientras se movilizaba en un automóvil Peugeot 308, adquirido por su novia 48 horas después del atraco armado en Santiago y por el cual habría efectivizado casi $ 500.000.
Sangre y muerte
La investigación que timonea la fiscal Lorena Nieva destila una historia de película, droga, ambición, sangre y muerte, cuyo prólogo fue escrito en el 2011.
Comenzó con un pedido de colaboración de la policía mendocina a sus pares nacionales, reclamando la captura de los mellizos y otros cómplices, investigados por el brutal asesinato de dos albañiles: la tragedia fue denominada ‘doble crimen de El Carrizal’.
El mismo se materializó en el 2010. Las víctimas resultaron Darío ‘Chochán’ Echevarría (28) y José ‘Chirola’ Escudero Rivarola (40), dos albañiles, emparentados a un barrabrava, al parecer rival de los mellizos y su bando, al mando de Marcelo Araya, alias ‘El Gato’. (Ver nota aparte).
Un "deja vu"
En aquella ocasión, marzo del 2011, los mellizos fueron detenidos en Santiago. Aquí habrían buscado ocultarse, mientras toda la policía pugnaba por apresarlos por el doble asesinato de El Carrizal.
Según recuerda el proceso, en Santiago quedaron fotografías de los mellizos, inclusive el número de un celular que aún era utilizado por Juan Manuel. Ni bien se perpetró el asalto a la joyería, la policía local apeló al manual de estilo: buscó en cámaras de seguridad de los comercios contiguos a la joyería damnificada.
Cámaras delatoras
¡Oh sorpresa!, aparecieron en las cámaras rostros de los tres asaltantes, reconocidos por las víctimas, a quien encañonaron con sus rostros descubiertos.
Los policías santiagueños encendieron la alerta en Nieva. La funcionaria tendió puentes administrativos con sus pares mendocinos y en menos de 72 horas, ambas provincias unieron esfuerzos y recursos en la ‘caza’ de los mellizos.
