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EL LIBERAL . Santiago

Derrame ocular interno: lo que hay que saber

27/11/2018 22:41 Santiago
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Derrame ocular interno: lo que hay que saber Derrame ocular interno: lo que hay que saber

n derrame ocular interno

se presenta

cuando aparece una

mancha roja de sangre

bajo la conjuntiva ocular, que

es, recordemos, la fina membrana

o tela transparente que recubre

el ojo y se encarga de proteger

la esclerótica o la parte blanca

del mismo.

La causa más habitual de esta

anomalía es la ruptura de uno

de los vasos sanguíneos que se

encuentran en esta capa. Es una

circunstancia que no se puede

prever y a la que no le anteceden

síntomas concretos; simplemente

sucede.

Todo lo que debes saber

La alarma que suele provocar

en los pacientes la aparición

de una mancha roja en los ojos

como producto de un derrame

ocular interno, es mayor que en

otras anomalías de carácter similar.

Por ello, conviene estar bien

informado sobre lo que podemos

hacer ante una circunstancia de

este tipo. Hoy queremos repasar

contigo algunas de las dudas más

frecuentes en torno de este tema:

1. ¿Qué puede ocasionar

un derrame ocular interno?

No existe una única causa. La

mayoría de las veces se debe a

aumentos bruscos e incontrolados

de la presión sanguínea, por

ejemplo luego de los estornudos

o de las toses demasiado intensas.

También pueden influir directa

o indirectamente enfermedades

como la hipertensión arterial,

la diabetes o cualquier otra

que altere la coagulación normal

de la sangre.

2. ¿Un golpe en un ojo lo

puede provocar?

Sí, aunque no siempre sucede.

El golpe debe ser demasiado

fuerte como para alterar el normal

funcionamiento de los vasos

sanguíneos y provocar el derrame

como tal. A otros pacientes

les sucede cuando se frotan

los ojos con demasiada intensidad,

provocando traumatismos

que derivan en ello.

3. ¿Qué pasa si la hemorragia

es intensa y recurrente?

En este tipo de casos, lo mejor

es acudir de inmediato al oftalmólogo

para que sea él quien determine

la gravedad de la lesión

y defina el tratamiento a seguir.

4. ¿El derrame ocular interno

es síntoma de un problema

más grave?

Por lo general, no. Si es una

anomalía leve, desaparecerá al

cabo de un par de días. Lo más

habitual es que el derrame siga

su curso sin ninguna complicación

y que su reabsorción se produzca

de forma automática.

5. Si no tiene síntomas,

¿cómo saber que se trata de

un derrame?

Además de la mancha roja

que se genera bajo la conjuntiva

ocular, un derrame ocular interno

se puede identificar porque

genera varias molestias y altera

la visión normal. Por ejemplo, es

habitual que persista una sensación

de tener un cuerpo extraño

en el ojo o una irritación excesiva.

Ambos síntomas se pueden

controlar con la ayuda de lágrimas

artificiales, aunque, eso sí, el

uso de estos productos debe contar

con la supervisión de tu oftalmólogo.

6. Si lo he sufrido una vez,

¿puede volver a pasarme?

No necesariamente, aunque sí

que es verdad que existe una alta

probabilidad de que haya un

segundo derrame ocular interno

en aquellos pacientes que lo sufren

por primera vez. Para evitarlo,

es fundamental llevar un control

asiduo de la presión arterial

con ayuda de tu médico.

Recuerda: el derrame ocular

interno sólo supondrá un riesgo

severo para tu vista si al cabo de

los días no hay reabsorción del

mismo. Por lo demás, suele ser

una anomalía que desaparece en

un plazo de 8 o 10 días.

No es lo mismo manchas rojas

que tener venas en los ojos.

Cuando los capilares de la esclerótica

o esclera, que es la parte

blanca del ojo, se hinchan provocan

la aparición de venas en los

ojos perceptibles a simple vista

y bastante llamativas. Salvo que

vayan acompañadas de molestias

y otros síntomas, no se trata

de un problema del que debamos

preocuparnos, siendo lo

más probable que desaparezcan

de forma espontánea y sin necesidad

de tratamiento a los pocos

días de su aparición.

Causas de las

venas rojas en los ojos

Los motivos de esta hinchazón,

que puede ser repentina o

más o menos progresiva, son diversos:

• Un sobresfuerzo al toser o

estornudar.

• Golpes fortuitos.

• Forzar la vista por pasar demasiado

tiempo ante el ordenador

u otro aparato con pantalla

electrónica.

• Leer, coser o realizar alguna

actividad con escasa luz.

Pueden derivar en

manchas rojas

En ocasiones estas venas de

los ojos, también conocidas como

capilares o vasos sanguíneos,

no solamente se hinchan sino

que llegan a romperse. Cuando

esto ocurre, se produce una mancha

roja, cuyo tamaño puede llegar

a ser considerable, y cubrir

una buena parte de la conjuntiva,

que es una membrana fina y

transparente que cubre la esclerótica.

¿Debo preocuparme en este

caso?

Lo cierto es que, pese a la

aparatosidad de estos derrames

oculares, las manchas rojas en

los ojos, denominadas técnicamente

hemorragias subconjuntivales,

suelen ser igual de inofensivas

que las venas hinchadas.

La mayor parte de las veces,

tanto las venas en los ojos como

las manchas rojas desaparecen

por sí solas al cabo de una semana

aproximadamente.

¿Cómo se tratan?

Como hemos visto, las venas

hinchadas en los ojos son casi

siempre un problema leve y pasajero,

el cual desaparece de manera

espontánea sin que sea necesario

ningún tipo de tratamiento.

Por lo tanto, se trata simplemente

de tener un poco de paciencia

y esperar de 3 a 7 días para

que estos capilares se desinflamen

por sí mismos o la sangre

acumulada en la esclerótica

(cuando ha habido rotura de los

capilares) vaya diluyéndose.

Solamente si el derrame es de

una cierta intensidad puede ser

recomendable el uso de lágrimas

artificiales, con el objeto de aliviar

las molestias que pueden notar

algunas personas por el roce

del párpado con la zona afectada,

en el caso de que esta llegue a

hincharse lo suficiente.

Prestar atención

si son recurrentes

Una excesiva recurrencia de

las venas en los ojos y especialmente

de las manchas rojas producidas

por hemorragias subconjuntivales

pueden ser indicativas

de tener la tensión arterial

alta.

Este problema es importante

que sea controlado y tratado,

ya que puede derivar en graves

problemas de salud. Por este

motivo, la frecuencia y recurrencia

de esta alteración debe ser la

vara de medir que nos indique si

debemos o no acudir a un especialista

en oftalmología.

Una última aclaración: presión

arterial no es lo mismo que

presión intraocular de ojo, la cual

tiene unas consecuencias y sintomatologías

muy distintas.

Lo que debes saber
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