Muerte dudosa: su descubrimiento y tratamiento del Poder Judicial ante diversas tragedias enigmáticas Muerte dudosa: su descubrimiento y tratamiento del Poder Judicial ante diversas tragedias enigmáticas
Una muerte dudosa es aquella en la que una persona pierde la vida de forma violenta, o en circunstancias no esclarecidas, razón por que se origina una investigación judicial para determinar la causa fehaciente del motivo del fallecimiento y si existiera un responsable de provocarlo.
Se trata de una circunstancia especial que amerita la intervención de un auxiliar en el proceso penal, como el perito médico forense, único profesional capacitado para emitir un certificado de defunción en estos casos, explicó el juez de Apelaciones y Tribunal de Alzada en lo Penal, Dr. Raúl Romero.
En este tipo de episodios, el certificado de defunción juega un papel clave, ya que se trata de un acta realizada por el puño y letra del médico, que certificará la terminación de la existencia jurídica de una persona.
Sin embargo, no cualquier profesional puede emitir este documento en caso de muerte en extrañas circunstancias, ya que sólo médicos forenses se encuentran autorizados a confeccionarlos, previo desarrollo de una investigación detallada del cuerpo del extinto.
Si cualquier profesional de la Medicina, en ejercicio de su labor, se encontrara con una muerte de etiología dudosa, su deber será judicializarlo por medio de una denuncia y promover así la debida investigación.
El cuerpo del delito
Cuando se habla de muerte dudosa, es posible observar casos en los que la pérdida de la vida suele estar acompañada por hechos violentos como envenenamiento o suicidio. Entonces, la tarea de perito forense será determinar la causa del óbito, explicó el camarista.
En estos casos, el bien jurídico protegido que se intentará reivindicar con las investigaciones judiciales si correspondiere, será la vida. Para ello, la determinación del cuerpo del delito se vuelve parte esencial de las pesquisas.
Sin embargo, suele generarse una confusión muy común en las personas, de pensar que el cuerpo del delito lo representa el cuerpo del fallecido, sin el cual por ende, no existiría base para una investigación jurídica.
"De esta forma, se cae en la errada conclusión de que sin presencia del cuerpo no existiría base para una investigación judicial", enfatizó el profesional.