Crece la alarma en Estados Unidos por violencia política y los crímenes de odio

WASHINGTON. El gobierno de Estados Unidos anunció ayer nuevos esfuerzos para combatir los crímenes de odio luego de una reciente ola de ataques cometidos por supremacistas blancos, incluyendo uno que dejó 11 muertos en una sinagoga, y en medio de una creciente radicalización política a poco de las elecciones legislativas.

El autor de la matanza del sábado pasado en la sinagoga de la ciudad de Pittsburgh se presentó ayer ante un juez que le dictó prisión sin fianza tras acusarlo de 29 cargos de homicidio y uso de arma de fuego, lo que lo deja frente a una posible pena de muerte por el ataque más mortífero contra judíos de la historia de Estados Unidos.

Robert Gregory Bowers, un ciudadano blanco de 46 años que recibió un balazo al enfrentarse con la policía tras la matanza, compareció ante un juez en un tribunal del centro de Pittsburgh, Pensilvania, luego de ser dado de alta de un hospital, informaron fuentes policiales.