Contrató dos colectivos para llevar menores a su boliche

Insólita determinación tomó el dueño de un local bailable de Beltrán, quien habría contratado un colectivo para trasladar adolescentes desde La Banda hasta la mencionada ciudad para participar de una noche de "diversión". Según informó la División Prevención y Protección Contra el Alcoholismo de la policía, el operativo se llevó a cabo durante las primeras horas del sábado, cuando los efectivos advirtieron que al menos 20 menores circulaban en el vehículo, con bebidas alcohólicas en sus manos, y se dirigían al reconocido evento. Las fuentes revelaron que los uniformados tenían pistas firmes sobre el proceder del dueño del boliche, ya que horas antes había obtenido información certera acerca la modalidad adoptada por el acusado, quien alquiló colectivos para trasladar personas sin importar sus edades. Cerca de la una de la madrugada, los uniformados se dirigieron hasta la calle Besares, allí divisaron estacionados dos colectivos con la inscripción "Servicios Especiales" con dos conductores mayores de edad a su mando. Alrededor del vehículo había una gran cantidad de adolescentes -la mayoría menores de edad- dispuestos a ascender al rodado para emprender el viaje a Beltrán. Inmediatamente y ante la vulnerabilidad de la situación, la policía tomó cartas en el asunto irregular. Tras ser entrevistados los choferes, adujeron que el propietario de un conocido boliche de Beltrán los contrató para trasladar personas sin importar sus edades. Ante la gravedad de la situación se procedió a la identificación de los jóvenes de los cuales 22 eran menores de edad. En consecuencia se dio intervención a sus pares de la Dirección General de Seguridad Vial, quienes labraron la correspondiente acta de infracción por exceso de pasajeros. Mientras los adolescentes fueron trasladados hasta la Comisaría 12 en donde fueron examinados y entregados a protección de sus padres. Mientras la jueza de Faltas de La Banda -Dra. Claudia Acuña- dispuso el inmediato secuestro de los colectivos y la correspondiente acta de inspección ocular para registrar presencia de alcohol en el interior de los rodados. Tras la medida se estableció que había entre otras cosas dentro del interior de los colectivos, botellas de vino y cerveza a medio consumir.