El confesor de los famosos

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En su adolescencia, Juan Rago devenido en Jey Mammón, componía música para la Iglesia y hasta escribió una canción hablando del matrimonio igualitario.

Lo último que hizo fue un disco para el Padre Grassi. Iba a firmar contrato con un sello discográfico cuando lo llamaron para decirle que el sacerdote no iba “porque tiene un problemita”, tal como lo evocó en diálogo con EL LIBERAL.

Mientras daba las últimas clases de catecismo formó la banda Mammón, término usado para referirse al diablo, pero un día el grupo “me hizo asumir que era una cosa muy unipersonal y nos separamos”, recordó.

Pero, desde hace ocho años que se desvinculó de la curia para dedicarse al humor y convertirse, a través de su personaje Estelita, en el confesor de la farándula argentina.

¿Qué quedó del catequista hoy convertido en un actor que deslumbra con Estelita, una de sus creaciones?

Fue todo muy rápido. Fue como una vorágine de cosas que me fueron sucediendo. Estoy contento porque la gente se acerca al espectáculo a ver el personaje de Estelita, pero también para descubrir qué hay detrás de Estelita, que son los otros personajes y la música en vivo. Me gusta hacer mis canciones. El invitado es el postre del show. Es por eso que el invitado ve el espectáculo completo y va preparándose para una entrevista diferente y a divertirse.

A partir de las declaraciones que le arrancas a las celebrities, ¿te consideras el confesor de la farándula?

El personaje logra que se dé un contexto para una nota diferente. No me quiero etiquetar como el confesor de nada porque Estelita es una de las tantas criaturas que me gusta componer. Con el entrevistado se genera un clima intimista donde el invitado, casi inconcientemente, en algún punto, se olvida dónde estamos y empieza a hablar como si fuese el living de su casa.

Que logres abrir el corazón de los entrevistados ¿cumple con el objetivo que te has propuesto al crear a esa Estelita cholula e irreverente?

Lo cumplo en el sentido de que muestran ese costado que la tele, a veces, o los medios no permiten traspasar. Está bueno de que la gente los vea humano como son, como somos todos. Esto hace que todo fluya y que se más entretenido, divertido. Hay un objetivo cumplido, y todas las noches. No deja de sorprender las cosas que los artistas terminan contándome. Estoy muy contento con el unipersonal en general y que ese personaje sea la puerta para que la gente se interese que hay atrás de Estelita.

¿Qué tiene Jay Mammón que logra romper con las estructuras de los artistas y conseguir la complicidad de éstos y el espectador?

Una vez lo escuché decir a Chespirito que si a él le divertía lo que escribía y le gustaba, no le importaba lo que dijeran los demás porque se trasmitía ese divertimento, esa alegría. Me pareció medio bíblico, medio profético y me encantó porque a mí me encanta el laburo de Chespirito. Cuando armo algo y siento que me divierte a mí, tengo el objetivo cumplido. Me costó muchos años darme cuenta de qué es lo que tenía que hacer.

Leía que muchos te consideran como el nuevo Fernando Peña. ¿Tomas esa posta?

No, la verdad que no. Yo me siento uno de los doce apóstoles y hay unos tres Jesucristo, y uno es Fernando Peña. Me parece que dejó un agujero al cual no hay que tocarlo sino dejarlo ahí porque tiene un nombre. Me considero un discípulo que recién empieza. Siento admiración por Fernando.

¿Cómo afrontas esta explosión de fama que te dio un personaje como Estelita?

Es raro porque no fue esperado, no al menos con esta velocidad. Me sorprende ver cómo las esquirlas que salen de ahí vuelan por todo el aire. Estoy muy agradecido a todos los invitados porque no sólo fueron generosos con venir a mi espectáculo sino al hablar del mismo, con mucho cariño y respeto,por cuanto lugares iban. A esta fama la tomo con la misma alegría que cuando empecé con este unipersonal. Lo más importante, en el decálogo de las cosas, disfrutar y pasarla bien haciendo lo que me gusta.

¿Qué significado tiene para vos que los famosos dejen el personaje para que hable la persona ante Estelita?

Sería, un poco, el tema de la realidad. Hubo caso que a los invitados no los ví nunca en mi vida, como fue el caso de Gerardo Sofovich a quien entrevisté este martes 15. Mi primer contacto es arriba del escenario. Me representa conocer gente muy talentosa. La parte humana es lo que nos conecta.

¿Cuáles son los artistas que levantaron más polvareda con sus confesiones?

El revuelo grande fue cuando vino Silvina Escudero y le pregunté por la foto y terminó confesando que se la hizo “Tacho” Riera. “La China” Suárez confesó que estaba de novia con Nicolás Cabré. Natacha Jaitt contó que estuvo con un político y consumió cocaína. Luis Vadalá involucró a Moria Casán en un escándalo similar.

¿A quién quisieras tener?

Gerardo Sofovich ya estuvo. Me gustaría que viniesen Facundo Arana y Andrés Calamaro.