Aldo Roggio confesó haberle pagado coimas a Ricardo Jaime

El poderoso empresario de la construcción de la República Argentina, Aldo Roggio, confesó haberle pagado coimas extendidas en el tiempo al secretario de Transporte durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Ricardo Jaime.

Roggio declaró anteayer como arrepentido en la causa de los cuadernos de la corrupción K.

El reconocido hombre de negocios tiene un conglomerado de empresas, entre las que se encuentra Metrovías, que durante el kirchnerismo explotaba el subte de Buenos Aires y la línea del ferrocarril Urquiza.

Según las informaciones recogidas en esferas tribunalicias, Roggio admitió haberle pagado cinco por ciento de los subsidios correspondientes al Ferrocarril Urquiza a Jaime, y también por la explotación del subte.

Esta información brindada por Roggio al juez que investiga la causa, queda al descubierto otro de los esquemas de recaudación que se manejaban en el Ministerio de Planificación, desde el área de Transporte.

El empresario había declarado anteayer, pero recién ayer, al brindar nuevos detalles al juez Claudio Bonadio, el magistrado recién pudo homologar el acuerdo para sumarlo en condición de imputado arrepentido, por lo que recuperó la libertad.

Roggio, que confesó haber cometido delito, reafirmó que también se pagaban coimas por la obra pública, aunque se diferenció respecto del sistema descripto por Carlos Wagner y Juan Chediack sobre el funcionamiento del "club de la obra pública".

Según pudo saberse, en su exposición ante el juez, Roggio señaló que desde el Ministerio de Planificación le retrasaban los pagos por obra pública y le pedían dinero para agilizarlos.

Entre los exfuncionarios que nombró como los autores de los pedidos y receptores de las coimas, se encuentran el exministro Julio De Vido, el ex secretario de Obras Públicas, José López, el ex segundo del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, y el encargado de los corredores viales, Claudio Uberti.