Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Santiago

ANÉCDOTAS DE TAXI | ...o reventá

28/07/2018 15:34 Santiago
Escuchar:

ANÉCDOTAS DE TAXI | ...o reventá ANÉCDOTAS DE TAXI | ...o reventá

Eran dos señoras, la más joven bajó a las pocas cuadras y le dejó dinero a la señora que seguía viaje conmigo. Subieron juntas. No se conocían, pero habían viajado en un colectivo que venía del interior provincial, y bajaron en la misma esquina donde me hicieron seña.

La que prosiguió viaje iba hasta el Hospital Regional.

Las cuarenta y seis cuadras que restaban para llegar a destino, las ocupé en indagar a la mujer, como siempre, buscando rescatar una historia interesante.

-Por lo visto ¿se conocieron en la parada con la otra señora?

-Sí. Bajamos del colectivo -el que las traía del interior- y nos pusimos a charlar. La verdad esperábamos un colectivo de linea, pero tardaba tanto que decidimos parar un remís y compartir la tarifa, por supuesto. Las dos teníamos prisa.

-¡Qué bueno!

-Aparte hay cierto horario para ingresar al hospital, y sobre todo los sábados son muy estrictos los de seguridad...

-¿Imagino que tiene un familiar enfermo? -le pregunté-. 

-No, enfermo no, pero mi hija está internada con su bebé prematuro y usted vio que es siempre delicado el tema de la incubadora y todo eso. Aparte, yo tengo que ayudarla porque está fajada, tiene que darle de mamar, hay que higienizarlas...

-En fin, yo cómo abuela rezo, y no le quiero pasar a ella la preocupación que tengo por cada día, cada hora, cada minuto que pasa esa criatura tan chiquitita...

La mujer me seguía hablando, comentándome el afecto hacia su hija y las ganas de vivir que demostraba ése bebé (que no recuerdo si era nena o varón).

-Doñita, escuchemé una cosa: le aseguro que va a llegar a tiempo. Si no fuera así, en el servicio de seguridad privada trabaja una hermana mía. Cuéntele que yo la traje y que le dije que más vale que la deje entrar a usted, porque sino dejará de ser madrina de mi hijo...

(la señora reía)

-Y por otro lado, le digo que deje de preocuparse. Que su nietito va a seguir sanito, va a estar todo bien, y prontito volverán a casa. ¡Ah, me olvidaba, Nancy se llama mi hermana... Nancy Noemí!

En ese instante que había parado para que la señora bajara, tenía la cabeza en sus rodillas y lógicamente lloraba.

-¡Eh... patrona, no es para tanto! Disculpe si la hice emocionar. No era mi intención.

Cuando logra incorporarse y con una gran dificultad para hablar, me dice:

-¿Dónde tenías la Virgencita?

-¿Cómo dice? -le respondo.

Ella misma la encontró. Se trata de una imagen de la Virgen del Rosario de San Nicolás, que le puse cuando viajamos a su Santuario, y bendecí mi autito apenas lo compré.

Yo estaba desconcertado.

-¿Sabes qué pasa hijo? Hace un par de años, mi marido estaba internado, grave, en éste hospital, y estoy recordando que vos me trajiste y me has dicho exactamente las mismas palabras, que tu auto estaba bendecido, que todo iba a salir bien, (él se sanó), y se me estremeció el alma, recién, cuando dijiste Nancy...

Lo que debes saber
Lo más leído hoy