La "droga (rosa) de los ricos" irrumpe en la noche de Buenos Aires a $2.000 el gramo

"Cocaína rosa" o "Tuci" (2CB). Poco importa el nombre, sí que emerge como una nueva droga en Buenos Aires, considerada "la droga de las clases altas" o "la cocaína de los ricos", a $ 2.000 el gramo.

Para los expertos, está asociada a la familia de las sustancias sintéticas, aunque su presentación suele asociarse con el polvo blanco de la cocaína.

Los investigadores sostienen que apareció en la Argentina hace 5 años aproximadamente y vinculan su origen a los cárteles colombianos.

Hoy, en Buenos Aires, su consumo es silencioso, casi exclusivo y el fuerte de su mercado es la noche y el ambiente donde el dinero no es problema.

Cinco años atrás la consumían varias bandas de ladrones colombianos instalados en la ciudad, en discotecas de música electrónica de Palermo y Costanera.

En ese entonces, el gramo costaba mil pesos. Hoy, está a 2 mil (7 veces más que la cocaína común, convirtiéndose en la más cara del mercado) y lo más común es comprarla afuera de las discotecas.

Ilegales

En enero último con el decreto 722/1991 fue incluida en la lista de sustancias ilegales de nuestro país, se supo.

Es más, la policía apenas reveló el secuestro de un solo cargamento de cocaína rosa. Fue en el mes de septiembre del 2015, en La Quiaca, provincia de Jujuy.

Aunque en todo el mundo su nombre legal es 2CB, es entiende que es una droga psicodisléptica, sintetizada en Estados Unidos en 1974 por Alexander Shulgin, quien la bautizó como "cocaína rosa".

En Sudamérica, la palabra "Tuci" nace bajo el alías del colombiano Alejandro "Tucibí", conocido en los medios colombianos como el "Pablo Escobar de las drogas sintéticas".

La historia revela que a mediados de la década del 2000 el hombre viajó a Europa, atraído por las fiestas de la música electrónica.

Se presume que conoció a dos químicos que producían una droga desconocida para él y los colombianos, y que era furor en las clases altas: el 2CB.

Alejandro volvió a Medellín con la receta y empezó a producirla y venderla. Expandió el negocio a Cali y Bogotá. Estalló la guerra entre cárteles, ávidos por la fórmula. Uno de esos crímenes se dio en Recoleta, en abril de 2012, cuando el colombiano Jairo "Mojarro" Saldarriaga fue ultimado de cinco balazos.