"Por el hachazo, Mayra quedó en medio de un charco de sangre y con los ojos hacia atrás" "Por el hachazo, Mayra quedó en medio de un charco de sangre y con los ojos hacia atrás"
José Luis "Joshelo" Ulloa sólo se regía por los celos y en su mundo Mayra le pertenecía y con violencia se desprendería de cualquier amenaza masculina.
Allí radica la génesis de su lógica, por la cual "casi la mató a hachazos. Nosotros y sus padres la asumíamos muerta ese día", declaró ayer Livio Mansilla.
El hombre acompañaba a la chica ese 27 de diciembre. También estaban Rodrigo Crespín, Martín Herrera y Yésica Barraza.
Dijo que "Joshelo" irrumpió en moto y no dijo nada de nada. "La tiró al piso y tomó del cuello para matarla. Uno de nosotros lo golpeó. La soltó, pero ahí nomás la sujetó con las rodillas. Pensé que la chica se moría porque se rindió", agregó el testigo.
En esencia, todos presenciaron el ataque de "Joshelo" que terminó cuando ingresó a la casa de la mujer. Se armó de un hacha y la golpeó en la cabeza.
"La vimos tirada. No se movía. Los padres salieron al patio gritando que estaba muerta su hija", ahondó.
El noviazgo se había iniciado en el año 2014.
La historia no se nutrió de idas y vueltas, ya que ella cortó la relación cansada por los celos.
La furia en él se potenció y transformó a la joven en blanco de su ira irracional.
Hoy el tribunal escuchará a un amigo de la chica, vía skipe, y en las próximas audiencias declararán los médicos que la salvaron.
Lo medular, sustancioso, llegará el martes. Sin "Joshelo" en el recinto, los jueces recibirán a Mayra.
La profesora detallará cada odisea: el día en que la cortó a navajazos; también cuando le prendió fuego a la ropa y las zapatillas.
Proveerá a los jueces los detalles finos de un amor que se transformó en odio y casi la envia a la tumba.
Prima facie, el desgaste del proceso recae en la defensa, ya que la Fiscalía y la querella batallan con hechos indefendibles para "Joshelo". Lo enigmático es proyectar lo cuantitativo de una condena anunciada.
