La Inteligencia Emocional en la Prevención de las Adicciones en los jóvenes La Inteligencia Emocional en la Prevención de las Adicciones en los jóvenes
En el día de ayer se realizó en el Salón Auditorium del Ministerio de Educación de la Provincia, un nuevo encuentro del Programa Voluntariado de Jóvenes para la Prevención de Adicciones, perteneciente a la DiGAIA (área de Abordaje Integral de las Adicciones) de la Secretaría General de la Gobernación. De la jornada que se dividió en dos turnos, participaron alrededor de 300 jóvenes voluntarios, acompañados por docentes y preceptores.
Dicho programa que reúne a los estudiantes secundarios de las escuelas de la provincia para ser capacitados en prevención de adicciones, tiene como objetivo fundamental brindar herramientas a los jóvenes para la prevención de adicciones tanto en sus aulas como en los diferentes ámbitos de su vida, que sean los protagonistas de su realidad, que puedan ayudar y acompañar a sus pares.
En esta oportunidad, la temática abordada fue la “Inteligencia Emocional, pilares y herramientas para desarrollarla”, a cargo de los Educadores Socio Emocional de la Fundación Nocka Munayki (Yo te Quiero), institución que trabaja conjuntamente con la DiGAIA. Los disertantes fueron Javier Manzano, Mario Corbalán, Gisela Fabiani y Pablo Nieva, Educadores Socio Emocionales egresados de la Diplomatura en Educación Socio Emocional que la Fundación dicta en conjunto con la UNSE.
La directora de la DiGAIA, Prof. Claudia Tarchini se mostró muy satisfecha y contenta con el encuentro “Siempre es un placer ver a tantos jóvenes entusiasmados y queriendo ser protagonistas, creo firmemente en ellos, todas las personas que generaron cambios en la historia, gestaron sus ideas durante su juventud, es por esto que nosotros trabajamos con ellos, porque creemos en sus capacidades y en todo lo que pueden lograr si se lo proponen”.
Finalmente, desde la organización destacaron y agradecieron la disponibilidad del Salón Auditorio del Ministerio para la realización de estos encuentros, espacio en el que los estudiantes y sus maestros se sintieron cómodos y que propició un correcto desarrollo de los mismos.
