La intrincada trama de vínculos entre sospechosos y la ostentación que hacían algunos de ellos La intrincada trama de vínculos entre sospechosos y la ostentación que hacían algunos de ellos
Mientras avanza la instrucción de la causa por la estafa millonaria a la Anses (ya supera los $ 20 millones en 30 casos detectados de pensiones truchas), los investigadores tratan de desenmarañar la red de vínculos entre los imputados y aclarar el rol de cada uno de ellos.
Fue en esa tarea, que también descubrió que varios de los detenidos, principalmente Paz, hacía ostentación de un poder adquisitivo que no se condice con sus ingresos.
Luis Paz, empleado de extensa carrera, estuvo un tiempo al frente de la Anses local de manera interina y como coordinador de Gestión tendría un rol clave porque por su jerarquía, era quien habría autorizado las pensiones irregulares con los montos más altos.
Levantó sospecha en los investigadores, que Paz tenía un gasto mensual de $ 120 mil a $ 130 mil, además de una lujosa cuatro por cuatro y un caserón en el sur.
No se privaba de gustos, dos veces al mes se vestía en dos selectos locales de ropa de la ciudad capital. Los encuentros con amigos, folclore de por medio a veces con importantes artistas, era común en él. Además, se habría comprobado que al menos en un año hizo dos viajes al exterior a destinos turísticos de excelencia como Cancún o el Caribe colombiano.
Por su parte, Ricardo Trotta, es considerado como la "mano derecha" de Luis Paz, ya que habrían sido los mandamases del sector de Cómputos y de Inicio de trámites de jubilación y pensión donde estaría la matriz de corrupción que permitió otorgar decenas de pensiones derivadas de matrimonios de personas con jubilados muertos.
Fuentes de la causa, indicaron además, que era llamativo el vínculo que unía a los dos, ya que Trotta hasta llegaba a cuidarle la casa de Paz.
Por su parte, Marcos Chazarreta formaba parte del staff de asesores jurídicos del organismo previsional y era quien presuntamente emitía dictámenes favorables para que se otorgaran las pensiones. También era un habitúe de los encuentros en los que participaba Paz, Trotta y Luis César Cortez.
Hablando de Cortez, éste se desempeña en el sector orientación. Investigadores judiciales recordaron que está procesado y estuvo detenido en otra causa por supuesto pedido de coimas a una mujer, causa que pronto será llevada a juicio oral en la Justicia Federal. También apuntaron que merced a un recurso de amparo, emitido en su momento por el exjuez penal local, Ramón Tarchini Saavedra, le permitió que pudiera reintegrarse a las funciones a pesar de la oposición del organismo previsional. Por su parte, la empleada Graciela Saad trabaja en el sector de Acreditación de Datos Personales (ADP), y ya estaba siendo investigada de manera interna. A su vez, Saad es excuñada de otras de las piezas consideradas "clave" en la estafa a la Anses: Cecilio Daniel Ibáñez.
Este sujeto que fue detenido el viernes pasado en La Banda, es apuntado como el gestor, es decir quien se habría encargado de contactar a los futuros beneficiarios de las pensiones truchas. Y luego, era quien habría recaudado, sobre todo del pago de los retroactivos, para supuestamente distribuir ese dinero en los integrantes de la cadena que perpetró las maniobras.
En tanto, los cuatro beneficiarios de pensiones truchas se vinculan entre sí: Celeste es hermana de Héctor Lucatelli, que a su vez es esposo de Paola Conte. Estos dos últimos habrían fraguado su divorcio para poder acceder a la pensión trucha, producto del matrimonio ficticio con jubilados muertos. Finalmente, Luis Marcelo Villar, que en principio se lo presentaba como un nexo con el gestor, sería empleado de Héctor Eduardo Lucatelli en un comercio de venta de repuestos de motos que está en el sur de la capital.