Video | Magia y muerte: la historia de las hechiceras de Tuama (primera parte)

Los pueblos de Manogasta y Tuama conservan claramente resabios de la vieja geografía colonial, y su camino principal, el antiguo Camino Real, atestigua un pedazo de historia importante en nuestra provincia. Allí donde todavía perviven antiguas creencias, algunas costumbres ayudan a develar misteriosos enigmas que muchos de sus actuales pobladores encierran.

En Tuama sorprende la historia del enjuiciamiento a tres hechiceras de este rincón escondido de Silípica a mediados del siglo XVIII. Allí donde el monte –hasta el día de hoy– se convertiría en el lugar privilegiado para hablar de la salamanca, afloran relatos de sucesos anecdóticos de aquel lugar renombrado como mágico e infernal.

En su libro "Las salamancas de Lorenza. Magia, hechicería y curanderismo en el Tucumán colonial", la doctora en historia Judith Farberman explica claramente que en el Siglo XVII hubo juicios por hechicería que "eran llevados adelante por los Alcaldes Ordinarios del Cabildo de Santiago del Estero, penetrados por la costumbre local en la medida que la Audiencia y los Virreyes tendían a verse como poderes lejanos".

Todos los participantes de las causas que analiza la autora creían en la eficacia de la hechicería, sobre la base de los efectos que podía generar tanto en las personas como en determinados aspectos de la naturaleza. De allí se desprenden los casos de los procesos realizados contra "Juana Pasteles, Pancha y Lorenza, residentes en el pueblo de indios de Tuama, acusadas de hechiceras y de provocar diversas muertes y enfermedades.

Los pormenores son analizados en los expedientes fechados en 1715 y 1761". En la confesión de las acusadas, modeladas por el tormento y por las preguntas del juez, salían a la luz la existencia de sus cómplices y de sus maestros, es decir, los nombres de quienes les enseñaron las prácticas de la hechicería, también de sus discípulos y los detalles de las etapas de experimentación que conformaban una "red hechiceril". "En el proceso de 1761 se introduce incluso la presencia del demonio, a través de vuelos nocturnos y del ofrecimiento de insumos para matar".