"Agilizar las causas y suprimir la mora es lo más importante", resaltaron Bothamley y Basbús

La publicación de los decretos del Ejecutivo nacional en el Boletín Oficial, designando a Abelardo Basbús y Federico Bothamley como flamantes jueces de Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santiago del Estero, cerró un proceso de selección que demandó siete largos años.

A poco de asumir, ambos magistrados concedieron una nota conjunta en forma exclusiva a EL LIBERAL en el que pusieron de manifiesto los desafíos que les depara esta función, el incremento de causas que se elevan a juicios principalmente por narcotráfico, como también las sensaciones personales, luego de atravesar un exigente proceso de selección. El encuentro fue en la sala de juicios del Tribunal Oral Federal, que pronto los verá presidiendo las audiencias.

-¿Cuáles son las expectativas con que asumen y los desafíos que enfrentarán, teniendo en cuenta que por mu chos años el TOF estuvo acéfalo?

-AB: Si bien soy nuevo en el fuero, es de público que existe una mora fruto de tantos años de vacancia y aunado a eso, el incremento de delitos especialmente narcotráfico y contrabando que han ido colapsando lo que era antes un tribunal de menor cuantía en juicios. Hoy se ha transformado en un tribunal de alta complejidad y de alto número de causas que con esfuerzo tendremos que ponernos al día, suprimir la mora que es lo más importante, y tratar dentro de eso aplicar los criterios de mayor justicia y benignidad que se pueda.

FB: Conozco el tribunal desde sus inicios; a los pocos días que fue habilitado entré como relator y estuve trabajando durante los primeros 8 años de existencia en el tribunal. En esos años, entre 1998 y 2006, no llegaban a 10 los juicios por año. Hoy en día en los últimos años la realidad ha cambiado totalmente, radicalmente: se están elevando entre 60 y 80 expedientes al año a juicio. Es 10 veces más trabajo que hace 20 años cuando yo llegué. Eso se debe al aumento exponencial de las causas por infracción a la Ley de Estupefacientes que es la materia sobre la cual versa la mayoría de las causas que se elevan a juicio; después están las otras causas que son competencia federal como trata de persona, ley penal tributaria, contrabando y delitos de lesa humanidad que es lo que habitualmente se tramita en este tribunal.

Y el tribunal lleva 5 años y medio totalmente acéfalo, creo que tenemos que venir a poner un poco de orden, acomodar, empezar a sacar cosas, agilizar las causas que ya están elevadas a juicio. Son muchas las que están pendientes esperando que se realice un juicio y son muchas las personas detenidas a disposición del Tribunal o que están cumpliendo medidas como libertad condicional y prisión domiciliaria que también deben ser controladas por el Tribunal.

-¿Cómo viven a nivel personal estas designaciones?

AB: Es una mezcla, fruto de un esfuerzo y de una capacitación personal. Pero también me siento representante de un grupo mayoritario de profesionales que ejercen la magistratura en el órgano ordinario, en la Justicia provincial. Hemos tenido un concurso donde más del 30% de los que han intervenido eran profesionales, funcionarios, jueces de otras jurisdicciones. Sin embargo hemos sido designado dos santiagueños, esto habla de cierto prestigio a lo que representamos y así lo sentimos.

FB: A nivel personal, siento que llego a lo más alto que podía aspirar en mi carrera judicial. Luego de casi 20 años de estar aquí, es algo que siempre quise y lo busqué. Ha sido un proceso muy largo, 7 años de concurso que están llegando a su fin, quizás demasiado tiempo para un concurso.

Criterio

Ambos magistrados coincidieron en rescatar el criterio tomado por el Ejecutivo para designar a los dos cargos del TOF.

"La designación que ha salido en el Boletín Oficial es el cumplimiento administrativo, la designación de nosotros y de todos los jueces es una decisión conjunta de los tres poderes, mixturados en el poder especial que es el Consejo de la Magistratura, donde están representados jueces, legisladores y abogados, y después hay una cuestión eminentemente federal política que es la aprobación por el Senado", expusieron.

"Previo a eso -recalcaron- en la elevación de las ternas, en el caso nuestro se han respetado estrictamente los puntajes de los distintos exámenes que se han ido celebrando. Hemos salido en el mismo ordenamiento y el Presidente respetó en el momento de elevar la terna, la orden de prelación y mérito con el que estaba computado. Así que fue un acto de mero respeto al ordenamiento de las ternas. Las ternas van con su puntaje, eso se respetó y se eligió a los dos primeros puntajes para cubrir los dos cargos".