Niño de 5 años habría presenciado cuando el padre asesinó a su madre

La Justicia escucharía a un niño de 5 años en Cámara Gesell, ya que se lo considera un testigo clave que contribuiría a esclarecer una discusión y asesinato de su madre, en manos de su propio padre, en El Mojón, Pellegrini.

El pequeño es hijo de Rocío Corvalán y Eduardo Ojeda. La mujer pereció en el baño de su casa y la Fiscalía detuvo a Ojeda, a quien atribuyó el delito de femicidio, reprimido con prisión perpetua.

Todo cuanto gira en la historia parece sostenerse en los relatos de una tía (hermana de la víctima) y el propio nenito.

Hermana

La primera habría declarado a la fiscal Aída Farrán Serlé que la relación de la pareja ya estaba muy deteriorada desde el 2016.

"Mi hermana quería separarse. él la presionaba por el lado de los chicos. Así que ella aguantaba y aguantaba", señaló la testigo a la funcionaria.

También la testigo señaló que el niño de 5 años vio todo lo sucedido esa noche.

Por ende, Farrán Serlé trasladará al pequeño para que aporte detalles de aquella noche, ocasión en que sus padres protagonizaron una pelea fatal.

En camas separadas

Según testigos, dormían en camas separadas. Extraoficialmente, la Fiscalía sospecha que Ojeda le exigió a la víctima que desista de la separación. Pero ella le adelantó que al día siguiente iría ante el juez de Paz para pedir un asesoramiento.

Convencido de que ello sería verdad, sumado a celos desmedidos, Ojeda habría ingresado a la habitación.

Comenzó a golpearla. Rocío se defendió y lo arañó en el rostro y los brazos. Ojeda continuó el ataque y le arrancó parte del cabello.

Después, con sus propias manos la habría estrangulado. Al asumirla ya muerta, la arrastró al baño. Le ató una soga al cuello, pero olvidó sujetar a la viga el otro extremo.

Luego, Ojeda salió a la calle y pidió a un vecino que avisara a la policía que su mujer acababa de suicidarse.

Arribó una comisión policial y descubrió que todo asomaba como una burda puesta en escena.