"Muchachos, la bronca no es con ustedes", habría dicho "Monito" al verse rodeado por los cuatro policías "Muchachos, la bronca no es con ustedes", habría dicho "Monito" al verse rodeado por los cuatro policías
Tan rústico, como peligroso, ángel "Monito" Castaño, segundos de ser atrapado por la policía este viernes, revelo que siente inocultable odio por "un solo" efectivo.
"Muchachos, la bronca no es con ustedes", habría deslizado al ser rodeado por cuatro hombres de elite, los que finalmente se enfrentaron con él en la casa de su expareja y lograron apresarlo tras más de 40 días de prófugo.
Esta situación hoy es investigada con el mismo ímpetu en que se indagan sobre supuestas "filtraciones", en detrimento de los allanamientos al "Monito".
Un alto jefe policial confió a EL LIBERAL cómo fue planeada la redada a la casa de la pareja del sujeto.
"Lo vigilábamos desde el domingo. Lo dejamos que se relaja, se relajó y confió mal. Como no queríamos riesgos, el operativo sólo era conocido por el jefe de la Departamental y los cuatro policías designados".
El vocero no confirmó, ni negó, la teoría de que la pareja haya sido excarcelada días antes a sabiendas que podría funcionar como "anzuelo".
Así, Castaño, de 27 años, perdió el "invicto", tras 40 días de permanecer al margen de la ley. De pocas palabras, alcohólico, impulsivo, transgresor, el "Monito" fue alojado en el D6 (Departamento de Investigaciones), en la ex Fandet.
Mañana será conducido a Añatuya, ante la fiscal Carola Olivera, quien intentará indagarlo por una batería de cargos; todos edificados el 20 de julio, noche en que desató una balacera e hirió a siete policías.
Las medidas básicas ya fueron hechas, a horas de caer apresado. Prueba de parafina, exámenes toxicológicos, prueba a su escopeta y el examen físico.
"Avísenle a mi madre"
Recuerdan que al ponérsele las esposas, lo único que dijo fue: "Avísenle a mi madre", quien reside en El Malacara, (Añatuya).
Después, se aferró a un mutismo total. Los policías lo llevaron al Hospital Zonal y los médicos descartaron que fuera peligrosa la herida del balazo que recibió. Aliada hasta el final, su mujer, érica Bravo, también sufrió heridas y permanece internada en el Hospital Regional. Ahora, el escenario será la Fiscalía, cuyas autoridades pulen una estrategia que tienda a juzgarlo lo más pronto posible. Hasta tanto, el personaje será vigilado por los policías de la Capital. Quieren mudarlo del D6 al Penal.